La Mansión de los Chocolates es una deliciosa novela romántica que nos relata las historias de dos mujeres burguesas, madre e hija, que no se resignan a asumir el papel que su posición social les tiene reservado y ambas, cada una a su manera, acaban rebelándose a ese destino. A Judith le apasiona trabajar en la fábrica de chocolate de su padre y espera algún día poder ocupar un puesto destacado en la misma, lo cual está muy alejado del pensamiento de su padre quien prefiere para ella un futuro dedicado a la casa y la familia. La evolución de este personaje, sus actos de rebeldía, así como la interacción con sus amigas y otros personajes de su mismo status social, y el desarrollo de la historia de amor que surge entre ella y Victor Rheinberger conforman la trama principal de esta novela. Paralelamente se desarrolla la historia de Helene, madre de Judith, que se encuentra en el lago de Garda recuperándose aparentemente de stress, pero quien en realidad está huyendo de una infeliz vida conyugal a la que cada vez tiene más claro que no quiere regresar. La verdad es que según se iban desarrollando ambas tramas pensé que en algún momento se descubriría el nexo , que además del parentesco entre las protagonistas, unía ambas historias. No ha sido así y en realidad me ha parecido que esta trama secundaria de Helene queda completamente abierta y que posiblemente tendrá una continuación en otra novela de la autora. He disfrutado mucho tanto con la ambientación de la ciudad de Stuttgard , creo que la autora ha sabido reflejar muy bien esa época clave en el desarrollo industrial de la ciudad,como con las descripciones de esas maravillosas delicias chocolateras de las que casi, casi podía paladear su sabor según iba leyendo el libro. En cuanto a los personajes, a pesar de la gran cantidad de ellos que aparecen en el libro, creo que están muy bien conseguidos y algunos llegan a ser realmente entrañables como los gemelos hermanos de Judith, que con sus continuas trastadas arrancan al lector más de una sonrisa. En conclusión, me ha parecido un libro entretenido, de ágil y amena lectura que además de relatarnos dos historias románticas nos deja unas pinceladas de los importantes cambios sociales que se empezaban a producir en los primeros años del siglos XX . |