El último gudari

Esta novela me llamaba mucho la atención cuando salió ya que he vivido el tema en mi adolescencia, de hecho en 2005 yo tenía 26 años. al ser de Andalucía no lo he vivido como si hubiera nacido en el País Vasco, pero a nivel nacional todo el mundo de mi edad lo sufrió, también hubo algún atentado en mi ciudad. Además, quién ha podido olvidar el secuestro de Ortega Lara o el asesinato de Miguel Ángel Blanco? Yo los recuerdo y se me pone la piel de gallina. Con esta lectura es inevitable rememorar todas esas atrocidades, pero El último Gudari es mucho más que todo esto, porque también vamos a conocer la visión de los verdugos. Hayas conocido o no esos tiempos, te va a resultar un thriller en el que querrás saber mucho más y llegar a un "final feliz", pero es complicado en este tema.

La acción comienza con el desmantelamiento de una comando etarra, aunque el comando intenta esconder todos sus papeles, Alkorta y Reyes, los policías que los detienen, consiguen encontrarlo todo. Esto es igual o más importante que la detención en sí porque pone al equipo en aviso de los próximos pasos de la banda, de lo que tienen pensado hacer, además de dar información de más comandos, de los entornos que tienen que vigilar y demás. La verdad es que es un pedazo de golpe. No olvidemos que estamos en 2005, y ETA ya no es lo que era, la policía tiene mucha más experiencia en desarticular comandos y sabe los pasos que vendrán a continuación, ya no tienen tanto poder, Francia, lugar por excelencia al que huyen todos y allí estaban a salvo, antes eran reticentes a colaborar con España, pero ahora empiezan a hacerlo mano o mano porque a ellos tampoco les interesa tenerlos en su territorio. En la organización hay fisuras y el problema es que ahora son más peligrosos que nunca porque su lema es "morir matando".

Los tres etarras acaban en la cárcel, entre ellos vamos a conocer más a fondo a Lierni, la chica del comando, que irá a una cárcel de mujeres bien lejos (siempre son llevados a cárceles muy lejos, por eso las exigencias de siempre del acercamiento de los presos). Lierni cree en la causa a pies juntillas, y cuando llega allí se encontrará con otras mujeres etarras, harán piña y se apoyarán las unas en las otras. Pero Lierni comienza a vivir cosas en la cárcel y empieza a pensar más allá de todo lo que le ha inculcado la banda. También conoceremos a su madre, Felisa, que va rigurosamente a visitar a su hija a la cárcel gracias a los autobusés que les facilitan a los familiares la organización. Esto tiene una contraprestación, ella tiene que estar de parte de la banda, acudir a las manifestaciones, hacer declaraciones si se le pide y demostrar su lealtad, cuando la pobre mujer no entiende nada de nada, piensa que la desgracia ha caído sobre su familia y sólo quiere estar al lado de su hija y abrazarla. Los encuentros entre Felisa y su hija en la cárcel me han dado mucha ternura y me han creado un nudo en el estómago, sobre todo los primeros, la mujer se preocupa por ella y Lierni sólo está interesada en como va la organización, si su foto está puesta en la plaza con otros etarras apresados como si fuera un mártir, si su novio la sigue queriendo o ya se ha liado con otra, y cuando la mujer le pregunta si está bien, le habla de amor y le demuestra su cariño, la despacha con cajas destempladas.

Alkorta y Reyes, junto con algunos policías más, ertzainas y un grupo de Francia, van a ser quiénes luchen contra la organización criminal. Vamos a asistir a sus pesquisas, a horas apostados vigilando Herriko Tabernas, de donde sacan muchísima información con aparatos de escuchas, también vigilando a sospechosos de secuestro... Su trabajo es duro y cansino, muchas horas esperando, sin hacer nada más que pensar y pensar, y atentos a ver si salta la liebre. Los dos tienen momentos de bajón, en los que piensan si merece la pena, si su trabajo servirá para algo, ya que detienen un comando y aparecen tres nuevos... Pero se consuelan en que si gracias a ellos se libera un secuestrado o se evita un atentado, algo bueno es. En la Herriko Taberna que vigilan conoceremos al dueño, que es uno de los colaboradores más activos de la banda, ya que se encarga de recaudar las extorsiones que hacen a empresarios, políticos, y demás. Mandan cartas con amenazas a ellos y sus familias, y no les queda otra que pagar. de esta manera se sustenta la banda para pagar los viajes, las huídas, explosivos, pisos francos, los coches que intercambian cuando huyen de los dispositivos de vigilancia... El entramado es brutal y en esta novela queda muy claro todo. La verdad es que no sabía hasta donde llegaban los tentáculos de ETA, y la lectura me ha absorbido de tal manera que quería saber más y más porque la novela nos muestra tantas subtramas de tantos personajes dentro del germen de la banda, y todas son tan interesantes, que sus 750 páginas se te harán cortas.

Por otra parte tenemos la desparición de un empresario cuyo secuestro ha sido reivindicado por la banda, lleva ya más de un año presuntamente encerrado en un zulo y después de mucho tiempo de vigilancia creen saber dónde está. Pero no se puede dar un paso en falso, porque si el equipo accede a donde piensan que está y no es así, la reacción de ETA es imprevisible, pueden matarlo directamente, si es que no lo hay hecho ya, o quizás lo han dejado morir de hambre directamente. La verdad es que los de la banda están tan cegados por sus creencias que no tienen empatía ninguna, y todo esto traspasa la lectura. Es como si pertenecieran a una secta, ellos piensan que son héroes, que el pueblo vasco les tiene que dar las gracias por lo que están haciendo por ellos. Brutal, porque el autor recrea escenas duras sin ningún pudor, eso sí, sin recrearse en dramatismos, sólo ofreciendo al lector una realidad, novelada eso, sí, es ficción, pero no nos olvidemos de que es algo que existió y lo más espeluznante es que mucha gente del lugar sigue creyendo en la causa. Nos pondremos también en el lugar del vigilante del secuestrado, ese que está tan orgulloso de que le hayan asignado esa loable tarea, como se enfrenta al secuestrado cuando tiene que atenderlo, las veces que ha pensado en abandonarlo y pasar de todo.... Esta novela engancha porque te abre los ojos a las dos partes, y puedes "entender" a los asesinos. No entenderlos de ponerte en su lugar, eso nunca, sino entender que tenían tan lavado el cerebro que ellos pensaban que lo que hacían era lo correcto y para "salvar" a su pueblo, si la sangre tenía que correr, que corriera. Me parece brutal!

Por cierto, he encontrado un artículo super interesante y que os va a poner los pelos de punto del secuestro real de Ortega Lara, que muchos vivimos cuando éramos jóvenes. Si queréis echarle un ojo, vais a flipar. Justo el año pasado se cumplieron 25 años de su liberación, lo que os digo, lo tenemos super cerca en el tiempo: https://www.lasprovincias.es/sociedad/tortura-dias-20170625164345-nt.html
Y también vamos a tener a Xabi, su mujer y su hijo. Xabi es un concejal del partido opuesto a ETA que no agacha la cabeza ante las amenazas de la banda. Llega el temido día en el que recibe una carta en la que le indican que es uno de los próximos objetivos. le ponen escolta, que será otro de los personajes secundarios de la novela, pero que también tendrá su papel y será importante, todos los personajes tienen su historia recogida aquí, por eso me ha gustado tanto, todos más o menos al mismo nivel de protagonismo. Salva será este escolta, que al principio no se entiende con su protegido, él quiere hacerlo todo con su protocolo para que salga bien (eso de mirar los bajos del coche que todos sabemos y mil cosas más) y Xabi pasa bastante. Pero finalmente, al pasar tanto tiempo juntos no les quedará otra que trazar una amistad, aunque si el atentado se produce, qué pasará con estos dos hombres? Y qué será de la familia de Xabi, con un niño pequeñito de 5 años que se quedaría huérfano? Por supuesto no os voy a contar las cosas claves de la historia pero os puedo decir que hay escenas sobrecogedoras y que nos harán recordar todo lo que vivimos los de la época, esas manifestaciones con las manos pintadas de blanco por Miguel Ángel Blanco, esa incertidumbre porque pasaban las horas, se acercaba el momento en el que la banda decía que lo mataría y no se sabía nada de él... Yo me acuerdo perfectamente de aquel día, de donde estaba y de lo que sentí, y vosotr@s?.

Y como os he dicho, en la otra parte tenemos a Jone, una abogada que creía en la causa y defendía a los terroristas detenidos, y su hijo Pipe, que tiene una banca con Txiki, Ibon, Santi, y se dedican a la defensa de la banda, organizar manifas, tirar cócteles molotov, hasta estar preparados para ingresar al 100%. Pero Jone desde hace tiempo teme por su hijo. Ha visto mucho y ha vivido mucho por estar "apegada" a la banda y desde hace un tiempo no le convencen ni los métodos ni los pensamientos. Y hay algo que también sabe, que quien entra, ya no puede salir y lo vivirá en carne propia. Por otra parte, hay algo que sucede que es tan trascendental que algo hace click en la cabeza de Pipe, y madre e hijo, separados hace tiempo emocionalmente, se reencontrarán sin buscarlo por todo lo que están viviendo. Esta pareja de protagonistas me han dado escenas de ternura, escenas de desasosiego...

Y por qué se llama esta novela El último Gudari? Porque también conoceremos a Arrano, el jefe de la banda en este momento, es ese jefe etarra sanguinario que tiene a todos bajo su mando y al que no le tiembla el pulso cuando hay que matar, aunque no esté en el plan o no haya peligro, sólo por el gusto que quedar por encima. A ese que si tiene que sacrificar a uno de los suyos lo sacrifica para huir, dejándolo tirado donde haga falta. Ese al que nadie le puede discutir, al que hay que seguir, idolatrar, y si te sales del camino que él ha trazado, prepárate... Sabremos sus pensamientos, lo que planea, cómo organiza al comando, y cuando esté todo perdido, como actuará. La verdad es que esta novela ha sido todo un descubrimiento!

Por todo esto que os cuento, y para terminar, os recomiendo sí o sí esta novela porque creo necesaria su lectura, porque todos los personajes tienen peso suficiente para encerrar 10 historias dentro de la trama principal, personajes muy bien trazados, no hay ninguno que sobre. El último Gudari combina thriller, drama, acción, con una ambientación muy bien conseguida, con unas escenas brutales, duras, que nos van a hacer revivir mucho de esos años (los de allí más aún). Me ha gustado muchísimo esta lectura y es no es de esas novelas que al poco tiempo olvidas, va a permanecer mucho tiempo en mi memoria.
Enlace: https://losauguriosdelaluna...

"El último gudari" es la primera novela de José María Nacarino. En ella se adentra en un mundo de violencia protagonizado por ETA, en el año 2005.

Reconozco que me daba un poco de respeto adentrarme en esta lectura, lo primero por el tema a tratar, lo segundo por su extensión (757 páginas), pero lo cierto es que, gracias a la manera de narrar de su autor, la lectura me ha resultado muy amena y ha conseguido irme enganchando por partes.

José María Nacarino usa una prosa sencilla, en la que nivela muy bien los temas políticos sobre ETA con el thriller que se esconde de base en la novela y un montón de sentimientos. de no haber sido así, creo que el lector no se hubiera podido sentir parte de la novela, ya que le traslada a una época que muchos hemos vivido.

"El último gudari" pone sobre el papel diferentes lados de un mismo tema. Por un lado, están Lierni, Arrano, Pipe, Gamboa y un montón más de personajes implicados de una manera u otra con ETA. En el lado opuestos a ellos, están por un lado Alkorta y Reyes, policías encargados de dar caza a Arrano, jefe etarra, pero también Xabi, un concejal que está en el punto de mira de la banda. El lector también podrá vivir la situación de los familiares, como Felisa, madre de Lierni o de Elena y Unai, esposa e hijo de Xabi. Diferentes caras de una misma moneda que están unidas por un mismo punto: la banda de ETA.

"El último gudari" mantiene varias tramas activas a lo largo de la novela. Algunas de ellas me han hecho recordar ciertos acontecimientos vividos cuando era pequeña. Esas imágenes en televisión de los atentados o de Miguel Ángel Blanco, y toda la gente en la calle en su nombre. Otras, por ejemplo, la relacionada con Xabi, me ha resultado especialmente dura de leer. Ese miedo diario, aprender a convivir con ello, acostumbrarse a los escoltas, a revisar los bajos del coche en busca de alguna bomba lapa, a salir de casa pensando si sería hoy el día y muchos otros sentimientos que el autor pone en primer plano. Por otro lado, todo el despliegue policial me ha llamado mucho la atención, creo que el autor ha hecho un buen trabajo en lo referente a ello, detallando cada movimiento necesario para realizar los seguimientos y evitar que los mordiesen, como ellos dicen. También deja ver claramente las dificultades que se tienen y las trabas sobre todo burocráticas, pero también en referencia a la política o la necesidad de tapar cierta información para no comprometer al "amigo" de turno. Es duro ver como ciertas cosas pesan más que la vida de una persona o la justicia frente a un asesinato.

En una lectura tan larga, y con una trama tan especial, creo que es difícil que el lector pueda mantener el mismo ansia de lectura durante todo el tiempo. En mi caso, como dije más arriba, me ha mantenido enganchada por partes. A pesar de la balanza que el autor ha mantenido dando pinceladas de un tema y de otro de manera alterna, en algunas partes la lectura me ha resultado más estática, quizá fueran mis ganas de que la historia avanzase más rápido para saber cómo se iba a desarrollar, sobre todo el despliegue policial. Eso no quiere decir que al libro le sobren páginas ni mucho menos, ya que esas partes más lentas son necesarias para el correcto desarrollo de la trama, en caso contrario todo resultaría demasiado fácil y se alejaría de la realidad. A pesar de ello, de poco más de la mitad del libro en adelante, ya no he podido parar de leer.

Me ha gustado mucho un detalle sobre los títulos de los capítulos. Cada título está escondido dentro del propio capítulo. Sea una palabra o varias que pertenecen a una frase. Para mí ha sido un pequeño juego ir localizando el título en cuestión y ha logrado que me fijase más ellos.

Hay que aclarar también que el autor detalla al final de la historia las pequeñas licencias que se ha tomado respecto a los hechos ocurridos realmente para dar forma a la parte ficticia de la historia.

Otro aspecto que me gustaría detallar es que, en diferentes partes, hay diálogos en francés y en vasco. En algunas ocasiones son sólo palabras sueltas que por el contexto se entienden bien, pero en otras partes no, y al no venir a pie de página traducidas, dificulta su entendimiento si no sabes el idioma, por lo que he tenido que recurrir a un traductor. Creo que un buen detalle habría sido incluir las traducciones para evitar esa ligera molestia al lector.

En resumen, "El último gudari" es un thriller bien ambientado que detalla una época de nuestro país que no se tiene que olvidar, ya que afectó a tantas familias víctimas de la banda y conmocionó en más de un sentido al país entero.
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Hoy tenemos ante nosotros un libro ambientado en el mundo ETA, y lo bueno de este libro es que ahonda en todas las variables posibles.

Ya he leído unos cuantos relacionados con la temática y la verdad que aún me siguen sorprendiendo con enfoques diferentes.

El último gudari supone el estreno de su autor, José María Nacarino, que me ha sorprendido por varios puntos, primero que no es vasco, pero nadie lo diría porque es capaz de hacer que el lector viva en primera persona la ambientación, tensión y sentimiento de los personajes en los diferentes lugares y ambientes que nos depara el libro, (quizás fruto de tener familia allí y pasar temporadas en su niñez). otra sorpresa es que un autor novel se estrene con un libro que es extenso (760 páginas) y consigue que parezcan 300, no hay otro misterio que saber hacer en la narración y un proceso de reescritura, relectura y corrección que a veces es más notorio en las primeras novelas y que pasa a segundo plano por desgracia en escritores más veteranos.

La narración de la novela es en tercera persona omnisciente y con un orden temporal lineal salvo algún pequeño retroceso, por lo que es una estructura muy fácil de seguir, además está dividida en 5 partes que suman 111 capítulos, por lo que los capítulos avanzan debido a su corta extensión. Estos capítulos alternan las sub-tramas de la novela, algo que no introduce nada nuevo pero que resulta muy eficaz. El cierre de la novela nos aporta los agradecimientos del autor y una nota aclaratoria.

El comienzo de la novela nos trae grandes dosis de acción y tensión con la detección de un comando de ETA por lo que el enganche es automático desde el inicio. Posteriormente y de manera paulatina se introducen las otras sub-tramas que nos muestran los últimos años de ETA (2005), donde la banda parece languidecer y resurgir a la par que en su interior hay luchas de poder y diferentes visiones de como afrontar la lucha.
De modo general se pueden dividir las tramas en el mundo de la policía y su lucha e investigación diaria, la visión adolescente de las cuadrillas inmersas en un ambiente de rechazo y donde lo honorable es luchar por la tierra, la posición de los políticos amenazados por el pueblo y la banda, y la división dentro de la propia organización donde algunos quieren morir como héroes y donde los presos disgregados comienzan a generar dudas.
Para destacar los puntos fuertes de la novela haré mención a 2 cosas.

La documentación: Un trabajo arduo y largo, ya que está presente en toda la novela lo que sin duda es un amplio trabajo de documentación que nos hace conocer de primera mano el ambiente abertzale y el ambiente policial con sus variantes de la Nacional o de la Ertzaina, documentación salida del entorno del autor.

Sensaciones: Vamos a descubrir la sensación de temor, arrepentimiento, amor incondicional de madre buscando el lado bueno de los hijos por horribles que puedan parecer, distorsión de la realidad donde por muy malo que sea lo que haces está justificado y peor es lo de los otros. Apuntar que de manera sublime se narran estas sensaciones donde a veces te subes a la noria y ya no puedes bajar pero el tiempo te apunta que te has equivocado y ahora solo queda apechugar. Me ha encantado entresacar algo que no dice el autor pero que parece insinuarlo, quizás si los de la organización hubieran leído un poco más, y solo quizás, las cosas hubieran sido diferentes.
Otro ambiente destacable es el que nos lleva a Francia, donde la colaboración con la Gendarmerie francesa y el deambular de los fugados por estas localizaciones me ha gustado mucho.

Los personajes están muy bien trabajados y donde no se puede destacar un protagonista, incluso podemos hablar de novela coral por el equilibrio que existe entre las tramas y los personajes, incluso algunos que no están tan presentes como otros logran destacar y llevar el peso de la unión de todas las tramas como en el caso de Felisa, madre de Lierni, la cual presenta una evolución que me ha encandilado.
El final me ha parecido un poco abierto y genérico en alguna de las tramas ya que todas podrían continuar, personalmente hubiese cerrado un poco más pero ¿puede que algún día vea su continuación?...
CONCLUSIÓN:

El debut de José María Nacarino resulta redondo, un libro con mucho trabajo de fondo que a través de sus elaborados personajes nos permite conocer de primera mano los últimos momento de la banda terrorista ETA y la desbandada de muchos que parecían despertar en ese momento.

Un capítulo estelar nos planta ante una bomba y pone en nuestro interior el aturdimiento y el zumbido de oídos y nos plantea una pregunta; ¿Por qué? , una pregunta que precisamente esta semana celebraba un macabro aniversario que hoy aún no tiene respuesta.

Unos personajes tan bien creados que me hacían constantemente visitar al Sr. Google para descubrir si eran reales o no.
Gudari hace referencia a los soldados vascos de la guerra civil, el término lo adoptó la banda terrorista para convertirse ante los ojos del pueblo en una especie de mártires salvadores de la tierra vasca.

Una novela extensa que quizás de haber sido un poco más corta llegaría a más lectores a los que la extensión les intimida, pero en realidad el libro no se hace largo para nada.

Un tema sensible y complejo donde nadie tiene la razón absoluta y donde el autor no se posiciona para que el lector saque sus propias conclusiones.

Sin duda recomendada.


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La trama se sitúa en el País Vasco en el año 2005. ETA se va acercando a su fin, la presión policial cada vez es mayor, Francia ha empezado a cooperar con la justicia española y la propia organización está en crisis. En este contexto tenemos a dos policías, Alkorta y Reyes, que, a partir de la documentación incautada a un comando desarticulado, van a intentar detener a otro comando, el más sanguinario de los que en esos momentos están en activo. Y, de paso, intentan estrechar el cerco en torno al escurridizo Arrano, un jefe de ETA huido a Francia.

Por una parte tenemos las pesquisas de Alkorta y Reyes, los pasos que van dando para identificar etarras y colaboradores. Por otro, a Xabi, un concejal que no se calla y que la banda terrorista tiene en su punto de mira. Igualmente, seguiremos a Lierni, uno de los miembros del comando cuya desarticulación da inicio a la novela. Finalmente, a Jone, abogada de etarras que considera que la banda no está yendo por buen camino y debe replantearse su actividad, dirigiéndose hacia una tregua. Y unos cuantos personajes más que no pueden calificarse de secundarios.

Reconozco que durante mucho tiempo me he estado negando a leer libros sobre el conflicto vasco y sobre el terrorismo de ETA. El asunto está demasiado cerca en el espacio y en el tiempo. Lo he vivido en la realidad y no me apetece vivirlo en la literatura. Pero reconozco que es un tema que puede dar lugar a historias literarias muy interesantes y, por eso, aunque sea con cuentagotas, me voy acercando al mismo. Por ejemplo, aún no me he atrevido con la famosa “Patria”. No obstante, novelas como esta que abordan el tema como si de una novela policíaca o un thriller se tratara, me atraen más. Esta novela me dio buenas vibraciones cuando la vi en el catálogo de novedades de Ediciones B y me decidí a dejar de lado mis prejuicios y leerla. Y qué bien hice: como os he dicho al principio, me ha encantado, le doy la máxima valoración y va directa a mis mejores lecturas del año.

Me ha gustado mucho cómo aborda Nacarino la cuestión, desde todos los puntos de vista. Da una visión muy completa de lo que fueron aquellos años y eso lo consigue a través de una novela coral en la que se entrecruzan constantemente varias historias paralelas.

Tenemos, por ejemplo, la trama de Lierni que es detenida al principio de la novela e ingresada en prisión. Esta trama da pie al autor para contar cómo era la vida de los etarras en las cárceles, alejados de los presos comunes pero por indicación de la organización que no les permitía hacer cursos, actividades, en fin, relacionarse con los presos comunes. La presión en la cárcel sigue siendo tan fuerte como lo era fuera, controlando que ningún preso se salga del redil y, Dios no lo quiera, se arrepienta de lo que hizo. al mismo tiempo conoceremos a la madre de Lierni que acude mensualmente a visitarla en un autobús fletado por la organización. Igualmente, recibe ayudas pero, claro, eso también tiene su contrapartida pues se le exige que participe activamente en manifestaciones y que demuestre su vinculación con las ideas de la banda.

Luego tenemos a los dos policías encargados de luchar contra la banda terrorista. Conoceremos sus métodos, la dureza de una profesión que les pone en riesgo continuamente y que les aleja de sus familias y de una vida normal. Toda la trama relativamente a Reyes y Alkorta es una trama puramente policial.

Tenemos también a las víctimas: amenazados, asesinados y secuestrados. Conoceremos la vida de un concejal amenazado por ETA, lo mal que le miran en su pueblo, sus convecinos, cómo reaccionan su mujer y su hijo. Y sabremos de los escoltas que durante tantos años seguían como sombras a mucha gente en Euskadi. También conoceremos a un secuestrado que lleva como un año metido en un zulo.

Por supuesto, conoceremos a los terroristas y su entorno. Los que ya tienen delitos de sangre, los cabezas pensantes, los huidos, la cantera… La gente que les apoya, la gente que tiene miedo y no hace nada, las extorsiones a empresarios…

En fin, ya veis que es un libro completísimo que aborda todos los puntos de vista y nos deja hacernos una idea cabal de cómo se vivía por aquí en aquellos años. La ambientación es fantástica y la caracterización de los personajes también. Es una novela coral en la que la mayor parte de los personajes tiene una importancia similar y cuyos caracteres están desarrollados con mimo, pretendiendo dar una idea de sus motivaciones y su forma de actuar.

“El último gudari” es una novela entretenidísima, prácticamente un thriller. Son más de setecientas cincuenta páginas pero os aseguro que se hace corto. Yo lo he leído con avidez y he de reconocer que ha habido momentos en que me ha emocionado hasta las lágrimas.

Por cierto, la historia en sí es ficticia, los personajes no son reales. No obstante, lo que cuenta ocurrió de forma similar a personajes muy similares, ya lo sabéis.

Conclusión final

He disfrutado muchísimo de este libro y, sin duda, os lo recomiendo.
Enlace: https://librosquehayqueleer-..

«Nosotros necesitamos suerte todos los días. A ellos, con un día les basta».
 
 
He disfrutado tanto esta lectura, tanto, que no sé ni cómo empezar, para convenceros. Si me dijeran, una sola frase que defina al autor, no da puntada sin hilo, fascinante. He disfrutado con los personajes, ni uno es inútil, ni uno está escrito para rellenar, hay una evolución constante en el pensamiento de todos ellos, no son los mismos al terminar la novela, los acontecimientos narrados han hecho que cambiasen, magnífico. Es una historia de personas y sus vidas, de un bando y de otro. Su ritmo narrativo hace que 740 páginas sean escasas, la estructura bien trazada y los perfiles de los personajes, como os he dicho, bien marcados con pocas pinceladas, pero suficientes.
                No me lleva de la mano, no me dice a las conclusiones que tengo que llegar ni las ideas que se me deben quedar, aborrezco que los escritores se piensen que los lectores somos lerdos y necesitamos que nos fijen opinión. Nacarino me deja mi espacio de reflexión y pensamiento. Pero si de toda la obra destacase algo sería los diálogos.
El diálogo es una herramienta magnifica que se empeñan en usar, algunos, como relleno, conversaciones banales en escenas cotidianas que el lector conoce por su rutina diaria y que desconectan o evaden de la lectura. Pero José María Nacarino usa estos diálogos con inteligencia, hacen pensar, enseñan, da puntos de reflexión para debates. Son diálogos con apertura de mente, con una visión amplia sobre dos enfoques, que en algunos casos ofrece puntos en común, pero también pensamientos opuestos. Llegamos a comprender a ETA, no a justificarlos, que nadie se confunda, comprendemos el miedo de algunos etarras, sus ideales, pero también el limbo en el que quedaron suspendidos otros.
Es una trama central que remueve por dentro, porque es una herida que perdura en nuestra mente. Recuerdo el miedo que se vivió a los paquetes olvidados o las mochilas solitarias, el miedo a los atentados y a ser daños colaterales, el miedo de nuestros padres cuando descubrían que nuestra mejor amiga su padre era Guardia Civil, sí, es una etapa de nuestra vida viva en la memoria.