Nunca me he considerado una persona a la que le guste el rap. Sin embargo la prosa de Nache es de una atracción excepcional. En sus 198 páginas, Nach consigue transmitir un cúmulo de sentimientos que transicionan por distintas emociones las cuáles cualquier persona del mundo, sea de la raza, clase o estatus que sea, se puede sentir identificado. Silencios vivos es un diario personal escrito por otra mente, un refugio de papel para otro corazón pero un poemario dirigido para una misma alma. |