En esta novela, nos adentramos en una aldea de la Francia profunda, dónde la vida de los personajes parece de lo más sencilla y tranquila, pero a medida que avanzas, descubres que hay mucho más. Nuestro narrador va a ser Silvio. Un hombre solitario que irá plasmando lo que ocurre a su alrededor, siendo él un simple observador. Pero a medida que avanzamos y ya hacia el final de la novela, pasará a tener mayor protagonismo gracias a los recuerdos de juventud que va desvelando y que siguen la misma línea de los que iremos descubriendo de otros personajes. Es una lectura muy corta y ágil, que consigue engancharte desde el principio y aunque los hechos no llegan a sorprender, si resulta entretenida y agradable de leer. |