La dependienta

«La dependienta» es una novela escrita por la japonesa Sayaka Murata en 2016. La obra, que consta de 110 páginas, fue traducida en 2017 por Marina Bornes y puede catalogarse como una obra de ficción literaria.

La protagonista de esta historia es Furukura, una mujer algo inusual que desafía los convencionalismos sociales al conformarse con una vida aparentemente mundana como dependienta por horas de una tienda konbini. No tiene otros objetivos en la vida, ni siquiera encontrar a un hombre para casarse con él o encontrar un trabajo estable.

A través de su singular perspectiva, Murata arroja una mirada crítica sobre los estereotipos y las normas impuestas por la sociedad, explorando temas como la identidad, la aceptación y la búsqueda de la felicidad genuina. La prosa es sutil y envolvente, llevando al lector a través de una montaña rusa de emociones que van desde la hilaridad hasta la reflexión profunda. Con una narrativa ágil y momentos desternillantes, la autora nos invita a cuestionar nuestras propias percepciones sobre la normalidad y a celebrar la diversidad en todas sus formas.

«La dependienta» es una obra que trasciende las fronteras culturales y lingüísticas, ofreciendo una experiencia de lectura enriquecedora para aquellos que buscan algo más que una simple historia. Recomendada tanto para los amantes de la literatura japonesa como para aquellos que deseen explorar nuevos horizontes literarios.

#LaDependienta de #SayakaMurata (2016) | @duomoediciones 📚

Nos situamos en Japón y conocemos a una mujer de 36 años, Keiko Furukura, cuya existencia incumple en diversidad de puntos con las expectativas que su sociedad tiene para alguien como ella. Soltera, trabaja en una tienda de 24h a jornada parcial (algo que se asume como trabajo temporal para jóvenes o personas con problemas, impensable para alguien como Keiko, que debería tener un empleo estable, así como estar ya casada). le cuesta relacionarse con los demás, entender a esa sociedad que parece que actúa por contagio; sabe que no encaja, que hay cosas que no funcionan entre ella y la mayoría, entre ella y lo normal, y es algo que sabe desde pequeña. No obstante, esa tienda 24h, en la que lleva muchos años trabajando, le ofrece normas y modos de comportarse que le facilitan su día a día, su mundo y su rutina están conformados por ese espacio donde su persona tiene sentido, donde ella se siente como en casa. Lo que hay fuera la desconcierta, la sociedad la hostiga, ha de estar siempre alerta, buscar excusas para poder situarse, al menos en apariencia, sobre la torre de la normalidad; una torre en la que se le exige estar, sobre la que la sociedad la fuerza a situarse de manera insistente e impertinentemente. Ella es dependienta, pero eso no puede ser. ¿Por qué? Porque no es normal... Adéntrate en esta historia para saber cómo vive, con qué lidia y qué decisiones toma esta mujer para enfrentarse a esa sociedad hostil que atropella a todo aquello que va por la vida como va ella: fuera de la norma.

Esta novela nos habla de cómo la sociedad y la normalidad, esa masa enorme donde muchos se mueven a la par, que cae sobre la espalda de todos, puede llegar a ser una tirana, cruel y despiadada. Cuando se es diferente, estar fuera de la norma por el motivo que sea, se precisa de fortaleza para fijar los pies y no dejarse llevar por esa corriente insistente. No es cosa fácil, precisamente porque lo "normal" es (qué irónico) que todo el mundo se crea con el derecho de dirigir y opinar sobre las vidas de los demás y más cuando no las comprenden.

Me ha gustado mucho.

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#marzoasiático'23 🎎
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La dependienta

Empecé este libro hace unos meses y lo acabé abandonando pasando algo más de la mitad la historia .

Me llamaba la atención por algo tan simple como que soy dependienta. Trabajo en una frutería y también he trabajado en supermercado. Pero no os voy a escribir aquí mi currículum. El caso es que me parecía muy monótono el libro y lo acabé dejando de lado.

Después de estos meses he querido retomarlo para hacer las paces con él antes de que acabe el año. Y oye me ha gustado. No me vuelve loca, pero me ha gustado. Me ha hecho sentir identificada. Me ha gustado esa crítica social a hacer siempre lo que se espera de nosotros. Y poco conozco la cultura japonesa, por no decir nada, pero creo que son bastante «cuadriculados» y conservadores. Algo que choca siendo un país tan avanzado en otros aspectos.

Ya os he desvelado donde ocurre la historia y nuestra protagonista ¿a ver si adivináis de qué trabaja?
Sí, de dependienta en una konbini, que por lo visto son supermercados que abren las veinticuatro horas, los siete días de la semana y no te encuentras los típicos productos de tu compra habitual.

Keiko a pesar de tener treinta y seis años sigue trabajando por horas en la tienda y es algo que no está bien visto. Trabajar por horas y no estar casada a su edad es como de «fracasada». Pero es que ella vive por y para la tienda. Desde que empezó a trabajar en ella ha sido como su refugio. Se siente agusto y válida. No sé siente un bicho raro como le han hecho sentir siempre.

En este libro la autora nos presenta a Keiko, una mujer soltera de 36 años que vive en Tokio y trabaja como dependienta en una Konbini (tienda 24 horas).
Vemos a una protagonista "inadaptada" ante las expectativas sociales y la fuerte presión social que establece la sociedad nipona. Estamos ante una mujer que no desea casarse y tampoco quiere luchar por conseguir un empleo estable.
Una novela, como suele ser habitual en la literatura asiática, con un estilo lento y sencillo, y sobretodo, muy reflexivo. En este caso hace una fuerte crítica a una sociedad que marca los parámetros de lo que está bien y mal.
Me ha gustado, pero como me suele pasar con la literatura asiática, no me ha encantado. Esta literatura me parece que invita al lector a la reflexión, pero al mismo tiempo siempre me deja con ganas de saber más sobre las historias que se narran.

Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. de hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día.

Este lectura debería de ser un ejercicio obligatorio, y no pretendo ser dogmática , sino que es una lección magistral de literatura escrita con sencillez y eficacia, y también es una obra con un contenido social tremendo. de ahí, que si alguien ama la buena literatura y disfruta leyéndola o quiere tomar como modelo de escritura a alguien que con casi nada ejecuta una obra maestra debería leer este libro.

Como mujer empatizo rápidamente con la protagonista, con Keiko, con esa presión social que se tiene cuando tienes cerca de cuarenta años y estás soltera, sin hijos y con un trabajo mal remunerado. Para Keiko su trabajo es donde ella encuentra una normalidad, que se le da bien, que todos le reclaman, que le gusta, pero solo tiene eso, por eso creo que se centra aún más en él.

Un libro fácil de leer, interesante, ameno, que te hace pensar y REFLEXIONAR, que la vida no es siempre lo que los demás, sea la sociedad, la familia, amigos, etc.. esperan de tí...sino lo que a ti te guste, lo que tú quieras, aunque sea una vida sencilla, pero al final hay que hacer lo que a un@ le hace sentir bien.

Hace una crítica social, ya que la gente llega a perseguir a otras personas por los estándares normalizados impuestos por la cultura o por algún patrón colectivo.
Tendríamos que dar la vuelta a eso y romper la barrera de lo que es normal o no.
Muchas personas les gusta la soledad, y se sienten parte de la sociedad de esa manera. No tendríamos que juzgarlos, pero en cambio son tratados o tratadas como extrañXs, y la sociedad te persigue por ello.
Toca temas sobre la maternidad, los roles de género y el sexo, en la sociedad japonesa.
Es una mujer carente de emociones propias (alexitimia se le denomina) aunque el libro tiene muchísima personalidad. Y sí que percibe los sentimientos de las otras personas aunque no sepa distingir bien la razón de ellos.
El libro es 100% recomendable, pero me ha faltado un final más apoteósico, con más fuerza. Pero es solo una opinión personal.

Hacía mucho tiempo que le tenía el ojo echado a este libro. Me llamó la atención por la sencillez de su edición y por la historia que avanza en la contraportada. Sin saber nada de ella, quería conocer a Keiko desde que leí su nombre en la sinopsis. Y después de conocerla en profundidad, me alegro de que hayamos coincidido.

A sus 36 años, Keiko trabaja por horas en una konbini, una tienda 24h de Tokio. Si bien no es común que las mujeres de su edad lo hagan a no ser que estén casadas (que no es el caso), ella no tiene intención de dejar este trabajo que mantiene a raya su estabilidad emocional. Las rutinas, las acciones y comportamientos controlados por el manual del establecimiento y sobre todo la amalgama de sonidos familiares, hacen que Keiko se sienta segura, cómoda.

"Yo solo pensaba en volver a la tienda cuanto antes. Allí las cosas no eran tan complicadas, lo más importante era que todos los empleados fuéramos a la una."

Desde niña Keiko aprendió a comprender que no era como el resto de la gente. No era capaz de relacionarse de un modo normal con las niñas de su edad y con el paso del tiempo se fue alejando de todos hasta que se convirtió en una persona solitaria y perdida incapaz de encontrar su lugar en ese enorme puzle que conforma la sociedad.

"A medida que fui creciendo, mi silencio empezó a preocuparles. Pero para mí era la mejor opción, la forma más racional de sobrevivir."

Cuando empezó a trabajar en la tienda, Keiko sintió muy rápido que había encontrado su lugar. No tenía que esforzarse por buscarse una identidad ni encajar. Sencillamente, tenía que seguir el manual que le indicaba qué decir y cómo actuar en todas las situaciones posibles dentro de aquel pequeño y predecible universo que conformaba la konbini.

Pero la presión social no es algo que desaparezca sin más con el paso del tiempo. al contrario. Keiko ya tiene edad para formar una familia. de hecho, a los ojos de su familia, amigos y compañeros de trabajo, ella debería estar ya casada y disponer de un trabajo estable muy distinto al de la tienda. Y aunque para Keiko nada de esto sea una necesidad, no puede evitar preguntarse cómo podría poner remedio a los incómodos comentarios de las personas que la rodean.

"-El pasatiempo favorito de las personas normales es juzgar a las que no lo son."

La dependienta ha resultado ser una experiencia lectora de las que desintoxican y a la vez dan mucho que pensar. Echaba de menos este tipo de historias, fresca, inteligente y altamente inflamable, porque enciende, sin que te des cuenta, una mecha que está siempre escondida en lo más profundo de nosotros y que hace que nos cuestionemos muchas cosas.

Confieso haber devorado este libro en dos ratos. No podía dejarlo y me fui dejando llevar por la corriente de Keiko. La autora consigue con un lenguaje sencillo y directo que nos sumerjamos hasta el fondo de una cultura y unas costumbres que, a la vez de quedarnos muy lejos, en demasiadas ocasiones nos resultan cercanas. La presión social hacia las mujeres solteras en la actualidad es más o menos intensa dependiendo de dónde proceda la voz que la narre, pero el trasfondo vital de la historia de Keiko resultará familiar a quienes en algún momento han sentido o sienten que no encajan en el rompecabezas del que, se supone, formamos parte todos. No he podido evitar acordarme de Eleanor Oliphant en muchas ocasiones aunque, por supuesto, las diferencias son muchas porque están muy alejadas culturalmente.

Llegado este punto, no puedo hacer más que recomendar su lectura. al ritmo que nos marca; calmado pero continuo en una narración casi sin pausas. Podéis encontrar las primeras páginas aquí.

Quiero agradecer a Babelio y a Duomo Ediciones el haberme hecho llegar este ejemplar habiéndome permitido así incorporar a Keiko en mi puñado de personajes literarios favoritos.

Sayaka Murata (Japón, 1979) fue nombrada Mujer del año en 2016 por Vogue. Es gracias al prestigioso premio japonés Akutagawa que esta historia ha trascendido al mercado internacional dando a conocer la pluma de esta autora en todo el mundo.

La dependienta, de Sayaka Murata, es un libro protagonizado por una mujer cuya vida y personalidad tan sólo parecen encajar en un único lugar en el mundo, una kombini. Desde muy pequeña, Keiko ha tenido problemas para relacionarse con las personas y para entender qué significa llevar una vida "normal", así como para desarrollar su propia personalidad. de esta manera, ella va adoptando una personalidad distinta (forma de hablar, gestos y estilo) en función de las personas de las que se rodea.

Leí esta novela en un día porque me atrapó por completo, y es que creo que a pesar de no poseer una gran trama y contar con tan sólo una protagonista, la autora ha sabido crear una historia con mucha fuerza, que te mantiene con el corazón en un puño. Quizás yo lo haya entendido de manera equivocada, pero para mí todo el libro es una crítica a la cultura oriental (aunque también sirve para cualquier otra cultura), donde son muy estrictos y tradicionales en cuanto a matrimonio, hijos y trabajo se refiere. Una persona que no tenga como objetivo en la vida tener un buen empleo, casarse y tener hijos es considerada como un "bicho raro" y será juzgada por la sociedad por ser diferente. Creo que esto es lo que ha querido representar la autora, aunque en un grado mucho más extremo, por supuesto.

La protagonista, Keiko, es de una complejidad enorme. Es una persona que tiene incapacidad para sentir emociones propias y para sentir placer, y aunque a veces parezca más un robot que una persona real, es imposible no sentirse identificada con ella en algunos momentos.

Por último, destacar que la lectura de este libro es bastante ágil y que posee un estilo narrativo muy ácido. Reconozco en en más de una ocasión he llegado a sentir un poco de claustrofobia leyendo algunas partes. Sin duda, La dependienta es un libro para reflexionar acerca de la sociedad y cómo nos imponemos a nosotros mismos unas ideas y unas normas que quizás no todos estamos dispuestos a cumplir. Sea cual sea tu opinión, estoy segura de que su lectura no te va a dejar indiferente.
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"La dependienta" de Sayaka Murata es una novela acerca de la vida y de como cada quién decide vivirla.

Keiko Furukura tiene 36 años y está soltera. Trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir.
Dentro de esta predictibilidad se encuentra feliz y tranquila. No necesita nada más pero el mundo la presiona para que aspire a más, para que sea como el resto.

Esta novela que a simple vista parece muy light trata temas de gran profundidad. Es confortable y cruda a partes iguales. Un gran acierto.

Me apena reconocer que este libro no ha sido en absoluto para mí. No sé si debido a las altas expectativas que llevaba por lo leído en otras reseñas o simplemente por las formadas por mí misma pero no ha estado a la altura ni por asomo.
No he conectado con la protagonista, no he conectado con los secundarios, no he conectado con nada en absoluto.
Me considero dependienta aunque he trabajado desempeñando otras funciones en lugares muy distintos pero, durante mi vida laboral, mayoritariamente, he sido dependienta. Estaba convencida de que por ello iba a sentirme identificada con Furukura y nada más lejos de la realidad. Creo que incluso podría decir sin miedo a equivocarme, eso me ha alejado más de su realidad que si no fuera el caso.
Personalmente no es una novela que pueda recomendar como veis pero no dejéis de leerla, he visto opiniones muy buenas a pesar de que la mía no lo sea.