El buscador de estrellas

Debo reconocer que cuando leí la sinopsis de este libro y vi su extensión, me asusté. Me daba la impresión de que era mucho lo que la autora quería abarcar en pocas páginas, con un mundo completamente nuevo que nos tenía que presentar sumado a una trama bastante ambiciosa al tener que relatarnos un extenso viaje sin dejar de lado el resto de elementos imprescindibles como el desarrollo de los personajes. ¡Cuán equivocada estaba!
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El mérito de este libro, al menos para mí, reside precisamente en lo mucho que se nos consigue contar en unas pocas páginas pero sin llegar a aturdirnos en ningún momento. Se nos presenta a la perfección el funcionamiento del mundo en el que nos encontramos y la trama no deja cabos sueltos, todo ello haciendo uso de un lenguaje muy ameno y agradable que me recuerda al empleado en los libros de fantasía juvenil.
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Se trata de una historia con un deje más bien alegre. La trama en sí misma no es que tenga mucho jugo, pues estamos ante la típica historia de la travesía para descubrir nuevas tierras. Así pues, son los personajes los que cargan con la mayor parte del peso del libro. Son estos los que mantienen al lector cautivado, deseando saber más de sus vidas. Y no me refiero solo a los dos personajes protagonistas, a los que les he cogido un gran cariño, sino que hablo también de los secundarios que presentan un desarrollo bastante decente (sorprendente teniendo en cuenta que se trata de una historia más bien breve).
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Resumiendo para no extenderme demasiado, es un libro que recomiendo a los que busquen una lectura ligera y con un deje juvenil con la que viajar a otro mundo y desconectar del día a día. Apta tanto para los amantes de la fantasía como para los que no, pues la parte mágica no es más que un elemento extra que no llega a opacar, ni mucho menos, el objetivo principal de la trama que poco tiene que ver con esa parte más fantástica.