«En el infierno hay un lugar para expiar los pecados que se cometen por los hijos» Nuestro protagonista no pasa por un momento personal muy bueno, ¿por qué es moral defender a delincuentes? Es cierto que los abogados no son culpables de lo que hacen sus clientes, pero cuando es tu propia familia la que de alguna forma cuestiona tu persona, la vida pesa, esa amoralidad que ve su hija al defender a personas malas hace que su padre se plantee su vida. Necesita más tiempo con su marido y con su hija, pero ya sabemos, el hombre propone y Dios dispone. Una novela cortita con un planteamiento interesante sobre el pasado y los cabos sueltos. |