Cero dominante: ¿Y tú de qué grupo eres?

Sigo a Inma Bretones en su blog Lectora de tot desde hace tiempo. Desde que comenzó a escribir, estoy con ganas de descubrir qué tal se desenvuelve en ese ámbito; y cuando descubrí que participaba en El Premio Literario Amazon (PLAS) junto a Almudena Navarro con una distopía juvenil, supe que era el momento, que ese título caía sí o sí.

Desconozco si son muchas o pocas las novelas juveniles que se atreven con el PLAS, pero lo que está claro es que su repercusión no es igual que la de otros géneros si tenemos en cuenta que todos los años sigo el premio y desconozco su grado de participación, y es una pena porque dentro del mismo hay grandes historias también.

Pero vamos a lo que vamos, a Cero dominante. de la trama poco voy a deciros porque la sinopsis pone bastante en situación y ofrece la información justa para no estropear la experiencia con esta trama. Así voy a centrarme en sus pilares.

La segregación. El pan nuestro de cada día, una de las lacras de nuestra sociedad actual y la mayor de la sociedad futura que nos plantean Almudena e Inma. Un mundo en el que el grupo sanguíneo determina absolutamente todo: tu posición, tu salud, tu supervivencia... Y como base de la trama que es, las autora se han documentado bien al respecto (inmunogenética humana, la teoría de Karl Landsteiner, la herencia...), lo que, por supuesto, aporta verosimilitud a la trama y, en mi opinión, puede incluso contribuir a despertar la curiosidad de los jóvenes por estos temas que, aunque están adaptados a una distopía con todo lo que de ciencia ficción trae esta consigo, no dejan de formar parte de nuestra biología.

La política. Dos ciudades enfrentadas con distintas formas de entender la sociedad aun a pesar de mantener ambas un orden social en base a los grupos sanguíneos. Dos emplazamientos cuyos gobiernos se encuentran en perpetuas negociaciones gracias al interés de algunos por llegar a acuerdos de paz, pero con dificultades para llevarlas a buen puerto por el interés de otros en mantener la brecha. El poder, el ego, las ansias de supremacía... Cero dominante tiene una trama eminentemente política que se lleva bien, que mantiene el interés del lector por saber qué va a ocurrir, que empuja a posicionarse y, por tanto, a querer descubrir cómo se van a desarrollar los acontecimientos. Por regla general, no soy amiga de este tipo de enredos, pero debo reconocer que esta novela se ha hecho interesante y ligera.

La ciencia. Si algo destaco de esta historia es también la importancia que se le da a la ciencia y a la investigación. Nos creemos en posesión de verdades que afirmamos sustentadas en bases científicas fuertes, pero la ciencia está en constante evolución, aporta nuevos datos que a veces reafirman los existentes mas otras echan por tierra lo que dábamos por cierto hasta ese momento. Es por eso que invertir en investigación es tan importante, que cuidar a los grandes cerebros de nuestra sociedad es fundamental porque en ella y en ellos está la evolución.

El medioambiente. Ciudad 8 y Ciudad Europa se erigen en un planeta Tierra devastado. Esa bola verde y azul que tan hermosa luce en el Sistema Solar ya no es más que desierto y tormenta, no acoge a nuestra especie con cariño, sino que la obliga a desarrollar nuevas formas de vida, nuevas armas de supervivencia en un hogar que ya no acoge, en un lugar que nos obliga a sobrevivir. La razón... no hace falta explicarla, todos somos conscientes de las atrocidades medioambientales que comentemos, por lo que no es extraño que las ditopías estén ambientadas en mundos destrozados a este nivel. ¿Qué podemos extraer de ello? La importancia de la ecología y de teorizar menos al respecto y actuar más, de arrimar todos el hombro por cuidar de nuestro planeta azul.

Para mí, Cero dominante se sustenta sobre estos cuatro grandes bloques. Los entreteje y los desarrolla ofreciéndonos una historia que da para reflexionar y que entretiene. Si bien es cierto que tiene una primera mitad con un ritmo más lento y lleno de información, debe asumirse su necesidad para poder comprender todo el entramado que las autoras quieren construir. Sin ese primer bloque sería muy complejo comprender el funcionamiento de esas sociedades y el porqué de las cosas. Y sí, hay romance, pero ha sido lo que menos me ha convencido; no obstante, tiene poco peso en la trama y no congeniar del todo con la protagonista a este respecto no enturbia en absoluto la lectura.

En definitiva, una historia de ciencia ficción (con todo lo que esto supone) protagonizada por jóvenes y adolescentes con necesidades propias de esa edad (con las que, por lo tanto, puede sentirse identificado el público objetivo de esta novela) y con temáticas interesantes sobre las que querer saber más. Una distopía de la pueden disfrutar todos los amantes del género.