After Dark

Siempre se ha dicho que de noche la vida es de otra manera. Cuando el sol se oculta tras el horizonte y la oscuridad comienza a poblar las calles parece como si la esencia de la vida misma cambiase y todo tomara otra perspectiva. La mayoría de las jornadas laborales concluyen y los trabajadores vuelven a casa a descansar. Por otro lado, algunas jornadas laborales comienzan al ponerse el sol, y esas personas que trabajan por las noches son partícipes y testigos de esa otra perspectiva que la vida toma durante la nocturnidad.

Con este ambiente como hilo conductor, Murakami construye una historia oscura alrededor de dos hermanas que son polos opuestos, un músico que toca en un grupo, un presunto psicópata y la mafia nocturna. Historias independientes que se entretejen muy sutilmente según avanza la novela, al más puro estilo del autor. Una de las cosas más curiosas de la novela es que toda la historia transcurre en una noche, desde que se pone el sol hasta que amanece y cada capítulo comienza con un reloj que nos indica la hora en la que transcurren los acontecimientos, y aunque Murakami use solo una noche como ejemplo, creo que consigue transmitir las sensaciones que provoca esa vida nocturna en general.

Los personajes son muy variopintos y llenos de rarezas. La hermana de la protagonista lleva durmiendo varios meses y solo sale del cuarto para lo justo y vuelve para seguir durmiendo. La protagonista vive a la sombra de su hermana en todos los aspectos y siente que nunca estará a la altura de ser como ella. Todos los personajes acaban relacionándose entre sí de alguna u otra manera, construyendo un relato en el que no hay cabos sueltos, pero del que no he conseguido descifrar lo que Murakami pretendía transmitir. Es una novela con muchas capas, y analizándola a fondo estoy seguro de que se podría exprimir muchísimo la historia. Aún así he disfrutado la lectura. Leer a Murakami siempre es un placer, es como un viaje, lo interesante de sus libros es el camino no el final.