La pregunta y la respuesta

Aviso: esta reseña contiene spoilers de la primera parte de Chaos Walking. En su mundo, Todd ha convivido con el ruido desde que era niño, un curioso hecho por el que los pensamientos de los hombres son escuchados por las personas que los rodean. Y un mundo sin mujeres, o eso piensa Todd hasta que Viola aparece y cambia su vida por completo.

Arranca esta segunda parte poco después del fin de la primera, con Viola y Todd separados y los capítulos alternando sus puntos de vista. Viola empieza a conectar con las enfermeras de Nueva Prentiss mientras Todd debe encargarse de los zulaques con la sombra del alcalde Prentiss tratando de atraerlo a su bando.

Tenía muchas expectativas sobre esta segunda parte, esperando que me mostrasen más del mundo que habita Todd, pero no ha resultado ser así del todo. La trama se articula en torno al juego de poder del alcalde Prentiss, buscando convecer a Todd de que su camino es la verdad absoluta, manipulaciones y torturas mediantes, y la enfermera Coyle. Los tejemanejes de ambos afectarán de forma directa a Viola, que se verá arrastrada a las conspiraciones de la oposición, y dañarán su relación con Todd, al que harán desconfiar de lo que Viola siente por él.

La lentitud de las acciones de ambos hace que la trama se estire como un chicle, basada en su mayor parte en las reflexiones de Viola sobre todo lo que sucede. Esto causa que la trama se mueva más por los actos de los secundarios que por Todd, que tendrá un papel más pasivo. En conjunto no es una mala segunda parte pero se hace algo repetitiva y lenta y hay momentos en los que Todd como protagonista pierde peso y se desdibuja.

Colibrí.