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Un monstruo viene a verme narra, a grandes rasgos, una historia que enternecería el corazón de cualquier lector. Una novela en la que la razón y el corazón caminan por separado, en la que el sufrimiento es el plato principal y en la que, por desgracia, encontramos un niño que ha tenido que madurar prematuramente y decir adiós a su infancia para dedicarse en cuerpo y alma a su progenitora a la que, de alguna manera, tenía tan cerca pero la sentía muy lejos. A través de los ojos de Conor O'Malley percibimos la lucha de aferrarse a un ápice de esperanza y con él descubrimos que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Este libro he podido creer en la protección desinteresada que Conor desprende por sus cuatro costados frente a su progenitora. En cómo un niño puede comportarse cómo un adulto y en cómo un adulto puede comportarse cómo un verdadero niño. Haciendo un balance global de la obra podríamos decir que tiene bastante carne. Ness parte de una premisa, que como bien he comentado antes fue creación de otra autora pero que él la ha explotado a la perfección, y no se separa de ella en toda la novela. Lo positivo de ello es la atracción fatal que tiene el lector hacia el libro. El aspecto negativo que yo destacaría, pero que bien podría ser una manía personal, es la falta de información de los personajes. Me ha faltado conocer sus nombres, sus sentimientos, tener más información psicológica de ellos. El desenlace es quizá la parte que salvó a la novela. He de decir que, aunque es corta, no ha sido nada fácil meterme de lleno en ella. Conforme transcurren los capítulos la verdad de Conor es lo único que se persigue a lo largo de las páginas. Es por la que el lector sigue y sigue leyendo hasta descubrirla. En todo momento se mantiene ese misterio. Hasta el último instante se desconoce cuál es y eso provoca el morbo de no poder darle un respiro a la lectura. Enlace: http://inmarcesiblementeeter.. |
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