Era de Drácula

Llevaba (y no exagero) siglos buscando este libro. Lo halle relativamente fácil en internet en pdf, pero estaba obcecada en comprármelo en físico. Lo encontré casi por casualidad hace como dos años en una feria de segunda mano, pero el momento de leérmelo no aparecía, al menos hasta hace poco, justo en una época en la que me ha dado por los vampiros y la literatura gótica. Y todo lo que tengo que decir es: ¿DÓNDE HA ESTADO ESTE LIBRO DURANTE TODA MI VIDA? Se que suele escribir mucho eso de que he disfrutado como nunca un libro, pero en este caso es la pura y absoluta verdad. En las últimas páginas estaba racionándole la lectura, porque no quería acabármelo, algo que no suele pasarme mucho.

La historia es increíblemente adictiva de principio a fin. Lo que más hay que destacar es la riqueza del Londres victoriano que el autor nos presenta, donde personajes reales se mezclan con otros historicos y ficticios, ya sean sacados de películas, libros, o de la fructífera imaginación de Newman. Tengo que reconocer que esto (que no deja de ser el plato fuerte de la novela) fue lo que me llamo más la atención, ya que ( y esto es innevitable para muchos) me recordaba mucho al mundo de los cómics de la Liga de los Hombres Extraordinarios. Y no solo por la temática o los personajes se parece a esta obra, también por el tono crudo en el que ambas historias son narradas.

Es una historia que , ciertamente, al principio puede resultar un poco lenta y densa, pero a partir del primer cuarto, la acción se vuelve de lo más trepidante y adictiva, y no puedes dejar de leer. Incluso sabiendo desde las primeras páginas la identidad del asesino “Cuchillo de Plata”, aka Jack el Destripador. Ciertamente, a esa sensación de densidad y lentitud contribuye el que haya muchos personajes, muchos de los cuales se limitan solo a hacer un mero cameo en esta historia. Eso fue, quizás, lo que más me frustro en esta lectura, me hubiera gustado ver más a personajes como Microft Holmes, Moriarty, la reina Victoria o el nosferatu Orlok, en acción. En ese sentido debo decir, también, que los dos personajes principales, Charles y Genevive, aunque me han gustado mucho, me han parecido un poco desdibujados, especialmente Charles, y a veces me ha parecido que no se explicaba bien, o no era muy coherente, su manera de proceder, como si fuera un tanto aleatoria.

El Londres de Newman es oscuro y difícil, pero esta increíblemente bien ambientado, de forma que el lector nota perfectamente todo el miedo y la tensión que impregnan todo el ambiente . La manera en la que ha cambiado el argumento del “Drácula” de Stoker , las ideas de las que parte, y como representa todos los conflictos que ha generado la existencia de los vampiros en la ciudad y sus convivencia con los humanos, estan muy bien hilvanados y son muy coherentes, mezclándose con los asesinatos de Jack el Destripador y las diferencias sociales entre ricos y pobres, independientemente de si son o no vampiros.

El lector casi puede sentir que camina entre las calles oscuras y brumosas de Londres con el corazón en un puño, ya que no sabe si va a encontrarse con un vampiro en los barrios bajos, o va a llegar a una luminosa casa de gente rica o con poder. Me ha gustado, sobre todo, que la conversión a vampiro presente problemas para aquellos que la pasan, en forma de una enfermedad. Me ha parecido un detalle original y que enriquecía la trama (además de ser una parte fundamental de la misma) más que si se presentaba la conversión como algo limpio y sin que entrañase problema alguno.

Me da mucha rabia que no este toda la saga de Drácula traducida al español. Solo esta hasta el segundo “El Barón Rojo” (más o menos creo que ese es el titulo), pero me da que este va a ser más difícil de encontrar en español de su predecesor. de cualquier forma , “El año de Drácula” es una novela muy interesante de leer, con un estilo pulp que le da un toque especial, y una ambientación genial, a imitación de las historias de los folletines y los Penny Dreadfull. de lo que va de año (2020), esta siendo una de mis mejores lecturas

Ha sido un viaje atípico, pero muy interesante.

Con una de esas portadas deslumbrantes típicas de Alejandro Colucci, esta novela cayó en mis manos y he podido por fin degustar su grotesco, originalísimo e inteligente bouquet sólo apto para los paladares más sibaritas.

Yo diría que es un vino de pausada degustación. al principio, se nota denso y caótico, pero a medida que el mundo creado por Newman a partir de la obra de Bram Stoker va solidificándose en la mente sorprendida del lector, la trama se torna tan adictiva como bien orquestada.

Van Helsing y compañía fracasaron. Bram Stoker contó acontecimientos reales, pero falló en el intento de erradicar la plaga vampírica. Ahora, en un mundo que propone una historia alternativa, Londres es víctima de una nueva moda: los aristócratas ansían la inmortalidad. Drácula reina supremo como consorte junto a una rejuvenecida Victoria. Su casta se vierte en las casas de más rancio abolengo y el gobierno ejecuta a los rebeldes con empalamientos sumarísimos. Sin embargo, el poder de la sangre sufre reveses que no se habían anticipado. Otra casta de vampiros, descendientes de inmortales distintos a Drácula, campa libre por Inglaterra. A sus ojos, los hijos del transilvano son portadores de terribles lacras. En los barrios más sórdidos de Londres, la prostitución toma un cariz aún más lóbrego. Sexo y conversión por un módico precio. A menos que el temido Cuchillo de Plata te encuentre en un rincón, te destripe y acabe con la promesa de vida eterna sobre los fríos adoquines.

Desde luego, me ha asombrado el intrincado tapiz que teje Newman mediante la política xenófoba de inmortales y cálidos, el club Diógenes a la sombra de la conspiración, el infame Jack el destripador haciendo de las suyas con un giro adaptado a las circunstancias, y la reflexión casi realista sobre las consecuencias de una hegemonía vampírica. Hay multitud de personajes que reflejan cada una de estas posiciones morales y políticas. Además, surgen menciones más o menos protagonistas de elementos que ya reconocemos como Jeckyll, Seward, Lucy, Renfield, Mina, o las omnipresentes calles de Londres, como Whitechapel. Mientras la investigación criminal guía los pasos de la vampira Genevieve y el enviado del club Beauregard, somos testigos de la crueldad física y psicológica que está devorando la ciudad. Asesinatos cruentos, niñas cuya sangre es vendida en la calle, mercenarios sobrenaturales, enfermedades y deformidades que afectan a los conversos.

En mi opinión, ha sido una lectura formidable dentro del género, a la que suma un toque de sátira política y humana de enorme potencial. Y ese final es pura dinamita.

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Algo decepcionada con esta historia alternativa en la que Drácula no muere y se hace con el poder en Inglaterra. La idea o punto de partida es muy prometedora y el final también me ha parecido muy interesante, pero el resto es algo lento y demasiado ambicioso para lo que realmente es. Me explico. En esta historia alternativa no solo aparece Drácula, sino también otros personajes propios de época victoriana: Dr. Jekyll, Dr. Moreau, inspector Lestrade, inspector Abberline... Para mi gusto demasiados y además, algunos de ellos no me parece que tengan mucha importancia en la trama, por lo que su aparición es meramente anecdótica y artificial. Creo que el autor abarca demasiado.
Y en cuanto a la trama, desde el primer capítulo ya sabes quién es el asesino, así que no hay mucha intriga, por lo menos hasta el capítulo final. Ahí sí hay un giro bastante interesante, pero para mi gusto llega tarde.