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Crítica de crucedecaminos


crucedecaminos
23 May 2018
Haruki Murakami tiene tantos detractores como seguidores. Los libros, como casi todas las cosas que suceden en la vida, se pueden interpretar de mil y una formas y dentro de ellos se pueden ver similitudes con otros autores. Digo esto, y se que es una forma bástate extraña de comenzar un reseña, porque antes me di una vuelta por internet y encontré una crítica muy destructiva contra el libro y sobre todo contra el autor. Por poner un ejemplo, decía algo así como que, Murakami había plagiado a Larsson. Y yo me pregunto, ¿a partir de ahora todos los libros que traten el tema del maltrato a la mujer serán plagiados de Larsson? Y me sigo preguntando, ¿de quién se copió Larsson? Ahora resultará que fue él, el primero en tratar el tema.
Cuando leí esa reseña me pareció que estaba delante del televisor viendo un programa con nombre murakamiano, “Gato negro”. Creo que se puede criticar, y estoy convencido que quién lo hace se cree esas críticas y las vive como reales, pero también creo que existen unos límites y que todo no vale.

Murakami nos presenta un libro (sería mejor decir dos, ya que se titula 1Q84, libro 1 y 2) donde, en capítulos alternos, vamos descubriendo lo que les sucede a Tengo (curioso nombre) y Aomame (que tampoco se queda atrás).
Debo decir que ha mi me ha atraído mucho más la parte de la chica, aunque sería engañaros si os dijera que la parte del chico no me ha gustado (matemático que escribe novelas), pero en ciertos momentos de esa parte, parecía como si el mundo se hubiera parado y no transcurriera ni el tiempo ni los acontecimientos.
La historia de Aomame parece una historia sencilla, sin grandes matices, una historia que parece ya escrita, pero poco a poco Murakami nos va rebelando detalles inesperados y conexiones con otro tipo de mundo, donde el pasado jugará un importante papel. Es allí donde vemos a una Aomame preocupada, en algunos momentos contra las cuerdas y sin el control que se le presupone en el inicio de la historia.




Los que hemos leído a Murakami sabemos que se toma su tiempo para explicar las cosas y por eso no nos extraña que sea así, pero creo que en el libro 1 el ritmo era excesivamente lento, cosa que no sucede con el libro 2 hasta el final, donde pasamos de un ritmo trepidante a dormirnos otra vez en la explicación de la “Little People” (aportación sobrenatural murakaniana en esta novela y que no me ha acabado de convencer). Ese lento final hace que mi valoración haya bajado un poco. No diría que es una novela excelente, pero sí notable. Por tanto, no es para mi, mí de lejos la mejor de las novelas de Murakami. Pero continuemos con algún detalle más.

El sexo es uno de los protagonistas de la novela. Está mal decirlo, pero creo que ha abusado un poco de él y esa es una de las fuentes de la ralentización de la novela.
Dos personajes traumatizados por su pasado que buscan un remedio en el futuro, sea con una mujer casada pero sedienta de sexo, o con solitarios hombres metidos en edad, sola o en compañía de una extraña. Cada uno busca una imagen en un espejo que se rompió.

Las sectas, la religión, el maltrato físico y psicológico son otros de los temas que trata Murakami en su obra, pero sin dejar de lado a los dos protagonistas siempre integrados y transversales
La música es otra de las filias de Murakami. Esta vez es una sinfonía la que se va repitiendo en diversas situaciones. Es como la banda sonora de la novela. No se olvida del jazz y nos hace, en un momento de la obra, un pequeño tratado de músicos de jazz.

Y los gatos. Me reí mucho en un momento de la novela. Iba yo cavilando mientras leía que todavía no había salido ningún gato, hasta que me topé con el título de unos de los capítulos: “Va siendo hora de que los gatos aparezcan”. En ese capítulo explica que existe un pueblo donde por el día no se ve un alma y por la noche está plagado de gatos. En un pueblo donde las almas se pueden perder para siempre si no encuentras la forma de salir. Murakami lo utilizará en muchas ocasiones como la gran metáfora de la novela ya que los protagonistas se encuentran perdidos y sin muchas posibilidades de poder encontrar una solución.
Y no sólo el cuento de los gatos tiene cabida en 1Q84. El gran Chejov sale a la palestra en muchas ocasiones, como ya expuse en el primer Momento de este blog.

1Q84 es un guiño a los dos ojos del clásico de George Orwell, 1984, ya que denuncia los lavados de celebro. También se podría ver en la intriga paranormal un guiño a la serie televisiva Perdidos de la que el autor se ha declarado fan. Casi desde las primeras páginas la “Little People” está presente como el humo negro creando un gran interrogante, que como en el caso del humo negro, al ser revelado pierde toda su fuerza. Creo que siempre pasa igual con los misterios; si los haces creer mucho la explicación tiene que estar en concordancia con la magnitud del misterio, si no es así, el lector se siente defraudado.
Yo he intentado obviar un poco este tema y centrarme en el placer que me ha generado leer las historias de los dos personajes.

Y para acabar. Posteriormente a la publicación de este libro en Japón, Murakami escribió una tercera parte, y se dice que tiene pensado hacer una cuarta.
Para mí la historia acaba, aunque podría ser leído como un no final y más sabiendo que existe una tercera parte. Veremos a ver si Murakami ha sabido añadir más detalles a esta extraña paralela relación y si simplemente ha inflado una historia finalizada. Espero, por el bien del autor, que sea lo primero, ya que si no sus detractores se estarán frotando las manos para poder destriparlos sin contemplaciones.
Enlace: http://crucesdecaminos.blogs..
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