Debo decir que esta editorial es tremendamente tentadora y ya me ha conquistado. Eso es lo primero. En cuanto a la novela, tenemos una obra de arte de introspección. Sin duda, el intimismo se palpa en cada párrafo. El ambiente, la elección de las palabras, el escenario, el ritmo... todo nos lleva a adentrarnos en el alma de la protagonista, que el narrador acoge, testigo providencial de una confesión victimizada. Se trata de una historia melancólica, triste, que no deja indiferente. Es una lectura lenta, que no vale para cualquier estado de ánimo. Pero es simplemente preciosa. La forma, no el fondo. Nuestra mujer misteriosa se desnuda ante nosotros y no nos queda más que agradecer que nos haya escogido. No busquéis acción. No busquéis misterios emocionantes. No busquéis dramas heroicos. Lo que sí encontraréis, es humanidad. |