La verdad verdadera

Las mentiras a veces se nos escapan sin querer y luego una cosa lleva a la otra, lo mismo que una bola de nieve: crece sin parar y amenaza con pisarnos al mismo tiempo que se lo lleva todo a su paso. Eso es lo que le ocurre a la protagonista de este divertido y bonito álbum ilustrado que resultó finalista en el último Premio de la Biblioteca Insular de Gran Canaria.

Desde el humor y con una estupenda puesta en escena donde solamente intervienen dos personajes, asistimos a una situación un pelín angustiosa donde una niña niega ser la autora del desorden de su casa mientras su madre no está. Incapaz de asumir la situación y sin saber cómo salir del aprieto, a la mentirosijilla le crecen aliados para reforzar su versión de los hechos. le sirve de poco, la madre insiste en saber qué ha ocurrido y cada vez se enerva más y más. Para la niña cada vez es más difícil volver atrás hasta que todo se resuelve de forma divertida, original y fantasiosa.

Una propuesta divertida que le quita importancia no ya a los argumentos falsos si no a la costumbre de los adultos de presionar a los pequeños para que les cuenten siempre los hechos tal y como han ocurrido. Esta manía no hace más que coartar su imaginación y empujarles a mantenerse en silencio para evitar defraudarnos. Decir la verdad no siempre es fácil y la sinceridad no debería estar reñida con la fantasía y las excusas.
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