Imposible no conmoverse (ni removerse) con este librito. La práctica del perdón pude llegar a ser muy dura pero es una de las experiencias más liberadoras y enriquecedoras que hay. Tuve la fortuna de aprender el perdón hace bastante tiempo y realmente a cambió mi vida. Y esto conjugado con la gratitud es una bomba garantizada de no sólo liberarte y enriquecerte sino de crecer y vivir una vida plena. Hoy voy a hacer este ejercicio porque aunque suelo practicar muchísimo la gratitud he ido dejando un poco al lado el perdón y creo que tengo algunos asuntillos que trabajar. Así que me cae como anillo al dedo para empezar a enfrentarlos hoy mismo. Se los recomiendo de corazón, y aunque de un poco de temor enfrentarnos y desnudarnos frente a nuestros sentimientos siempre es más lo que ganas que lo que sufres.
|