Una educación mortal

La trama de la novela es compleja, pero hay que reconocer que es muy atrayente. Estamos ante una historia de fantasía oscura donde la meta de los alumnos que estudian en la Escolomancia es sobrevivir durante todos esos años académicos y graduarse.

El libro nos da mucha información de golpe y eso es un detalle que me ha complicado la lectura al principio. Hay que tener en cuenta que la protagonista lleva tres años en La Escolomancia, por lo que ella ya ha vivido y lo ha entendido todo. En cambio, para el lector es algo nuevo y abruma mucho la cantidad de datos que hay en las cien primeras páginas, tanto de historia y personajes como del funcionamiento de la escuela. Eso sí, creo que es algo necesario en aquellas tramas que no empiezan desde cero, como es el caso ya que, a pesar de todo, a la larga acabas entendiendo el contexto y la lectura ese vuelve más fluida. Sin embargo, siento que todavía el mundo tiene mucho que ofrecernos y que estamos en la punta del iceberg.

Por todo lo que acabo de comentar, el ritmo sufre altibajos; hay partes muy interesantes y otras demasiado aburridas. El interés del lector puede verse mermado hasta el punto de querer abandonar la lectura, situación que puedo llegar a entender. Personalmente, me alegro de haber continuado con la historia porque, después de todo, considero que este viaje ha merecido la pena. El desenlace te deja con la boca abierta y solo puedo decir que han aumentado mis ganas de seguir leyendo estos libros. Todavía no me puedo creer que termine con «esa frase».

La ambientación es oscura y sangrienta. Hay monstruos y artefactos malditos que ponen en peligro la vida de los estudiantes en cualquier momento del día. Las descripciones son a veces grotescas (porque el propio monstruo lo es) y algunas escenas abusan del gore. Con esto quiero decir que los personajes no se adentran en un camino de rosas, aunque la sinopsis ya lo deja claro, pero tenía que mencionarlo para que no penséis que esta historia es del estilo de Harry Potter.

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Galadriel, El para los amigos (si es que tiene amigos). El es un personaje con el que he podido empatizar gracias a su sarcasmo y a su forma de pensar. Es cierto que tiene sus defectos y a veces es borde y un poco prepotente, pero bueno, lo importante es que el personaje tenga fuerza interior y precisamente eso no se puede discutir. La cosa es que este personaje se basa en monólogos internos y bastante densos, haciendo que haya una escasez significativa de diálogos (nada negativo para mí, pero sí quizás para otros lectores).

Por otro lado, también conoceremos a muchos más personajes, pero solo destacaré a Orion Lake porque es el único nombre que sale en la sinopsis. He amado a este personaje de principio a fin. El lo odia, pero yo desde el principio sabía que iba a ser espectacular, con sus luces y sus sombras. Hay un grupo de chicas que me ha maravillado, aunque siento que no las he conocido lo suficiente, así que espero que esto se solucione en la siguiente entrega. Con la madre de El me ha pasado lo mismo. Es un personaje digno de mención y a la que iremos conociendo poco a poco gracias a los recuerdos de la protagonista.

Un punto que no esperaba es la crítica que hace la autora a varios aspectos políticos y sociales. O yo lo he sentido así. No quiero entrar mucho en este tema pero, por lo visto, esta historia ha creado mucha polémica. Hay personas que piensan que la autora está imponiendo ideologías políticas e incluso tachan la historia de racista. Yo lo he notado como una crítica a esos aspectos más que una imposición o ataque, pero entiendo que esto ya es cosa de cada persona.

Le he tenido que bajar la nota porque he sentido que le sobraran unas cien páginas (y si me apuráis, os diría que hasta más…). El caso es que, como todo, el dar mucha información tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Lo negativo es que este primer libro se hace pesado en ciertos momentos de la trama y cuesta avanzar. Lo bueno es que ya tenemos los datos suficientes como para adentrarnos de lleno en la segunda parte, que espero que tenga mucha más acción y menos explicaciones innecesarias.

El estilo narrativo de la autora me ha gustado porque, a pesar de abrumarnos con muchos datos en poco tiempo, tiene una forma de expresarse bastante clara y atrayente. Creo que me animaré con sus otras historias, ya que me ha sorprendido su pluma descriptiva. y por supuesto continuaré con esta saga (realmente no me ha quedado claro si es una saga o una trilogía).

Una educación mortal es una primera parte que cuenta con una premisa oscura e interesante y que sorprende con unos personajes que no dejan indiferente a nadie. He tenido sentimientos encontrados con esta historia porque algunas partes han sido confusas y densas, además de que sobran páginas, pero ha sido todo un acierto leer este libro.
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