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El principio es introductorio y nos mete en situación. Nos explican a grandes rasgos como son Denise y Kyle y lo que le pasa a este último. Entonces llegamos al accidente y ya arranca la historia. Realmente por la sinopsis esperaba que la búsqueda de Kyle fuera uno de los temas principales pero no es así, es más, se resuelve casi al principio de la historia. Por otro lado, el camino que toma la trama me gusta. Es una trama en la que vamos conociendo a los personajes poco a poco, en la que el ritmo de acontecimientos es muy fluido y natural y en ningún momento precipitado. Es una trama llena de pequeñas cosas, de detalles que marcan la diferencia y que te hacen sonreír. Trata un tema interesante como es el trastorno del lenguaje que sufre Kyle. Es un tema del que yo no sabía nada, y aunque tampoco es que la historia te de muchísima información sobre ello, me gusta la que hay, me gusta saber más cosas sobre estos temas. El amor es totalmente natural. No es el típico amor instantáneo, ni mucho menos. Se va dando poco a poco, sin prisa pero sin pausa, con pequeñas cosas, que a priori no parecen nada pero que van dando lugar a una bonita historia de amor. Es un amor lleno de matices, de ternura y de sentimientos. Como siempre, esta historia no es un cuento de color de rosa ni mucho menos. Las cosas no son siempre fáciles y Denise y Taylor tendrán varios problemas, sobre todo por culpa de Taylor y esa culpa que tiene guardada dentro desde hace mucho tiempo y de la qué es incapaz de hablar. Me gusta que en esta ocasión quien tenga el problema sea el hombre y no la mujer. Es un punto positivo e interesante de la trama, y una forma de salirse de lo habitual. El final me ha encantado. Es bonito, de esos en los que es imposible dejar de sonreír y que te arranca alguna que otra lágrima, de felicidad eso sí. |
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