Tienes razón --dijo--, los libros acompañan. Encierran los pensamientos y las voces de otras personas que viven o han vivido en este mundo.
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Tienes razón --dijo--, los libros acompañan. Encierran los pensamientos y las voces de otras personas que viven o han vivido en este mundo.
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Permanecí inmóvil durante uno o dos minutos, tendida sobre mi cama, como si en vez de ofrecerle mi hombro le estuviera prestando mi pared y mi oído, hasta que no pude más y alejé convencida de que debía protegerme: la tristeza, como casi todos los estados de ánimo, es increíblemente contagiosa.
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Cecilia, ése era su nombre. La condición del enamoramiento es, según dicen, la incapacidad de ver, y si el nombre de esa mujer significa 《ceguera》, solo podía ser la que proviene del deslumbramiento.
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Nada de lo que me puedas revelar sobre tus lados «invisibles» me podrá sorprender o asustar. Habrá cosas que me parecerán más útiles o productivas o benignas que otras. Pero no se puede amar ni respetar a nadie a pedazos, selectivamente.
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Pensé en la vida de esos millones de personas, ahora enterradas ahí enfrente; pensé en la intensidad con la que varios de ellos habían pasado por el mundo, esforzándose en dejar algo valioso para que los recordaran siempre;
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Habrá quienes prefieran vivir en la ignorancia con tal de seguir maravillados el mayor tiempo posible. Sin embargo, tarde o temprano, la verdad acaba por descubrirse.
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Gregorio Samsa es un ...