O las otras variantes: que no nos marcharemos nunca, porque nos mantendrán aquí hasta que el campo sea un pueblo sin torretas de vigilancia y nosotros sigamos sin habernos convertido todavía en rusos o en ucranianos, pero sí en habitantes acostumbrados. O que tendremos que quedarnos aquí tanto tiempo que ya no desearemos marcharnos, convencidos de que nadie nos espera en casa, porque allí hace mucho que viven otros, porque todos han sido deportados, quién sabe adónde, y ellos mismos tampoco tienen hogar,. Otra variante dice que finalmente querremos permanecer aquí porque ya no sabremos qué hacer con el hogar ni el hogar sabrá qué hacer con nosotros.