Hombres sin mujeres

Me vienen a la cabeza varias formas de expresarme respecto a este conjunto de relatos inacabados, pero con una imperecedera continuidad, sin solución.
La primera sería que nunca me ha gustado la vena de relatos cortos de Murakami, en esta ocasión me retracto y no, no lo hago porque cada relato me ha dejado con ganas de más, con un vacío que no es capaz de llenar el relato siguiente...Así debe sentirse cada hombre sin mujer, por pérdida y no por simple ausencia.
La segunda consiste en el hecho de que pugnar porque algo dure para siempre es un acto de amor, pero también un esfuerzo vano, pero ¿ acaso no pueden considerarse vanos esfuerzos todos los actos de amor ? Me refiero solo a su finitud.
La tercera me dicta que la verdad es un constructo personal, que cada verdad es distinta incluso para los mismos ojos y oídos transcurrido el tiempo suficiente, que es inferior a un segundo. Por tanto, estos relatos están pletóricos de verdades individuales e inmediatas que se convierten en la más pertinente manera de contarse a uno mismo lo que sucedió, y de una absolutamente diferente a los demás. Un acto de solidaridad que Murakami acata religiosamente en cada novela que escribe.
Una última interpretación es la que se refiere a cada particular forma de ser un hombre sin mujer( es) hay mil formas de sufrir esa ausencia, desde el lento deslizarse hacia la soledad , la imposibilidad de concretar esa conjunción, el perder por omisión, el abrupto reconocimiento de la pérdida tras una prolongada ausencia la voluntaria escisión de una relación factible.
Igual el tema no son ellos, son ellas que dejan su huella indeleble, que hace sentir, desvalidos , abandonados , fútiles, inermes, en una palabra solitarios para siempre a esos hombres que es uno, cualquiera o todos.... pues todos sin excepción tenemos nuestra historia al respecto.
Desde la Sherezada que narra historias, la mujer que no niega sus infidelidades, la contrita que impide el acercamiento, la novia del mejor amigo, la de la capacidad infinita para mentir hasta la muerte,del amante. La compañera sexual ocasional. O aquel añorado amor , solo cuando la muerte lo vuelve recuerdo,
Una acotación más, me atreví con este libro en virtud del próximo estreno en la pantalla del primer relato de este conjunto “ Drive my Car” ahora que lo he leído, se que de la manera que sea lo disfrutaré aún mas en su modo visual.
A pesar de las odiosas comparaciones.
En resumen. Murakami no deja de sorprenderme, aunque no siempre me agrade...
“ yo una vez fui rémora “