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Crítica de Annie_hatuna


Annie_hatuna
08 December 2021
¿De qué trata este libro? Kim Ji-Young Nacida en 1982 es la historia de una joven mujer llamada, vaya, Kim Ji-Young, el “nacida en 1982” viene porque ese nombre fue el más popular para mujeres durante ese año. Kim Ji-Young tiene 33 años y una vida que podríamos denominar común, tiene hijo, esposo y es una típica mujer coreana; hasta que un día comienza a hablar con diversas voces, la de su madre por ejemplo, y parece saber cosas que no debería conocer. Su familia se preocupa profundamente, y algunos la censuran, pero detrás de este extraño fenómeno parece haber algo más importante. A la par conoceremos la vida de Kim Ji-Young desde su infancia hasta su adultez, conociendo más de la fuerte brecha de géneros que hay en este país, ¿Se atreven a conocer la historia de Kim Ji-Young? Una historia que parece ser más cercana de lo que podríamos imaginar…
Esta va a ser una reseña extraña porque este es un libro extraño, en principio sigo sin poder definir si me gustó o no, y es que esta historia está hecha para reflexionar y enojarse un poco. En principio hay que definir que la sinopsis es un poco engañosa pues parece que la trama general va a ser Kim Ji-Young hablando con voces extrañas, pero realmente esto ocurre solo un par de veces al inicio de la novela y no comprendo muy bien cuál era el fin de ello, teorizo que la idea es dar a entender que esta es una historia de todas, que las voces de Kim Ji-Young son las voces de todas las mujeres que estuvieron antes de ella, más como un recurso metafórico (¿Podría yo estar mal? Sí, pero es solo una teoría). La verdadera historia de este libro es una especie de denuncia social del machismo y sexismo tan imperante, aún en nuestros días, en Corea (y en el mundo en general, aunque, en mi opinión, en menor medida). La historia de Kim Ji-Young tiene momentos que hacen que el lector se enoje, realmente, y se sienta asqueado de todos esos comportamientos que son tan normales que ya no vemos como malos, desde impulsar la natalidad del varón, permitiendo abortos por el simple hecho de que el producto era del género femenino, hasta dar prioridad a los hombres para comer, las mujeres después somo una especie de infrahumanos. Hasta tocar temas como la maternidad y los roles que se asignan, todo esto parece innecesario pero en realidad no lo es, cada capítulo de la vida de Kim Ji-Young (que, evidente e intencionadamente tiene un nombre común para mostrar que estos son sucesos comunes de la vida de cualquier mujer coreana) vemos acontecimientos que van formando una cadena que termina en una vida llena de restricciones para las mujeres.
¿A qué me refiero con cadena de eventos? Pues desde pequeñas, las niñas deben ceder su necesidad básica de alimentarse en favor del varón, cosa que veremos reflejada en la adultez con la típica mujer que sirve a todo el mundo y es la última en sentarse a comer y nadie jamás se cuestiona porque no es un hombre el que haga esto, pasando por hombres acosando a jóvenes estudiantes cuyo único delito fue o ser amable o usar una falda que forma parte de su uniforme, incluso hay una escena en donde se menciona que, en el colegio, los chicos podían ir cuando quisiera en uniforme de deporte, quitarse la camisa si hacía calor o usar el uniforme como se les pegara la gana “porque son varones y tienen más energía, por tanto es lógico que puedan usar el uniforme de deporte”, mientras que las chicas tenían que ir en falda aún con frío y aguantarse el calor que hiciese. ¿Qué enseñanza tenemos? La mujeres debe tener reglas de vestimenta pero el varón puede hacer lo que quiera. Una de mis escenas favoritas es la del trabajo, bueno yo la llamo así, donde vemos lo difícil que es para la mujer entrar a la fuerza laboral, lo fácil que es que ganen menos que sus contrapartes masculinas lo que lleva a que, cuando se casan y tienen hijos, sean ellas las que deban abandonar la fuerza laboral porque al final “no ganan tanto”, incluso mi escena favorita de todo el libro es cuando la familia y el esposo de la protagonista comienzan a presionarla para ser madre, así que Kim Ji-Young enfrenta a su marido preguntándole ¿a qué va a renunciar él? Lo que lo desconcierta y le contesta que ya no podrá salir con sus amigos o que tendrá que trabajar un poco más para alimentar una boca más, pero Kim Ji-Young contraataca diciendo que no es comparable a lo que ella renunciara. Esta es una escena tan real, tan fuerte y tan poderosa que tuve que releerla un par de veces porque es totalmente cierta, las mujeres renunciamos constantemente a mucho, a nuestros sueños, a nuestras metas, a nuestro cuerpo incluso (porque durante 9 meses es nuestro cuerpo el que cambia y son cambios que asustan y que son dolorosos) en favor de la maternidad, vale cuando la mujer desea ser madre pero cuando no queremos enfrentamos comentarios de “egoístas”, “poco mujer”, “te vas a quedar sola”, y estudios sesgados de que “las mujeres de más de 50 años sin hijos viven deprimidas y se quieren morir”. Podría continuar pero prefiero dejar que sean ustedes los que conozcan este libro y se formen una opinión propia sobre el mismo, en líneas generales me gustó y pude sentirme identificada, mi único problema es que no termino de encantarme y me genero una sensación de decepción y desencanto de la humanidad, aunado a un fastidio hacia las normas impuestas por la sociedad, así que, creo, que sí cumplió su propósito de reflexión y de denuncia social. Pero me encantaría leer sus opiniones…

Enlace: https://trancedeletras.blogs..
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