Cuántos abusos han quedado sin denuncia ni castigo por la simple razón de que se cometieron sin necesidad de salirse de una legalidad calculada para permitirlos: cuántos no han roto las capas sucesivas de los pactos de silencio que se han ido acumulando en la vida pública española: callar por conveniencia, callar por miedo, callar por pereza, callar por cinismo, callar por militancia, callar por complicidad, callar para no distinguirse del grupo, callar por no disgustar a la familia, callar por no ser un aguafiestas, callar por que no parezca que uno va en contra de los tiempos, callar por temor a no parecer moderno o a no parecer patriota, callar para que no le manden a uno anónimos o no le quemen el portal de la casa, callar queriendo convencerse de que al fin y al cabo ésa es la única manera en que pueden hacerse las cosas.
+ Lire la suite