El cuchillo en la mano

Todd vive en Prentisstown, un ciudad en la que se convive con el ruido, lo que significa que todos los pensamientos suenan fuera de tu cabeza, tanto si lo quieres como si no. Todd se convertirá en un hombre al cumplir los 13 años, pero la llegada de la joven Viola le hará descubrir que no todo lo que pensaba cierto lo es realmente.

La premisa de esta historia resulta interesante, un mundo en el que controlar lo que piensas es casi imposible y que está habitado por hombres y animales parlantes. Desde el primer momento Todd se nos presenta como un chico curioso, reflexivo y adaptado al mundo en el que vive pero que tiene incógnitas a las que podrá dar respuestas cuando sea adulto.

El punto de inflexión te permite ir recibiendo pistas tanto de lo que deparará el futuro como del origen del ruido y lo que sucedió con las mujeres. La trama va de problema en problema, sin dar un momento de respiro y llegando a forzar determinadas situaciones como la invulnerabilidad de un personaje o la rapidez de desplazamiento de un lugar a otro.

Aunque se pueden acertar o intuir muchas de las preguntas desde la primera parte de la historia, la lectura no deja de ser rápida y entretenida. Cada parte se articula en torno a determinados momentos importantes para el crecimiento personal de Todd, que sale de su granja natal a un mundo desconocido y lleno de peligros. También es entendible puesto que Todd tiene 12 años, y su narración es bastante acorde a la de un niño-adolescente de esa edad que se encuentra con su mundo patas arriba. Entretenido y fácil de leer para quienes busquen nuevas distopías.

Colibrí.