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Un libro que tenía muy buena pinta, la sinopsis me llamó la atención desde el principio. ¿Qué pasaría si de repente por causa de un misterioso y terrible virus las personas mutan hasta convertirse en un "hombre de las cavernas"? Pero se quedó en eso, en buena pinta. Empezó bien pero poco a poco hizo que perdiera parte del interés, y es que para mi gusto el autor no se decidía entre novela de ciencia ficción y novela romántica, en una trama que no necesitaba de eso para funcionar. Los primeros indicios son claros: cuando a un directivo de la OMS que le informan de la aparición de este virus y le presentan a una científica que le puede ayudar a entenderlo, lo primero que piensa es "¡qué buena está!". Y ella no se queda atrás: acaba de encontrar la prueba definitiva que la redimiría ante la comunidad científica que la había denostado por sus teorías fuera de norma, pero en vez de estar exultante, sólo piensa en que ha discutido con el novio. Dejando de lado esto, o tal vez debido a esto, al libro le falta tensión, aunque se deja leer. |
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