Es el primer libro que leo de Murakami, y no te deja indiferente. Entre la melancolía de Franz Kafka y el detallismo de Antonio Gala. Muestra la sociedad japonesa de los 70, personas solitarias, obsesionadas con el sexo, y un alto índice de suicidio juvenil. Es una novela profunda, bastante melancolíca, de reflexión, transmitir sensaciones,. Es para leer tranquilamente y con optimismo, abstenerse pesimistas.
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