Aunque, para mí, le falta «algo» a la historia (no sé si más desarrollo o qué), una vez más la autora me ha maravillado con su manera de escribir. La conocí con «Después del invierno» y se convirtió en unos de mis libros favoritos. Así que, sí, «La hija única» tiene varias cosas que me han gustado mucho: 🌻 Como decía, la maravillosa manera de escribir de Nettel. 🌻 Capítulos cortos. 🌻 Una protagonista, Laura, con la que me identifico: feminista, escritora, que no quiere hijos. 🌻 Los temas que trata: esa aparente obligación de las mujeres a tener hijos, la sociedad que juzga a las mujeres que no los quieren tener, los roles de género, los diferentes tipos de familia, el maltrato, la depresión, el duelo. 🌻 Las historias entrecruzadas de tres mujeres y su visión de la maternidad. 🌻 El feminismo que impregna la novela de principio a fin. 🌻 «Todos descubrirían esa mañana el sexo de sus hijos. Saldrían de aquel consultorio con una respuesta pero también con una misión: comprarle a su progenie ropa azul o rosa, llenar su cuarto de objetos bien elegidos —un camión de bomberos, una casa de muñecas— y machacarles, durante toda la infancia, que deberían comportarse de cierta manera: no abrir demasiado las piernas, no llorar aunque los humillaran. Y el nombre, por supuesto. Nomen est omen, decían los antiguos. Cuántas expectativas, cuántas cosas implícitas en Inés, pero también en Manuel, en Elena y en Alejandro. Mientras observaba a esa gente, me pregunté cómo sería nuestro mundo si en vez de nombres así nos asignaran conjuntos de letras, imágenes como Nube sobre el Lago o Brasa en el Fuego, y nos dejaran a nosotros mismos decidir qué géneros elegir o inventarnos». |