Fiebre en las gradas

Este libro sólo lo puede escribir un futbolero y sólo lo puede leer un futbolero o mejor, un hincha.
El autor nos relata cómo empezó con esta maravillosa locura que es el fútbol y como su vida ha ido dependiendo del fútbol, error, como su vida ha ido dependiendo de su equipo.
Muchas similitudes con mi vida, pero la pasión, el sufrimiento, las penas, alegrías, etc sólo las podemos sentir y entender los que sufrimos está "enfermedad" (perdón por llamarlo así).
No es el libro donde se cuentan sólo hechos de fútbol, más bien se cuenta como el Arsenal influye en la vida del autor, además da su opinión sobre directiva, fichajes, violencia en los campos y todo lo que rodea a esta manera de vivir.
Como dice Hornby "soy un hincha, no tengo el deber de acatar la disciplina de la moral."
En la lectura hay mucho Arsenal, demasiado para mí que no comparto con el autor la simpatía por ese equipo, por cierto, mi equipo es infinitamente mejor que el Arsenal y que todos los demás equipos del mundo, PORQUE ES MI EQUIPO y eso ya es suficiente.

Para variar, también fui escéptico esta vez. ¿Un libro de 450 páginas en las que un hincha comenta lo que siente por su equipo? ¿Encima un club que no me interesa en lo absoluto (el Arsenal)?Con mucha complicidad, lenguaje sencillo y lo justo de humor, el autor nos va interesando en su vida y en las peripecias de los Gunners. Me imagino que esta obra le encantó a Daniel Alarcón.Todos los libros de fútbol me gustan, pero este me encanta. Porque no habla solo de fútbol, sino de la vida: de la niñez, de la juventud, de la madurez. Y uno empieza a plantearse la relación entre su vida y el equipo favorito (me gustaría escribir un libro parecido sobre la "U"). Un auténtico bildungsroman pelotero.Además que tengo debilidad por los libros "inclasificables" como éste: mezcla de autobiografía, crónica o artículos sueltos (tranquilamente cada capítulo podría ser una columna en un diario deportivo, un poco al estilo de El sentimiento trágico de la Liga de Iwasaki)Lástima que tuvo que terminar, pero el fútbol nunca termina. Si el libro tuviera mil páginas más, yo feliz (¿que hubiera dicho el autor de esos once que llegaron a la final de la Champions en 2006?)

Fiebre en las gradas (1993), de Nick Hornby, es una autobiografía crítica que narra la historia de una pasión (tal vez una obsesión) por un deporte: el fútbol. Y por un equipo: el Arsenal FC.

Es posible que, de entrada, el tema no resulte demasiado tentador para un lector no aficionado al fútbol. Sin embargo, lo que se cuenta en sus páginas trasciende al tema puramente deportivo. Va mucho más allá.

La vida del pequeño Nick cambió una tarde en la que su padre le llevó a Highbury para asistir a un partido. A partir de ese momento, todo giraría en torno al Arsenal. Hornby vive al ritmo del equipo, entregado en cuerpo y alma, esperando que llegue el fin de semana. de este modo, disfruta de algunas alegrías y digiere no pocas decepciones.

El libro está escrito con tanta pasión que resulta imposible no ponerse en la piel de ese chico que contrae la «enfermedad» futbolera hasta tal punto que todo lo demás quedará en segundo plano: los estudios, las chicas, el trabajo… En algunos momentos el autor explica cómo intenta librarse de esa adicción, a la que regresa irremediablemente una y otra vez.


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