Comenzar de cero: Pedagogía de un exilio americano

Comenzar de cero...Es algo que ha perseguido a nuestro protagonista a lo largo de toda su vida.
Esta obra semi-ficcional pretende, y así lo hace, hacernos un recorrido por la España franquista de los años 50 y 60 a través de las vivencias de nuestro narrador.
No es un libro histórico, ni político como tal, pero sí una muestra personal de cómo vivió durante la represión y como cambió su vida cuando se exilió.

La historia comienza con un niño catalán educado en los salesianos donde nos cuenta lo difícil que fue para él todo lo acaecido un colegio donde la orden y la disciplina primaban antes que la propia enseñanza. ( Una de las mejores partes del libro para mi gusto).
Su juventud en el instituto, que no fue mucho mejor por la situación y presión social que existía, y su paso a la universidad con intervalos en la mili, que dificultaron sus estudios durante ese tiempo. Todo eso unido, a ser de condición humilde y a haber vivido dentro de su familia exilios y muertes por no formar parte del bando ganador de una guerra que nada tenía que ver con él.
Tras estos años, decide salir de España, dejar atrás todas estos sucesos y sentimientos que se le irán repitiendo una y otra vez durante su exilio en un país que si bien es "el país de las oportunidades" tampoco le fue fácil del todo, aunque comparando con lo que hubiera sido de él en su Barcelona, pudo realizar cosas que bien difíciles le hubieran resultado aquí.

Escrita en primera persona, nos encontramos ante una prosa bien escrita y sin diálogos, llena de anécdotas, que si bien empieza con mucha fuerza, se va aflojando un poco cuando nos situamos en su estancia en EEUU. Pero, bien es cierto, que cuando me parece más monótona la lectura, vuelve a tirar de alguna vivencia del pasado que me activa de nuevo.
Sin duda alguna, me quedo con los pasajes donde abunda la literatura y sus referencias a escritores y escritoras (éstas menos) y a sus conocimientos cinéfilos que no son pocos.

Con respecto a la editorial, ediciones Alfar, he de reconocer que un primer momento me pareció que el tipo de tipografía me costaría ya que aparentemente las páginas parecen muy cargadas, pero se lee bien.
La cubierta muy acertada para el tipo de novela.