Ylandra. Tiempo de Osadía

Ylandra es una gran república, donde diferentes culturas conviven a la vez que se juzgan entre ellas. Los juegos de poder están siempre a la orden del día y la magia parece algo tan místico como científico.
¿Qué ha pasado en Ylandra? La historia ha sido retorcida por los hijos de aquellos a los que debíamos temer, las filas del bien no saben lo erróneo.
Esclavistas acérrimos y pueblos en los que son libres esas mismas personas, escuelas de magia, política, sectas y sociedades secretas, revoluciones, secretos, drogas y amor. Creo que esta historia no deja nada sin tocar.

Tiempo de osadía es una novela coral en la que seguimos a unos personajes extendidos por toda Ylandra en diferentes posiciones de poder y condiciones. Después de leer esta primera entrega puedo ver como se pueden escribir sin problema seis libros más al rededor de este mundo.
Aun que la novela es extensa y abarca todo un año de tiempo los capítulos son cortos y esto hace una lectura ágil. También nos deja centrarnos en aquellos puntos de vista que puedan gustarnos más sin tener que esperar muchas páginas a retomar su línea argumental.
Los narradores tienen ciertos puntos en común en algún momento de la historia. Eso hace que conforme avances vayas pidiendo tener una visón mucho más amplia de toda la telaraña de tramas que el autor está desarrollando al rededor de estos personajes. al terminar el libro siento que solo he conseguido desentrañar una pequeña constelación de todo lo que puede llegar a ser esta historia.
Sus muchos personajes, puntos de vista y la construcción del mundo puede parecer que el inicio vaya a ser algo confuso, pero todo lo contrario. El autor consigue iniciarnos en su mundo de una manera bastante suave. Introduciendo los personajes en un orden algo aleatorio a la vez que no deja empezar a ver algunas conexiones y sin abrumarnos con una gran cantidad de información, dándonos lo justo en cada momento para que la incógnita dure mientras el lector procura sus teorías. También es toda una ayuda que Roberto Navarro haya creado unos personajes muy marcados y fáciles de diferenciar entre si.
Una de las cosas que más me han gustado de este libro ha sido el poder disfrutar de la brutalidad y crueldad de este mundo. Las escenas de violencia no son un recurso muy utilizado, pero cuando una ha de aparecer puedo aseguraros que será tan detallada como nos gustan a los lectores de grimdark. A estas escenas se le añade el placer de leer un libro en el que el autor no salva a sus personajes de manera innecesaria, no hay bote salvavidas de última hora. Y, si ha llegado el momento de que ese hilo narrativo ceda, sin duda cederá de una manera muy satisfactoria.

Hablemos de world building, y lo que todos solemos centrarnos en los mundos de fantasía: el sistema de magia.
No es un sistema de gran colorido ni estrafalario, sin duda muchos diremos que tira hacia el lado científico (por el momento, la sensación sin duda es que Navarro nos ha explicado una minucia en comparación con el todo) pero que no impide a los usuarios hacer unas cuantas cosas bastante impresionantes y que sin duda se merecen un par de florituras.
Una cosa que me chocó lo poco que salió (y para bien) es que podes esperar algún atisbo de arma de fuego. Mostrando que, por mucha magia y esclavitud que pueda haber en este mundo, las invenciones siguen la moda. Así que no, no es otra historia de fantasía con aires medievales.

En la trama pasan muchas cosas, y por mucho que quisiera extenderme en este aspecto no acabaría nunca, por que tengo la sensación de que mi cerebro solo ha podido llegar a desentrañar una pequeña fracción de todo lo que pasa.
La historia de Ylandra se extiende más allá del momento actual: tiene una base sólida llena de información, una cultura muy diversa y una sociedad que se encuentra en polos opuestos. Y todo esto se nos desgrana poco a poco sin abrumarnos, la historia del mundo acompaña la trama, los prejuicios se descubren con los personajes y al situación... bueno, esto va siempre de mal en peor.
Lo que me ha gustado de todos estos personajes y la sucesión de descubrimientos y todas las explicaciones implícitas y las que no lo estaban es que he terminado el libro con la sensación de saber mucho a la vez que la sensación de solo descubrir una pequeña parte. Durante todo el libro recabamos pequeños datos sueltos y Navarro se las ha ingeniado para recolectar esos pequeños trozos y rellenar los huecos de una manera muy sutil y sin que se sienta info dumping. Por que esta es otra, olvidaros de largas parrafadas explicando cosas, al lector se le deja entre escenas para que pueda leer entre líneas.

Ya he mencionado en algún punto anterior que los personajes que nos narran Ylandra se sienten definidos, tienden a lo gris y que como mínimo os vais a encariñar de unos cuantos. Pero siempre están los típicos:
Personajes míticos, siempre hay alguno ¿cierto? Pues no, nadie a quien no podamos ver en carne y hueso, o ninguno al que no se le vea la cuerda tras el telón.
Los malos, siempre tiene que haber malos ¿o no? La verdad es que ver esa pequeña línea giraste entre lo bueno y lo malo de todos los personajes ha sido de esos placeres lectores con los que no me encuentro muy menudo. Claramente, hay personajes más blancos y otros más negros, pero en la gran mayoría de ellos puede apreciarse esa pequeña línea.
También tenemos algo de representación del colectivo, centrado en una pequeña línea pero que muestra cuan basto es el mundo y sin duda desencadena unos cuantos giros interesantes.
Por el momento, en cuanto a relaciones amorosas, todas estaban ya ancladas antes del inicio del libro, pero espero ver ese build up entre líos amorosos en los próximos ¡Seis libros van a dar para desarrollar culebrones!
Y ya para terminar ¿Alyen-Amelyn-Allyson? ¿No había nombres más parecidos? Tengo que admitir que en algún momento al inicio del libro tuve que hacerme una plantilla con quien era quién. Sin duda hay uno de ellos que es muy distinto a los otros dos, pero yo siempre tiendo a las confusiones.

Ylandra. Tiempo de Osadia, es un libro que sin duda sienta un precedente para los venideros. Un inicio de saga que explica muchas cosas mientras tienes la sensación de haber cinco más en el tintero. Me quedo con ganas de más después del giro final, después de lo poco del sistema de magia que he visto, después de las revelaciones del Infernus y, sobre todo, con muchas ganas de más después de una historia tan extensa, envolvente y adictiva.
Enlace: https://youtu.be/Sltud3fu3Nc

La Orden de los Addais y la Escuela siempre han sido rivales. La Escuela está formada por Maestros (sanadores, alquimistas, cronistas, brebajistas y sanctorum) descendientes de los Tres, los grandes dioses de Ylandra, mientras que los addai llevan toda su vida masacrando maestros debido a su origen. Sin embargo, una profecía amenaza el futuro de Ylandra: parece que los Tres se están rencarnando y con ello pretenden causar el caos y la destrucción. Por eso, los addais se ven obligados a pedir la ayuda de un maestro un tanto peculiar, Aleyn Somerset. Debido a sus actos bélicos del pasado, Aleyn es considerado un traidor y un genocida, por lo que fue ordenado ejecutar. Mientras que todo el mundo piensa que está muerto, incluida su esposa, la maestra alquimista Siara, lo cierto es que Aleyn sigue muy vivo. Cuando los addais le comunican la profecía, Aleyn se resiste a creer que no se deba a vieja supersticiones, pero termina siendo convencido de que el peligro es real y él es el único que puede equilibrar la balanza a favor de Ylandra, por lo que el antiguo maestro iniciará un viaje en busca de Samael, un muchacho anirio (raza que es considerada inferior en muchos puntos de Ylandra y que está sometida a la esclavitud) que parece ser una de las claves de la profecía.

Mientras tanto, Mara Wellington regresa de la Escuela a Viendavales, su hogar. Después de siete años de duro entrenamiento para entender la magia de Ylandra, ha decidido que no quiere continuar su formación como maestra y que desea regresar a casa. No obstante, la tiranía e intolerancia de su padre Deian, un esclavista consumado que odia a los anirios y con unas férreas costumbres y un pensamiento aún más tradicional, hacen que Mara sienta rechazo por él y por sus crueles actos y considere que la mejor opción para ella es retomar sus estudios y convertirse en maestra, rechazando a su propia familia. Así, Mara se alzará como protegida de Siara, la esposa de Aleyn que por fin ha decidido volver a formar parte de la Escuela y tomar a Mara bajo su tutela.

Por su parte, el padre de Mara, juez de la Alta Corte, junto con el resto de autoridades de Viendavales se enfrentan a la amenaza del Inferus, un héroe para muchos, un asesino para otros, que está causando el caos y el terror entre los tratantes de esclavos, pues aboga por la libertad de los anirios y por ello está organizando una revolución. Deian, cuyas ambiciones políticas son tales que pretende presentarse a Gobernador, utilizará el descontento de los esclavistas y el odio palpitante hacia los anirios para hacer campaña y ganarse el favor de los contratistas. Sin embargo, su campaña no estará exenta de problemas, derivados sobre todo de sus dos hijos mayores, Viktor y Jules.

Los tiempos en Ylandra están cambiando. Los Tres amenazan la estabilidad del pueblo, se ha profetizado que la Escuela caerá y las convulsiones políticas y las revueltas de anirios los hacen temblar la república.

Hasta donde yo sabía, esta novela solo cosechaba buenas críticas allá por donde pasaba y desde la primera vez que escuché hablar de Ylandra me dio la curiosidad y quise leerlo. Por eso, cuando el autor me ofreció la oportunidad de hacerme con su obra, no pude resistirme y es la mejor elección que he podido tomar.

Como ya os habréis percatado por el resumen, en Tiempo de osadía se abren diversas tramas narradas por diferentes protagonistas que van entretejiendo la historia de Ylandra desde diferentes perspectivas. Los personajes se pueden dividir en dos: por un lado, los que pertenecen a la Escuela, esta especie de colegio de hechicería donde se enseñan diversas artes, y, por otro, los que están relacionados con el ámbito político, el cuál se centra principalmente en Viendavales y Cienaguas. Aleyn fue uno de los maestros más poderosos de la Escuela, ducho en diversas artes, que se erigió como general en la última guerra que sacudió los cimientos de la República. Sus acciones bélicas le llevaron a ser considerado un traidor y un genocida y fue condenado a muerte. Sin embargo, esa condena nunca se llegó a producir, pero, ya que se le da por muerto y solo unas pocas personas saben la verdad, ha vivido los últimos catorce años completamente solo y aislado. Su situación cambiará cuando la casi extinta Orden de los Addais contacte con él para pedirle ayuda acerca de la profecía de los Tres, la cuál parece que ha comenzado a manifestarse. Aleyn es el típico tipo duro, aparentemente carente de escrúpulos, que hace lo que tenga que hacer por terrible que sea. No obstante, se aprecia que debajo de esa coraza todavía tiene sentimientos e iremos descubriendo su verdadera personalidad conforme avance la novela, sobre todo a través de su relación con Samael, el chico que se convertirá supuestamente en una amenaza para Ylandra y al que tiene que vigilar. al principio se odiarán a muerte, pero poco a poco surgirá entre ambos una suerte de amistad.

Siara es la esposa de Aleyn, la cual lleva catorce años llorando su muerte. Es ácida, de lengua afilada, cruelmente sincera y que se refugia en la alquimia como única acompañante. Durante todos estos años, la única que ha permanecido a su lado ha sido Enara, otra maestra. Pero después de tanto tiempo recluida y lamiéndose las heridas decide volver a ejercer de maestra alquimista y tomar bajo su mando a Mara. Cada año, los aspirantes a maestro deberán elegir su disciplina favorita y pasar las pruebas de acceso para convertirse en discípulos. Debido a una apuesta, Mara escogerá a Siara y gracias a ello descubrirá que tiene un don para la alquimia. En realidad, Mara no quería continuar en la Escuela, pero cuando regresó al lado de su familia, el comportamiento retrógrado y esclavista de su padre la espantó y decidió que su lugar estaba entre los maestros. Por su parte, Allyson es una maestra cronista que ha tenido una visión en la que la Escuela es destruida, por lo que su cometido será averiguar qué o quién lo va a causar, mientras que Annelyn también es una maestra, pero su vinculación está más bien dirigida al ámbito político y está involucrada en un ambicioso plan para conseguir que Deian, el padre de Mara, logre sus aspiraciones a gobernador.

Los Wellington son una familia de gran estatus social y aparentemente ideal, pero nada más lejos de la realidad. Deian disfruta con el esclavismo de los anirios, es ambicioso, prepotente, cruel y frío y nada ni nadie podrá interponerse entre él y sus objetivos, incluso aunque tenga que destrozar a sus hijos por el camino. Es por este motivo que Jules le odia, ya que su padre representa todo lo contrario a sus principios; por ello, Jules tratará de distanciarse de él lo máximo posible y desacreditarle cuando tenga la oportunidad para evitar que alguien como él llegue al poder. En cambio, su hermano Viktor es de lo más complaciente con su padre y hará lo que sea porque este le reconozca y se sienta orgulloso de él. No obstante, sus problemas con el alcoholismo para ahogar las pesadillas que no le dejan dormir terminarán haciendo mella en él. Mientras todo esto sucede, se está gestando una revolución entre los anirios que, hartos de ser esclavos y maltratados sistemáticamente por sus dueños, son liderados por la misteriosa figura del Inferus hacia la libertad, causando, para ello, estragos en las diferentes haciendas y plantaciones en las que se ven obligados a trabajar y asesinando a crueles esclavistas.

Tiempo de osadía es una novela narrada por múltiples voces que nos permiten comprender los diferentes puntos de vista de los personajes y conocerlos en profundidad, tanto a ellos como a quienes les rodean. Esto por un lado ha sido una ventaja porque proporciona una historia mucho más rica y compleja además de dinámica porque, dependiendo de quién protagonice el capítulo vamos a avanzar en unas tramas u otras. al mismo tiempo, para mí ha sido un inconveniente, sobre todo al principio, porque cuantos más personajes había, más me costaba entrar en la historia ya que estaba más pendiente de tratar de distinguirlos entre ellos y de saber cuáles eran sus subtramas que de la historia en sí. Por lo tanto, al principio la lectura me resultó excesivamente compleja, dificultosa y confusa hasta que por fin avancé más y se hizo mucho más fácil reconocer quién es quién. Para más inri hay tres personajes que tienen nombres muy parecidos (Aleyn, Annelyn y Allyson) lo que no hace más que agravar la confusión del lector y que para mí fue bastante problemático. Sin embargo, una vez llegué a la mitad del libro más o menos y tuve un esquema mental de personajes y tramas, fue mucho más sencillo continuar con la lectura.
Asimismo, es una novela bastante densa porque, como habréis deducido, ocurren muchas cosas al mismo tiempo. Esto, a su vez, provoca que el lector no pueda parar de leer ni un instante porque Navarro tiene la capacidad de terminar cada capítulo con una buena dosis de intriga que te invita a querer saber más. El "problema" es que el siguiente capítulo lo narra otro personaje, capítulo que, nuevamente, finaliza de manera intrigante por lo que necesitas seguir leyendo hasta que vuelva a aparecer dicho narrador y así sucesivamente. Esto consigue que, pese a que es una historia densa como ya he comentado, no puedas despegar los ojos de las páginas hasta descubrir qué es lo que está sucediendo. La manera en que el autor maneja la tensión narrativa y los cliffhangers es impresionante, por lo que a pesar de su longitud es un libro que se lee relativamente rápido. El hecho de que cada capítulo esté cargado de acción, conspiraciones y secretos también ayuda a crear un ritmo ágil.

Lo que más me ha sorprendido es el estilo de Navarro, pues es una novela que está muy bien escrita y es una delicia de leer. Además, la construcción de mundo es bastante compleja, pero el autor sabe muy bien cómo distribuir esa información para darla en el momento preciso y no abrumar al lector con datos innecesarios en situaciones inoportunas. Esto te permite absorber el mundo que ha creado poco a poco y poder asimilar bien las distintas provincias, razas, costumbres y el sistema de magia. Esta obra también sirve para hacer crítica social y diversas reivindicaciones. La moral dudosa de ciertos personajes es utilizada para aportar alegatos a favor del colectivo LGTB, en contra de la esclavitud o plantear a sus lectores cuestiones peliagudas como las relacionadas con la guerra y la violencia o la ética dentro de la política, aspecto muy presente en el libro ya que estas tramas son las que mueven gran parte de la historia. Por último, me gustaría destacar el enorme trabajo que hay detrás de la creación de la primera parte de Ylandra y el cuál se nota en cada línea.

Si te gusta la fantasía cargada de magia, profecías, dioses traicioneros, enfrentamientos, guerras abiertas y todo ello aderezado con una buena dosis de corruptelas, politiqueos y secretos de lo más intrigantes, Tiempo de osadía promete darte todo eso y mucho más.

Enlace: https://notodoesfantasia.blo..

Por norma general, me llaman mucho las novelas que va publicando Ediciones Labnar pero como suelo ser MUY superficial y no leo sinopsis, normalmente me dejo llevar por las portadas la mayoría de las veces. En este caso, la portada de Tiempo de Osadía no me llamaba especialmente la atención ni me entró por los ojos. de hecho, pienso que no le hace la suficiente justicia al contenido del libro ni en diseño ni en elección de imagen ni en gama de colores, y puestos a dar una opinión que no viene a cuento, me gusta muchísimo más la ilustración de la portadilla interior porque me parece más llamativa y de corte más épico y medieval. Sin embargo, con Roberto Navarro sentí una corazonada y quise leer su novela por él, porque algo me decía que su forma de escribir me iba a encantar y también porque sospechaba que esa portada rojiza me estaba engañando y no me iba a encontrar con una novela de misterio gótico sobre una secta satánica con fijación por los tonos sangrientos.

Honestamente, dudo mucho que vaya a continuar leyendo la saga porque ya me costó lo mío decidirme si comenzaba o no con esta primera novela. al final me convencí de que mi mejor motivo para lanzarme era conocer a un nuevo autor nacional de fantasía, porque últimamente me había centrado demasiado en dar oportunidad a autoras y la verdad es que la última vez que me he lanzado a ciegas con un autor español ahora resulta que está en mi top de favoritos y yo sin saberlo. Así que teniendo esto claro, comencé a leer Tiempo de Osadía sabiendo que lo más probable es que no vaya a saber cómo continua la historia en los otros cinco tomos que quedan de la saga. Para mí es demasiado y siempre me han dado una pereza máxima las historias que son más de dos libros, salvo contadas excepciones. Además, siendo del todo sincera y suponiendo que no voy a continuar, me he planteado varias veces abandonar la lectura a lo largo del libro porque sabía perfectamente que no era el momento para mí de leer algo así. Si esto lo llego a pillar en mi época de Los Pilares de la Tierra, Dragonlance o Canción de Hielo y Fuego, hubiese sido otro cantar. Hubo un tiempo en que disfrutaba mucho más de largas y interminables sagas, de libros tochos en lo que todo lo que les ocurre a los personajes son infortunios, mezclando intrigas palaciegas, traiciones por todas partes y mucho politiqueo por aquí y por allá. Ylandra tiene un poco de todo eso. pero intenta ir más allá.

Estamos ante una novela coral, con múltiples personajes con capítulos individuales aunque sin ser narradores directos y no tendría sentido que me detuviera a describir ni tan solo un poquito a cada uno de ellos. He perdido la cuenta de los que son, pero puedo decir, por ejemplo, que hay unos cuantos que estaba deseando poder leer sus capítulos y otros cuyas tramas no me interesaban tanto, algo que en este tipo de libros me parece bastante normal y ningún problema con ello, porque eso me hacía querer leer más rápido para llegar a los personajes que de verdad me enganchaban. Aquí no hay buenos ni malos, solo hay grandes personajes grises de un lado y del otro de la línea del bien y del mal o caminando peligrosamente sobre ella, pero todos ellos tienen una construcción enorme, casi tanto como el propio mundo en el que se mueven. Uno de los que me han parecido más fascinantes ha sido Aleyn Somerset, una antigua leyenda al que todos dan por muerto aunque es evidente que no lo está y aunque al principio me pareció una especie de Trancos del El Señor de los Anillos, pronto vi que era más como un Edmundo Dantés obsesionado por la venganza, con poca o ninguna piedad, implacable con sus enemigos y con quien se interponga delante de su espada y con todo el cinismo reconcentrado y estimulante de un buen antihéroe. Por muchos motivos, y aunque hay personajes juveniles, la novela es adulta, sin lugar a dudas. Tanto el tono como la misma narrativa se dirige a un público adulto, lo que no impide que sirva también como literatura juvenil sin que eso sea menospreciar la calidad por mucha etiqueta que se le quiera poner. de hecho, uno de mis personajes preferidos ha sido uno de los de la rama juvenil, Güido, un esclavo anirio (la raza sometida en Ylandra) que forma parte del servicio de la plantación Wellington, en la que vive su amiga (y ama) Mara, por la que siente algo muy especial en secreto (obviamente, prohibido). El chico se ve envuelto en una conspiración de los esclavos para derrocar y matar a los amos pero, a pesar de que ansía que esa insurrección logre la libertad para los suyos, a la vez se debate por su lealtad hacia Mara, que acaba de regresar de la Escuela (de magia, para entendernos) después de varios años fuera de la plantación. Así que hay mucha miga con la que pringar en el salseo.

En cierto sentido me ha recordado a La Sombra del Viento de Patrick Rothfuss, con toda la trama de Mara en la Escuela, donde la chica está aprendiendo a convertirse en maestra alquimista, con su propia mentora y rodeada de compañeros que estudian para ser cronistas, sanadores y otras disciplinas. Toda esta parte de la trama me ha entretenido mucho, no lo puedo negar, pero desde mi punto de vista no deja de ser algo que ya hemos podido leer en muchas ocasiones y en ese sentido el autor se ha arriesgado poco: Mara asiste a diversas clases de magia; consigue una mentora muy molpona con mucho carácter que pretende no encariñarse con Mara pero fracasa estrepitosamente; conoce y se relaciona con otros compañeros y se mantiene ajena a los tejemanejes de los mandamases de la Escuela con respecto a la postura geopolítica de Ylandra en general. Todo muy sacado del tópico "estudiante de magia". Sin embargo, lo realmente interesante de este personaje es su situación familiar con respecto a su tiránico padre, que se postula como futuro gobernador y pretende llevarse por delante a quien se le oponga, y con sus hermanos mayores, los gemelos Viktor y Jules, dos polos opuestos. Menuda familia, por decirlo suavemente. Mientras que Viktor está pensado para causarnos rechazo automático, porque es un poquito insoportable (ni siquiera él mismo se aguanta y por eso bebe hasta el agua de los abrevaderos a ver si consigue olvidarse de propia existencia), Jules es todo lo contrario y lo único que nos provoca, con toda la intención, es ternura y un deseo incontrolable de que sea feliz. Pues va a ser que no. Aquí prácticamente todo lo que le ocurre a los personajes principales son desgracias y una serie de catastróficas desdichas para nuestro deleite de sádicos lectores. El autor tampoco escatima en descripciones detalladas de las ejecuciones públicas, injusticias al amparo de leyes crueles o violaciones consentidas, con algún que otro fundido a negro para que también trabaje nuestra morbosa imaginación.

El worldbuilding es inmenso y continuo, ya que de forma constante estamos asimilando aspectos del mundo que crea el autor desde cero. Aunque se trata de fantasía pura, no cae en la trampa de incluir las razas y seres fantásticos más habituales, o de mezclar magia absoluta con criaturas mitológicas y saturarnos de elementos imaginarios. Por el contrario, Roberto Navarro ha optado por una historia de corte más político y realista, con conflictos más humanos como la lucha contra la esclavitud, el dominio de unas clases sobre otras, la lacra de la homofobia, las venganzas del pasado, conspiraciones y golpes de estado, revoluciones de los oprimidos, el terrorismo y las guerrillas, masacres por ideologías… Es decir, nada que no podamos encontrarnos en la realidad pero dándole un contexto fantástico. Objetivamente me ha parecido una novela absolutamente sublime y deliciosa en este sentido para cualquier fanático del género, súper trabajada al detalle en la religión, las antiguas guerras y conflictos, las dinastías, las leyes… Sin embargo, como lectora y de forma subjetiva, tengo que reconocer que también ha sido la causa de que la novela no me haya dejado maravillada en cuanto a entretenimiento se refiere, porque la mayor parte del tiempo desconectaba mi atención al instante cuando la narración derivaba hacia la política una y otra vez. Si me aburre en la vida real, ya puede ser súper interesante en la ficción que no voy a poder leer dos páginas seguidas de política ficticia. Y esta novela contiene política por encima de mis posibilidades, sintiéndolo mucho.

Habría muchísimo más para comentar, muchísimos personajes de los que poder opinar largo y tendido y muchísimas tramas que han quedado abiertas y súper abiertas (como el giro del final de cierto personaje que durante toda la novela me había estado aburriendo soberanamente y ahora resulta que es el más interesante de todos). Pero resulta imposible tocar todo porque la novela es amplísima en todos sus elementos. No en vano, supone la puerta hacia una saga de seis novelas que estoy segura de que tendrá una trama increíble en su conjunto y que podría convertirse en una saga de culto grimdark a nivel nacional, con algo de suerte y de oportunidad. Por otra parte, como siempre digo, echo en falta los mapas en historias de estas características porque me facilitan mucho la tarea a la hora de poder ubicarme yo en cada cambio de escenario y también para poder situar mentalmente a cada personaje, porque la mayoría del tiempo no he sabido ni dónde estaba cada uno ni si estaban lejos o cerca unos de otros. Sin embargo, no tengo nada que objetar en cuanto a la edición y a la corrección, que me parecen impecables porque no he podido encontrar ni una sola errata ni una sola frase mal construida y, teniendo en cuenta la extensión de la novela, es realmente admirable el cuidado con el que se habrá realizado esa parte del trabajo de publicación.

En otras palabras, Tiempo de Osadía es un buen libro, una muy buena primera parte y una forma estupenda de haber conocido a un nuevo autor nacional de fantasía épica. Además, Ylandra se postula desde ya en su inicio como una gran saga grimdark que gustará muchísimo a los fans acérrimos del género. Sin embargo, yo no lo recomiendo ni como libro introductorio para lectores curiosos que se van a iniciar en este tipo de literatura ni como lectura ligera para descansar de otros géneros, ni siquiera para intercalarlo. Es un libro para leer y disfrutar lentamente de él y de todas sus páginas, para engancharse de forma paulatina y para ir conociendo poco a poco a unos personajes que no se sabe muy bien sin son blanco o negro o gris claro o gris oscuro. Para mí ha sido una forma estupenda de conocer a un nuevo autor y de anotarlo para tenerlo en cuenta de ahora en adelante, si no con esta, con cualquier otra historia suya más liviana.
Enlace: https://enmitiempolibro.blog..

Este es un libro que conocí a través de las redes sociales. La portada me llamó la atención, no voy a decir que sea una lectora habitual de fantasía épica pero es un género que me atrae. Lo primero que debéis saber es que estamos ante una gran saga que contará con 6 libros en total, así que tened en cuenta el compromiso. Sé que cada vez hay más gente que huye de las sagas pero en lo personal creo que es muy, muy difícil escribir fantasía épica pensando en un solo libro, porque generalmente hay un universo muy amplio que es necesario describir y eso no se consigue con unas cuantas páginas.
Lo primero que llama la atención al comenzar la lectura es que está narrada desde diferentes puntos de vista. al ser eta una historia de fantasía épica y tener esta característica no puedo evitar pensar en Juego de tronos, en parte porque Canción de hielo y fuego es una de las pocas sagas de épica que he leído. No obstante, diría que, a grandes rasgos, esas son las únicas similitudes.
Tenemos variedad de personajes que nos permiten ver lo que ocurre en los diferentes puntos del territorio. Desde una alumna de la Escuela hasta un esclavo anirio, pero esto no ha evitado que me aburriese en algún momento. Aunque me gusta Canción de hielo y fuego y admiro el trabajo del autor, soy de esas personas que a veces se distancia de la historia por no conectar con alguno de los personajes narradores. Con Ylandra me sucede lo mismo. Las historias de Mara, Güido o Aleyn me gustaban, pero con otros personajes acabé un poco perdida y a veces con ganas de que terminasen sus capítulos para pasar a los que yo prefería. Visto lo visto, diría que todo esto tiene que ver con una preferencia de carácter personal en cuanto a la estructura. Los diferentes puntos de vista son una herramienta que ofrece muchas ventajas, pero también tiene cosas no tan buenas. Si habéis leído el libro me encantaría saber si también os sucede lo mismo o cuáles son vuestros personajes favoritos.
Todos ellos están bien construidos pero algunos tienen personalidades más atípicas que harán que los recordemos más, como el carismático Aleyn o Güido por lo peculiar de su situación. Creo que todavía nos queda mucho por saber de ellos.
Las descripciones, los momentos de acción, el universo presentado o los giros están muy bien. No tenemos una gran miríada de párrafos hablando sobre las leyendas, política o religiones de este mundo, se nos da lo suficiente como para que nos ubiquemos pero no he llegado a saturarme y creo que eso es un punto a favor que no se encuentra en todas las narraciones de fantasía.
Poco a poco nos vamos haciendo a Ylandra, a su historia y a lo que parece que está por venir. Es casi como ver las primeras señales de un volcán en erupción, todo se está cociendo y explotará en los próximos libros. Pienso que son los cimientos perfectos para iniciar una saga, pero sin darnos un libro que peque de introductivo.
Hay varios aspectos de los que tan solo nos cuentan un poco, en especial la parte mágica me ha interesado más que la política y hay por ahí una leyenda circulando de la que los lectores sabemos cosas que los otros personajes no… tiene un punto de intriga por saber qué pasará cuando todo se descubra que ha sido de mis cosas favoritas.
También se tocan temas sociales como la esclavitud, la corrupción, la homofobia, el alcoholismo, las injusticias, la desigualdad, etc. Muy al contrario de lo que alguna gente piensa los libros de fantasía suelen hablar mucho de temas tan reales y tan cercanos como estos.
La edición está muy cuidada, es de tapa blanda son solapas e incluye un mapa en las guardas que nos ayudará a situarnos. El diseño me ha gustado, es un formato grande y creo que tener la saga completa debe ser un logro bonito.
En definitiva, esta ha sido una grata lectura para mí, que soy una iniciada en esto de la fantasía épica, pero la recomiendo ampliamente para cualquier público que se sienta atraído por su premisa. Estamos ante una primera entrega que promete mucho y que no se contenta con dejarnos con la miel en los labios, ofrece una gran muestra de lo que será la saga, con sus intrigas, sus giros y sus personajes bien trabajados.

Una lectura para los que deseen adentrarse en una historia compleja, bien escrita y con personajes que merecen la pena.

Ylandra. Tiempo de osadía nos presenta a Kevyn, un miembro de la orden de Addai quien se presenta ante los siete ancianos con una pesarosa noticia. Los templos de Los Tres han sido saqueados y los libros que aguardaban en cada una de sus tumbas, robados. La profecía se está cumpliendo Rótalo ha despertado y es cuestión de tiempo que sus hermanos, Daxal y Dyara lo hagan también. Y cuando los tres se alcen, Ylandra sangrará y morirá. ¿Cómo impedirlo? La orden al parecer todavía tiene el libro de Rótalo, el problema es que está en irylio y la última addai con los conocimientos para leerlo murió hace años... Su única posibilidad dejar a un lado el odio y las rencillas del pasado... de un pasado tan lejano que quizá ninguno haya conocido... y pedir ayuda a aquellos que hasta el momento han perseguido y asesinado...

Por otro lado la república de Ylandra se encuentra en plenas elecciones por gobernar el país. Ha llegado el momento de buscar alianzas que les permitan a algunos conservar el poder así como a otros ganarlo, cueste lo que cueste, sin importar a quien se traicione si con ello consiguen llevar a cabo sus planes.... ¿Qué pasará con Ylandra? ¿Quién será el traidor del que todo el mundo habla? ¿Conseguirán alzarse los Tres?

Ylandra. Tiempo de osadía consta de 580 páginas divididas en 65 capítulos algunos más cortos que otros pero no demasiado extensos lo que ayuda a dar un ritmo más ágil y ameno a la lectura más un prólogo donde nos ponen un poco en situación acerca de la profecía y como más o menos se nos plantea la situación.

La narración es en tercera persona aunque cada capítulo nos viene narrado por uno de los diferentes personajes que dan vida a la historia, bien diferenciados pues, en vez de numerarlos al principio nos viene el nombre de quien aquel a quien nos vamos a encontrar. Este tipo de narración personalmente me parece muy bien acertada pues, primero al ir cambiando constantemente de punto de vista y de lugar no se nos da un respiro para aburrirnos y va manteniendo esa intriga por saber varias cuestiones que se nos va planteando y también porque de esta forma sabemos en todo momento que es lo que pasa y donde se encuentra cada personaje, logrando que consigamos familiarizarnos antes con ellos a pesar de ser realmente un montón.

En cuanto a la edición... sin palabras. Realmente me tiene enamorada ya desde esa portada que mezcla a la perfección los tonos rojo, negro y dorado con esa figura de capa escarlata con la espada que ya desde ese momento genera tanta intriga y nos hace preguntarnos quién será ¿hombre o mujer? y qué papel tendrá en la historia. Además ya en cuanto abrimos esa portada nos encontramos con un magnífico mapa no solo completo y bien estructurado si no ¡a color! Sin poderme olvidar de esos detalles al inicio de cada capítulo marcando el nombre de cada personaje.

Personajes: Sinceramente son un montón de personajes los que nos vamos a encontrar a lo largo de las páginas que componen esta historia pero todos y cada uno de ellos con el mismo grado de relevancia en la trama, por mucho que igual al conocerlos algunos nos parezca simples figurantes seguro que con el transcurso de la historia nos damos cuenta que estaban ahí por algo.

Todos ellos bien perfilados, cada uno con su propia personalidad bien definida y, a pesar de que a lo largo de la historia vemos una clara evolución, algo que me encanta y valoro muchísimo es que se mantienen con sus ideas y su forma de ser no que no cambian a razón de como más les convenga lo que quizá les proporciona un cierto toque más de realismo.

Mis favoritos sin duda han sido Mara, una protagonista con una fuerza brutal que no se deja amedrentar por nada ni nadie, que no parará hasta lograr lo correcto o al menos lo que ella piensa que es correcto. Sin duda es uno personaje que le queda mucho por mostrarnos y que seguro va a dar mucho juego a la historia de Ylandra.

Otro que me ha encantado ha sido Aleyn, este personaje me genera mucha curiosidad pues si bien lo hemos podido conocer bastante a lo largo de este primer volumen de la saga, al igual que sucede con Mara, nos deja con la sensación que tiene mucho que ofrecernos.

Tampoco olvidarme de Siara, la maestra alquimista, tutora en la Escuela de Mara. de verdad, bendita mujer cualquiera le dice una más alta que otra x'D Así como destacar también la figura del Inferus, una pieza importante en la trama así como uno de los puntos claves con los que el autor conseguirá intrigarnos de principio a fin.

Y bueno...luego está Allyson, esta no me ha caído muy bien pues no he comulgado bien con ciertas cosas que hace y como las hace, lo que no quiere decir que el personaje no sea bueno, porque ya os digo Roberto ha creado unos personajes brutales que buenos, malos, podremos empatizar con algunos más que con otros, pero sin duda ninguno nos va a dejar indiferente y más de uno seguro nos da alguna que otra sorpresa.

Pero bueno, ya sabéis lo que a mi me gusta un buen "malo", y sí, lo ponga entre comillas porque... como ya he mencionado en Ylandra puede pasar de todo y no todos son blanco o negro si no que cada quien tiene que lidiar con sus propias luces, sombras y su escala de grises, pero sin duda en esta historia Allyson se lleva la mención especial.

La pluma de Roberto sin duda me ha encantado. No solo destacar la gran imaginación para crear todo un continente bien estructurado con su propio idioma antiguo, sus costumbres, leyendas, leyes, cada escenario por donde nos introduce capítulo a capítulo todo rodeado por una trama política que sin duda le da vida a la historia.

Roberto no escatima en detalles, a lo largo de las casi 600 páginas nos encontramos con descripciones abundantes y que no se dejan ningún detalle importante en el tintero. Todo narrado con una prosa tan bien cuidada como el resto de la edición manteniendo un ritmo fluido y constante que no decae en ningún momento comenzando ya en ese prólogo hasta el final.

Un final por otro lado donde puede pasar de todo, que nos sorprenderá en más de un sentido y que sin duda nos dejará con unas inmensas ganas de continuar con la historia de Ylandra y conocer más acerca de todo lo que nos tienen que contar sus personajes. Sin duda os digo, una de mis mejores lecturas de este año.


Enlace: https://krazybookobsession.b..