La huella de la noche

Es el segundo libro que leo de este autor. El primero que leí, “Central Park”, no me gustó ni me convenció ya que me sentí engañada por el autor, al utilizar engaños para llevar la trama por donde el quería.
Pero a la vista de la sinopsis de este, que me llamó la atención, decidí darle otra oportunidad.
En esta ocasión, no me he sentido tan engañada como en el otro; pero si un poco. Ya explicaré el motivo.
La trama es la que explica la sinopsis: el reencuentro de unos amigos, que estudiaron juntos en un internado de élite francés, en la celebración del 25 aniversario de su promoción. Esta reunión está enturbiada por la desaparición en el último curso de una alumna y un profesor, dando por supuesto que se fugaron juntos.
La narración es casi siempre en primera persona, por parte de Thomas; aunque hacia la parte final, toman voz ocasionalmente otros personajes.
También encontramos una alternancia de los capítulos entre el momento actual y los que ocurrió 25 años atrás. El ritmo es bastante ágil, se lee fácilmente y se nos van desvelando los detalles de toda la situación desde el punto de vista de Thomas.
Ahora, los personajes. Estos me han gustado, sobre todo el protagonista, Thomas. Escritor de éxito, afincado en nueva York, hijo de los que eran directores del internado en esa época y con los que mantiene una relación un tanto distante. Se mantiene muy coherente a lo largo de toda la obra y se comporta como era de esperar tanto antaño como actualmente.
También está Maxime, que fuera su mejor amigo en esa época, hijo de un constructor del que se sospechó que tenía chanchullos con los políticos y con la mafia. Aunque es un personaje interesante, lo que conocemos de Maxime es a través de Thomas.
Teniendo en cuenta lo anterior, el libro me estaba gustando y me costaba dejar de leer.... hasta la última parte del libro (aproximadamente hasta el 80-85 %)!!!
Y aquí, me ocurrió como con el anterior. de repente, aparecen unas situaciones relacionados con determinados personajes, que no encajan ni con pinzas. A ver, no es solo que sea un giro inesperado, es que es totalmente incoherente.
Menos mal que es hacia el final del libro y he podido disfrutar del resto de la novela.

Thomas, un escritor francés afincado en Estados Unidos, vuelve al sur de Francia, donde nació y vivió de niño y joven, para asistir a las celebraciones por el aniversario del colegio en el que estudió. Y porque su mejor amigo de entonces le comunica que van a realizar unas obras de remodelación en el edificio y, con ellas, se descubrirá un secreto largamente guardado entre sus muros. Un secreto que por nada del mundo debe salir a la luz

Hace veinticinco años dos personas relacionadas con el colegio desaparecieron a la vez. Una fue Vinca Rockwell, novia de Thomas y a quien nunca ha podido olvidar. La otra un joven profesor al que se relacionó con Vinca. La versión oficial es que ambos huyeron juntos pero lo cierto es que nunca se ha vuelto a saber nada de ninguno de los dos, lo cual resulta de lo más extraño

Ahora todo está a punto de volver a la luz. Y es que alguien parece que quiere vengarse por todo lo que pasó hace veinticinco años. ¿Qué les pasó a Vinca y al profesor? ¿Siguen vivos?¿ Dónde están? ¿Quién quiere vengarse? ¿Será Thomas la próxima víctima?

“La huella de la noche” es una novela de misterio sumamente entretenida. El autor ya nos cuenta bastantes cosas desde un primer momento: que hubo un asesinato y quiénes lo cometieron (la propia sinopsis lo dice pero yo prefiero obviarlo, mejor leer el libro sin saber nada de nada –a pesar de que esa cuestión aparece en las primeras páginas-). No obstante, enseguida nos daremos cuenta de que hay cosas que no cuadran y eso nos dará ganas de saber qué pasó en realidad. Por otro lado, la cuestión se va complicando cada vez más y, lo que en un principio parecía casi previsible, acabará deparándonos un montón de sorpresas.

La mayor parte de la novela está narrada por el propio Thomas en primera persona. Hay momentos en los que será un narrador omnisciente quien tome la palabra pero son los menos; en casi todas las páginas es Thomas el narrador. Un narrador verosímil, que no duda en contar las cosas cómo son. O, más bien, como él cree que son. Quiero decir que es un narrador veraz, que no nos miente y que confiesa sin problemas sus pecados. ¿Pero sabe realmente todo lo que pasó? Está claro que no lo sabe todo y que tendrá que descubrir muchas cosas. Y nosotros las descubriremos con él

Aparte de su voz y la ocasional de un narrador omnisciente, acercándonos al final de la novela descubriremos otras voces narrativas. Diferentes personajes de la historia tomarán la palabra para contar lo que ellos saben y, así, podremos montar el puzle y saber realmente qué pasó. Me ha gustado mucho la técnica utilizada por el autor. Primero, que sea Thomas el que nos cuente todo. Porque, a pesar de lo que sabemos de él, es un protagonista que se hace simpático y es inevitable ponerse de su parte. También porque es un narrador no omnisciente: él no sabe todo lo que pasó (aunque lo crea) y vamos a poder descubrir la verdad al mismo tiempo que él. Segundo porque el hecho de que los demás implicados en la historia tomen al final la palabra para darnos su pieza del puzle, hace que todo encaje de la mejor manera posible y, sobre todo, que entendamos los motivos de cada cual para actuar cómo lo hizo.

La novela transcurre en Antibes, en la Costa Azul francesa. Si bien el autor no se prodiga en detalles de los escenarios, sí que da los suficientes para situar bien la historia y trasladar al lector a ese lugar idílico –que en este caso no lo será tanto-.

El libro es realmente adictivo. El autor maneja bien la intriga y sabe dosificar convenientemente la información que da al lector para mantenerle pegado a sus páginas. El libro resulta de lectura sencilla, el ritmo es más bien rápido y lo mejor es que no sólo no decae en ningún momento sino que se va acelerando progresivamente hasta llegar a un final que me ha gustado mucho


Conclusión final

He disfrutado mucho con “La huella de la noche” por lo que no dudo en recomendarlo.
Enlace: https://librosquehayqueleer-..

Con una estructura sencilla y lógica y contada en dos épocas distintas, entre el pasado y el presente, nos adentramos en el mundo de Guillaume Musso.
El libro relata una historia ocurrida la noche del sábado 19 de diciembre de 1992 en el liceo de Saint-Exupéry de Sophia Antipolis al sur de Francia. El campus paralizado por la nieve se convierte en el escenario ideal para el desarrollo de una serie de sucesos.
Han pasado veinticinco años de aquellos hechos y Thomas Degalais regresa a Francia para la celebración del 50 aniversario del liceo, lugar donde estudió. Allí se reencontrará con antiguos alumnos y profesores y como en un mal sueño el pasado regresará para invocar unos recuerdos lejanos.
Con una prosa sorprendentemente sencilla y ágil la trama se desarrollará alrededor de la desaparición de Vinca Rockwell: “era una chica culta, vivaracha y ocurrente de melena rojiza, ojos de colores distintos y rasgos delicados”.
Tres amigos y antiguos alumnos del liceo, Thomas Degalais, Fanny y Maxime, (también eran los mejores amigos de Vinca)se juntarán de nuevo para intentar descubrir qué paso esa trágica noche de la tormenta.
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Puesto que cada personaje soporta su propia carga emocional y personal, nos sorprendió la dualidad con la que autor ha querido tratarlos y contribuir a giros inesperados en la historia. Cuando creemos empatizar con un personaje, nos sorprende con un nuevo enfoque de la trama, dando rapidez y enganchando al lector con nuevas perspectivas sobre los hechos.
La novela tiene varios temas de fondo. Por un lado trata sobre la amistad y la lealtad de las personas. ¿Somos aliados o traidores? A veces, ambas cosas a la vez.
Por otro lado, Musso plantea de manera brillante el tema de los recuerdos del pasado. Unos recuerdos confusos, amenazantes, de peligro y de muerte. Aborda el tema del destino de las personas, el que se construye por sí mismo y el que se impone por la misma naturaleza.
Y, por último, “la maldición de la gente buena”, un tema que ronda toda la novela y que iremos descubriendo según avanza la misma.

Experiencia personal y comentario crítico
El argumento nos atrapó desde el primer capítulo. Este capítulo es una primera toma de contacto con un suceso que no se retomará hasta final de la novela.
El libro está estructurado de manera cómoda y sencilla en capítulos cortos. La mezcla de pasado y presente son de gran ayuda para ir comprendiendo la verdad. Una verdad con la que el autor va jugando para hacernos reflexionar sobre la vida de cada personaje.
El libro nos ha hecho reflexionar sobre el destino de las personas, y de la interpretación dualista de la realidad, de cómo nos mostramos al mundo y lo que realmente en el fondo somos.
Ya lo decía el mismísimo García Márquez:
“Todos tenemos tres vidas, la pública, la privada y la secreta”.
Nos ha gustado mucho “La huella de la noche” y la hemos leído de un tirón por la facilidad con la Musso nos presenta una historia dolorosa con personajes que podrían ser reales aunque estemos ante una novela de ficción.
Aun presentándose como una thriller o una novela de suspense creemos que posee los ingredientes psicológicos necesarios para despertar en el lector pensamientos contradictorios sobre los personajes, convirtiendo la lectura en un brillante juego de la mente. Un juego donde el pasado no se puede mantener a distancia y donde hay que tener el valor necesario para hacer frente a tus fantasmas.
Enlace: http://yoleonovela.blogspot...

“Ahora ya veía la forma que la había intrigado. Era un cuerpo. El cadáver de una mujer, abandonado encima de las rocas. Cuanto más se acercaba, mayor era su espanto. No se trataba de un accidente.” ~ La huella de la noche de Guillaume Musso.

Thomas regresa a su pueblo natal para acudir a la fiesta de aniversario del Liceo donde estudió en los 90 y que por aquella época dirigían sus padres. Vuelve con el temor de que los actos cometidos entonces salgan a la luz y termine en la cárcel junto a su amigo del alma Máxime.

Por entonces, Thomas estaba enamorado de Vinka, una joven que levantaba pasiones entre todos aquellos que la conocían y a quien Thomas aún no ha logrado olvidar. Pero Vinka lleva desaparecida desde la misma noche en la que sucedieron los hechos que atormentan a Thomas.

Ahora, 25 años después, el escritor y su amigo Máxime comienzan a atar cabos y a averiguar ciertos aspectos de aquella época que desconocían. Y es que los recuerdos que tenemos de los hechos no siempre concuerdan con la realidad o están distorsionados por el paso del tiempo.

Guillaume Musso va tejiendo una historia sin prisa pero sin pausa; sin grandes giros pero sin parada. Poco a poco la trama discurre a lo largo de las 300 páginas narrada en primera persona por Thomas e intercalando confesiones a modo de diario de otros personajes clave.

El libro está escrito con sencillez y la historia se lee de forma pausada, dejándose de llevar, sin grandes sobresaltos ni con un ritmo vertiginoso. Los personajes se ajustan perfectamente a la máxima de Garcia Márquez de la que Musso se hace eco en el libro: “todos tenemos tres vidas: la pública, la privada y la secreta”. Tal cual.

La huella de la noche es una doble historia que sucede en paralelo. Por un lado, en 1992, una joven de 19 años, Vinca Rockwell, se fuga con su profesor de filosofía, con el que mantenía una relación secreta. Nunca volverá a saberse de ella. Por otro lado, en 2017, Thomas, Fanny y Maxime, los tres mejores amigos de Vinca, se reencuentran en una reunión de antiguos alumnos, tras haber perdido el contacto durante 25 años. No volvieron a tener relación después de una terrible noche en la que cada uno de ellos cometió un acto atroz. Ahora, al enterarse de que quieren echar abajo una pared del gimnasio para construir un nuevo edificio, temen que sus secretos queden al descubierto. Además, alguien parece estar al corriente de lo que pasó y busca venganza...

La novela, como todas las de Musso, es adictiva: te envuelve enseguida en un misterio que quieren desentrañar cuanto antes. Los capítulos son cortos, lo que, combinado a todo lo demás, vuelve la lectura ágil y hace que acabes el libro en dos días. Los hechos narrados a lo largo de la novela van aumentando la tensión hasta llegar a un final apoteósico en el que nada es lo que parece.

He de reconocer que lo que más me ha gustado de esta novela es que ha despertado mi lado nostálgico: yo también fui al instituto en Francia en los años 90 (unos años más tarde que los protagonistas de esta historia, eso sí), y encontré muchas referencias de la época y del sistema educativo que tan bien conozco. Durante toda la lectura me iba acordando de mis años de instituto y, aunque fue una época que tuvo sus más y sus menos, la recuerdo con cariño y nostalgia.