El crimen del palodú

Serva la Bari ha vuelto, la organización criminal que defiende las costumbres sevillanas ante el avance de la modernidad no murió con El asesino de la regañá, sus tentáculos son largos y la hermandad tiene adeptos en todos los rincones que salvaguardan las reglas de la orden.


En un comienzo del libro aterrador donde volverán a matar, nos desvelaran parte de sus planes dentro de una guerra encubierta contra “los modernitos” esa otra facción que lucha por las nuevas modas en la vida diaria de la capital hispalense. En un discurso no lleno de polémica relataran el por qué de su obra, sus actuaciones, confesando su mano detrás de grandes catástrofes y situaciones ocurridas en Sevilla que son de público conocimiento a nivel nacional. (Conoceremos porque Rita Hayworth, nacida y criada en Castilleja de la Cuesta, pueblo cercano a Sevilla, tuvo que hacer carrera en New York). Comienza una nueva aventura de nuestros dos pintorescos héroes, el Inspector Villanueva y el agente Jiménez, un nuevo caso donde el asesino a batir usará una depurada y artesanal técnica para matar al más puro estilo de la primera novela.
La segunda entrega de Julio Muñoz sigue los pasos de la primera aunque con cambios notables que le
suman un punto de calidad a su obra. Con un lenguaje sencillo que no destaca por lo complicado de su prosa, sabe dotar de mensaje su texto con chistes, anécdotas, curiosidades y críticas veladas o directas en cada capítulo por lo que cualquier página de esta obra esconde un chascarrillo, unas risas o una promoción de algún lugar o rincón conocido o digno de conocer en Sevilla. En este punto, en el de las referencias es donde para mi gusto ha ganado enteros las historias del autor, personalmente creo que la manera de contar las historias ha cambiado levemente, las ha hecho un poco más generales, con cierto matices en los diálogos donde los personajes explican de lo que están hablando aprovechando la procedencia del inspector. Esto lo agradecerán las voces que opinaban que el primer libro era demasiado localista. En mi opinión aunque sigue contando con grandes dosis de lo que convirtió su primera novela en un éxito, me ha resultado apreciar un acercamiento al lector foráneo sin traicionar su estilo.

No podemos negar que el autor domina la historia en todo momento, no es un thriller al estilo nórdico pero ello no quita que Julio dote de interés a la trama con siete asesinatos siete y con el plus añadido que cada asesinato es más original tanto en formas como en lugar donde se comete y todo esto rodeado de personajes famosos de la vida sevillana y conocidos a nivel nacional. Esto convierte la historia nuevamente en una cuenta atrás vertiginosa en pos de un asesino al que hay que detener antes de que lleven a cabo su plan maestro que en este caso no es otro que provocar un atentado en un evento tan importante como es la Feria de Sevilla.
Hay que destacar también la gran habilidad que ha tenido incluyendo a los personajes, ninguno pasa desapercibido, ni el más anónimo parroquiano que cuenta un chiste en la barra hasta las personas de más conocidas cuya identidad están un poco camufladas con ciertas variantes leves en su nombre. Todos aportan su granito de arena para que la historia tenga fuerza y no decaiga en ningún momento porque si falta acción hay risas y si faltan risas hay acción aunque tanto la una como la otra no están reñidas de ir de la mano y hablando de risas, mención especial para un personaje que en mi opinión es el protagonista secundario de la historia pero alma mater de los momentos más divertidos del libro, el agente Jiménez, un tipo sencillo que nos regalará experiencias, golpes cómicos y saber popular para que si eres de Sevilla o no tengas tu ración de risas asegurada.

En definitiva un libro lleno de estampas, anécdotas que compartir, clichés que tiene asegurado hacerte pasar un buen rato de risas y entretenimiento que es lo que buscamos a la hora de escoger libros sin grandes pretensiones pero con un objetivo claro, el de hacerte disfrutar. Recomendable si estas triste o apático y no temas poder perderte en su jerga o comentarios de personajes populares de la ciudad de Sevilla puesto que no es imprescindible ser sevillano para pasar grandes momentos entre sus páginas u mucho menos haber leído El asesino de la regaña. Eloy Moreno escribió su Lo que encontré bajo el sofá y nadie temió perderse con los personajes y entre las calles de Salamanca sin haber estado allí, pues lo mismo os digo yo de este libro, os invito a visitar mi ciudad.
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