Heredera Kitsune

Si hace un tiempo me hubiesen preguntado qué opinaba sobre la cultura asiática no habría sabido qué responder a esa pregunta, ya que casi no sabía sobre ella o había visto cosas relacionadas. Tiempo después la cultura japonesa me empezó a llamar la atención y a ella se unió la coreana, aunque reconozco que no he leído demasiados libros ambientados en esos países. Cuando la editorial me propuso leer este libro, no lo dudé y acepté, sobre todo por la ambientación. Pues bien, debo decir que es un libro que me ha gustado muchísimo y que me ha mantenido pegada a sus hojas desde la primera página.

Creo que todxs conocemos la historia del hilo rojo del destino, y eso es algo que podemos encontrar en esta historia, aunque no será lo único. No sé si sabéis lo que son los Kitsunes, pero os diré que en las leyendas japonesas, son espíritus con forma de zorro y son los encargados de proteger los bosques y aldeas. Conocí a estos espíritus en un juego de consola llamado Yo-Kai Watch en el que nos hablan de esos espíritus y de otros tantos.

Con esto, lo que quiero transmitiros es que el libro está lleno de leyendas que harán el libro mucho más interesante de lo que puede parecer a simple vista; todo ello adornado con la cultura japonesa y con unos personajes maravillosos que dotan al libro de mucho más dinamismo y de ganas de descubrir los misterios.

Lena, nuestra protagonista, guarda un gran secreto. Acostumbrada a huir durante buena parte de su vida y no llamar demasiado la atención, pronto descubre que hay alguien que le atrae irremediablemente por mucho que ella no quiera y cuando tiene que salvar su vida, el destino les une y les junta por mucho que se nieguen a ello.

Dallas es subinspector en Scotland Yard y no está pasando por un buen momento, por lo menos no hasta que Lena llega a su vida y cambia completamente su mundo y su futuro, ya que tiene que protegerla y el sentido del honor le impide no hacerlo. Poco a poco empezará a darse cuenta de que Lena aporta a su vida mucho más que un trabajo, pero Lena es reacia a acercarse a él a causa de su don... ¿Lograrán ser felices? Pues tendréis que leer el libro para descubrirlo...

No quiero contaros más cosas para no estropearos todo el libro, pero como os decía arriba, es un libro que me ha gustado mucho y que de verdad merece la pena conocerlo. Es lo primero que leo de la autora, pero desde ya os digo que no será lo último porque su manera de escribir me ha gustado mucho y el trabajo de documentación me ha parecido magnífico. La ambientación que ha creado la autora entre lo japonés y lo europeo también me ha gustado, sobre todo por la diferencia y los contrastes.

En cuanto a los dos protagonistas, pues a pesar de que hay un instalove entre ellos, no me ha resultado pesado o difícil de creer y la verdad es que la química entre ellos ha sido asombrosa. Creo que los dos protagonistas sufren una gran transformación a lo largo del libro y he visto bastante evolución en ellos. Aunque hay otros personajes a lo largo de la historia, la autora se ha centrado sobre todo en los protagonistas, por lo que no os diré nada sobre ellos para no desvelar demasiados secretos. Es un libro lleno de acción, sobre todo desde el principio y aunque a partir de la mitad pierde algo de fuelle, eso no ha impedido que siguiese enganchada a la historia hasta el final.

No me queda nada más que recomendaros el libro si os gusta la cultura japonesa y las novelas románticas aderezadas con unos personajes fantásticos y una trama que engancha desde la primera página.

Una bonita historia llena de simbolismo y misterios.

Con una maravillosa ambientación, Natalia nos sumerge en un mundo fronterizo entre lo natural y lo sobrenatural, entre el mundo cotidiano de Londres o Venecia y el submundo de la violencia de las mafias. He disfrutado muchísimo con todas las estupendas descripciones, las justas, que me han hecho volver a viajar a Venecia y a visitar Londres, y me ha traído muchos recuerdos de Japón, una cultura que me apasiona.

La trama se va desarrollando en capítulos breves que te mantienen atrapada entre sus páginas, y si hay algo que quisiera destacar es cómo ha jugado la autora con el ritmo de la narración. El inicio pausado, como si susurrase los secretos que Lena conoce, desvelándolos poco a poco; luego, se incrementa la velocidad al tiempo que los acontecimientos se van precipitando hacia su desenlace, con mucha más acción en las escenas.

Hay una red de personajes, entre principales y secundarios, que van entretejiendo la historia. Unos y otros parecen tener un papel importante, apareciendo en el momento preciso. Tenemos primero a los tres protagonistas: Lena, Dallas y Killian.

Lena es la puerta entre dos mundos, el de las leyendas, lo sobrenatural y los espíritus, y el mundo real, ese al que tanto se esfuerza por pertenecer. No ha tenido una vida fácil y lo sufrido le ha hecho madurar con rapidez. Vive atormentada a causa del don que posee, pero tiene una meta, un objetivo, y vive para ello. Y aunque había renunciado a llevar una vida normal, no puede evitar que el amor la sorprenda, porque el destino ya está escrito de antemano. Es un personaje complejo, que lleva el peso de la historia; sin embargo, en algunos momentos he tenido la sensación de que no avanzaba, de que se quedaba anclada en su negatividad.

Dallas y killian son como los dos platillos de una misma balanza, polos opuestos que atraen a Lena. Sin embargo, a lo largo de la historia vamos viendo que el mal siempre convive con el bien dentro de una misma alma, y que el camino depende de las elecciones que hacemos. Ambos crecen y maduran como personajes y, de algún modo, ambos encuentran la paz al final. Los dos son importantes en la vida de Lena y le ayudarán a cumplir sus sueños. Quizás sea mi impresión, pero el hecho de usar a ambos como protagonistas fuertes, ha hecho que ninguno de ellos termine de destacar de forma primaria.

El estilo de Natalia siempre me ha gustado, porque su escritura no se limita a narrar, te hace sentir, experimentar emociones y sensaciones. Vives la historia y sufres acompañando a los protagonistas. Eso es lo que hace que te pegues a las páginas y no quieras dejar de leer. La documentación que ha llevado a cabo la autora también es digna de mencionar, en especial todo lo tocante a la mitología japonesa. Su manera de incluirla en la historia me ha fascinado.

No puedo dejar de recomendar esta novela a todos los amantes de la cultura japonesa, de la novela romántica y de la fantasía.

Lena, de origen japonés, vive escondiéndose y huyendo de su familia, en concreto, de su padre, el líder del clan Tanaka. Lena posee un increíble don que pasa de dos generaciones en dos generaciones, puede conocer los más profundos secretos de las personas y posee una gran empatía con los demás. Este don, a veces le juega malas pasadas y ve cosas que no quiere ver. Lena conocerá a Dallas Hamilton, policía de Scotland Yard ,en un viaje en metro. Dallas, pretende suicidarse y Lena, gracias a su don, puede ver como la figura de un shinigami aparece junto a él para llevárselo. Desde ese momento, Dallas y Lena quedarán unidos por ese hilo rojo del destino que une a los que están destinados a encontrarse. Juntos, vivirán una auténtica aventura para lograr poner a Lena a salvo y huir de sus perseguidores, que tratan de capturarla como heredera del clan Tanaka. Acción, poder, romance, aventura…todo un cóctel de sensaciones que harán que vivas en una auténtica montaña rusa con esta trama tan completa.


La novela comienza con un ritmo vertiginoso, desde el primer momento el personaje de Lena y su don, captaron toda mi atención. La cultura japonesa es algo que siempre me ha gustado, pero que he leído bastante poco sobre ella. Es por eso, que, con tantas leyendas y misterios sobre Japón, he quedado fascinada con esta maravillosa lectura.


El toque de romance y pasión me ha encantado. Ya sabéis que el romance es uno de mis géneros predilectos, y estaba deseando ver como lo introduciría la autora. de una manera elegante y sutil, veremos cómo poco a poco nace algo entre nuestros protagonistas. El romance está introducido de una manera natural y con el detalle del hilo rojo del destino, le da un toque especial.


La protagonista, Lena, es una chica joven que ha tenido que huir de su familia y actualmente sigue huyendo de gente bastante peligrosa que quiere llevarla de vuelta con su padre. Lena ha ido cambiando de país en país, dejando atrás a gente maravillosa que la ha ayudado a esconderse. Lena es un personaje intrigante y misterioso, su capacidad para conocer los secretos de los demás ha sido sin duda un arma con la que ha jugado a la perfección durante toda la trama. La autora ha creado un personaje perfectamente definido y complejo que no deja indiferente.







Dallas Hamilgton es un policía de Scotland Yard. Cansado de ver y padecer tanto dolor y sufrimiento a lo largo de su vida, está convencido de poner punto y final a su vida. Lena aparecerá en su vida para ponerla patas arriba y, desde el primer instante, quedará prendado de ella. Dallas intentará ayudar a esa joven tan misteriosa que oculta tantos secretos, aunque ella no se lo pondrá nada fácil. Dallas es un personaje de esos a los que coges cariño enseguida por su bondad, sin duda ha sido un pilar fundamental en la trama y he disfrutado mucho con él.


Así mismo, encontraremos otros tantos personajes secundarios que irán apareciendo poco a poco en la trama. Alguno de ellos será de vital importancia en la trama, así que prefiero que los descubráis por vosotros mismos y no revelar nada más.


La pluma de la autora me ha parecido muy ágil y fluida. La historia cuenta con una ambientación perfecta que nos sumergirá por completo entre sus páginas. Se nota que Natalia Sánchez ha realizado previamente un trabajo de documentación sobre expresiones y leyendas japonesas, que pone de manifiesto en la trama de una forma exquisita. La autora luce un amplio vocabulario y una narración acorde con la trama. Utiliza una gran concordancia entre narración y diálogos, que hacen que la historia se lea con mayor facilidad y de manera rápida. Mi primera toma de contacto con su pluma ha sido bastante positiva. Con este libro, ha creado una armonía perfecta entre romance, acción y el mundo paranormal.


La historia se encuentra narrada en tercera persona, por lo que en todo momento vamos a tener una visión completa de la trama y sus personajes. Seremos espectadores de una trama repleta de acción, que bien podríamos imaginar en nuestra mente como una película.


La novela se desarrolla a lo largo de 470 páginas y unos capítulos con una extensión más que adecuada que deja cerrada cada parte de la historia. Cada capítulo tendrá un nombre especial acorde a lo que se va a desarrollar en él, y no cuentan con numeración alguna.



En conclusión, La heredera Kitsune, es una historia de acción y romance con un alto componente paranormal. Una trama perfectamente hilada y narrada con unos personajes perfectamente creados. Conoceremos bastantes detalles de la cultura japonesa y viajaremos a lo largo de distintos países. Sin duda, una historia que no deja indiferente.


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La historia me ha sorprendido desde el principio: Lena guarda secretos, pero lo más importante es que también los roba porque tiene un don que, en cierto modo, la tiene condenada.

Los capítulos son muy breves, lo que agiliza bastante el ritmo de lectura y engancha desde el principio. Así, la autora nos envuelve en una historia que versa entre lo paranormal y lo policíaco, con figuras que pertenecen a Scotland Yard y otras provenientes de mafias.

Lo más interesante de este libro es que habla mucho sobre mitología japonesa, un ámbito del que conozco muy poco, pero que me parece muy bien logrado y atractivo para la novela: menciona a los shinigami, kitsune, yorei, entre otras criaturas.

Me ha encantando toda esa aura misteriosa y mágica que gira en torno a Lena y su don, los momentos en los que se explica/se muestra cómo funciona y cómo le afecta. No he leído mucho sobre kitsunes, pero me ha dejado con ganas de descubrir más sobre estas criaturas y la mitología japonesa/asiática en general.

Pero, no solo eso, sino que la novela está plagada de romance, una parte que he disfrutado bastante. En todo momento he sentido que la trama avanzaba y que esto no frenaba el resto de las acciones. Es decir, la novela tiene mucha acción, aunque debo admitir que al principio me sentía un poco desorientada, pero el romance es un hilo conductor clave para todos los acontecimientos, sobre todo, en las escenas en las que se habla de cómo funciona el don.

Respecto a los personajes, en general están muy bien construidos, aunque mis favoritos son Lena y Killian. Dally se me ha quedado demasiado corto, pero espero que me sorprenda con la segunda parte.

La historia se ambienta, especialmente, en Londres y Venecia, dos ciudades que he visitado y a las que, sin duda, esta novela me ha hecho volver.

¡Estoy deseando leer la segunda parte!

Hoy os voy a hablar de la heredera Kitsune, escrito por Natalia Sánchez Diana y publicado por @insomnia_ediciones

La historia ha estado bastante bien, me ha mantenido entretenida hasta el final y es que todo el tema del don y de las criaturas mitológicas japonesas me ha gustado mucho; aunque no hubiese estado nada mal que hubiese habido más de esto. La trama de la huida y de los asesinatos también me ha gustado y es lo que más me ha convencido del libro.

Por otro lado, hay algunas cosas que no me han terminado de agradar. Por ejemplo, el instalove. Vale que en este caso, este amor instantáneo tenga sus motivos, pero todo pasa tan deprisa... Que no me ha resultado creíble. Tampoco me ha gustado mucho que se recalque casi todo el rato lo guapa y bella que es nuestra protagonista, Lena. Se repite demasiado en ese sentido y se le da una importancia que no debería tener. Y hay bastantes actitudes machistas que no me han gustado nada de nada.

Por lo demás, una lectura bastante amena que me ha hecho pasar un buen rato. Me quedo con el descubrimiento de una nueva autora :)

Le he dado una nota de 5/10