Como pez en el árbol

El título ya es esclarecedor y está basado en la frase de Albert Einstein que dice así:

"Todos somos genios, cada cual a su manera. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar un árbol, vivirá toda la vida pensando que es estúpido."

¿Os imagináis un pez intentando subirse a un árbol? Seguro que no. Pues imaginaos evaluar a una persona solamente por esa acción que no puede hacer ni aunque lo intente con todas sus fuerzas.

Muchas veces estamos acostumbrados a valorar a los alumnos por la forma en que se portan: atiende o no atiende en clase, no para quieto, es hiperactivo, se pasa el día mirando al techo o se despista con una mosca, es que no hace nada, ni siquiera lo intenta...y así tropecientas frases más. Sí, habrá ocasiones en que esto sea cierto pero muchas de ellas, no lo es.

Como pez en el árbol es una novela que nos presenta a Ally Nickerson, una niña que no sabe leer, que siente como se le amontonan las letras y que, con tal de que no le hagan leer o escribir en clase, prefiere acabar castigada en el despacho de la directora. Es una niña que, en el fondo, necesita que le animen a seguir y que no le castiguen por confundirse. Es una niña que se cree tonta porque no sabe trabajar con el mismo método que sus compañeros. Es una niña que soporta que las niñas de su clase se rían de ella porque no entiende las frases que tiene delante pero que lo acepta porque cree que tienen razón. Incluso, es una niña que siente que cualquiera cosa que haga, aunque sea con buena intención, acaba siendo un desastre. Todo porque tiene dificultades para leer.

Lo que ella no tiene nunca en cuenta es que es una niña inteligente, que es un hacha en matemáticas, que sabe transmitir a través del dibujo todos sus pensamientos de una manera más que ordenada y que, quizás, topándose con el profesor adecuado, el profesor Michaels en este caso, pueda conseguir leer y comprender lo que ella quiera. Sí, probablemente con mucho más esfuerzo que los demás, pero lo conseguirá si alguien le anima a creer en ella.

“Imagínate que cada vez que fueras a montar en bici estuvieras sufriendo por si se salen las ruedas. Y que cada vez que empezaras a pedalear, lo hicieran, pero tuvieras que montar de todas formas. Y que todas las veces hubiera gente mirando cómo se desarma la bici debajo de ti. Y que todos pensaran que la culpa la tienes tú, porque eres el peor ciclista del mundo.”

Por otro lado, destaco también al ya nombrado profesor Michaels. Es un profesor que tiene vocación real y que se fija en sus alumnos para sacar lo mejor de ellos. Busca enseñarles, siempre sin ridiculizarles incluso cuando les llama la atención. Y sabe encontrar la técnica necesaria para que cada niño aprenda, sobre todo, motivándoles de verdad con sus actividades novedosas.

La autora, a través de Ally, va a reflejar los pensamientos de una niña de educación primaria que presenta este tipo de dificultad en el campo de la lectoescritura. Nos mete de lleno en su mente y su forma de pensar. Suelen ser niños que con por esa dificultad, llegan a tener baja autoestima, a veces por esforzarse y no ver resultados y/o por compararse con sus compañeros que avanzan mucho más rápido que ellos. Y la verdad, creo que lo explica de manera bastante gráfica.

Además de tratar la dislexia, a través de otros personajes, la novela contempla otras situaciones como el bullying, la competitividad entre compañeros, los problemas económicos y las relaciones familiares, entre otras.

"Me cuesta" no es lo mismo que "no puedo"

Sinceramente, creo que es una novela que debería leerse para entender a los niños con este tipo de dificultades. Yo he visto muy reflejados a mis alumnos en la novela y por eso, se lo recomendaría tanto a profesores, como a padres. Incluso también a los alumnos para que puedan familiarizarse con este tipo de trastorno. En general, me ha parecido una novela emotiva, con valores y grandes mensajes muy necesarios actualmente.

Eso sí, tengo que decir que me he encontrado varias faltas de ortografía. Entre ellas un "hechamos de menos" que ha hecho que me sangren los ojos.

Ally Anderson es una niña bastante especial. A lo largo de su vida ha cambiado varias veces de colegio, y en ninguno de ellos ha logrado encajar. Esto se debe a que no se la da nada bien leer ni nada que tenga relación con las palabras; es decir, es disléxica. Pero por miedo a pedir ayuda, siempre acaba buscándose problemas con los profesores.

La historia comienza cuando, durante sexto curso , la profesora de Ally se da de baja a causa de un embarazo, y viene a sustituirla el señor Daniels. Este es un hombre diferente al sustituto que se esperaba Ally, y que además, la intentará ayudar con todos sus problemas.

A lo largo del libro vemos como poco a poco, Ally va siendo consciente de la ayuda que necesita y el profesor Daniels la ayuda con este problema. También, observamos como su vida va yendo a mejor, va haciendo amigos, va descubriendo el mundo, etc.

Debo decir que cuando comencé el libro buscaba un La lección de August y aunque no me encontré exactamente eso, me gusta bastante. El tema de la dislexia es algo que me interesa mucho. Te enseña de forma “interior” los problemas de esta persona, y además en este caso es de forma tierna e inocente.


Los personajes me parecen geniales. ¡YO TAMBIÉN QUERÍA UN PROFESOR DANIELS! En el libro enseña de una forma tan divertida y original que me encanta. Ally me pareció un personaje bastante inocente pero a la vez fuerte a pesar de su corta edad. Y sufre tanto como sufriría cualquier niño así. El personaje de Albert me pareció un buenazo y tenía venazos graciosos e inteligentes.

Aunque lo que más me chocó de la historia fue el hecho de haber tardado tanto en ver la dislexia de la protagonista. Me pregunto si de verdad es tan difícil de captar. Me hace pensar que los profesores si ven que no lees es porque simplemente no quieres, y no porque no puedas. Me repatea.

Como conclusión, creo que la forma de tratar el tema de la dislexia puede servir como una lectura para padres de hijos disléxicos, pero también para cualquier persona que quiera descubrir más sobre este problema de una forma tierna.

Una historia inspiradora, que nos hace ver mas allá el proceso de aprendizaje ¿Qué tanto vemos a las personas? Muchas veces no vemos más allá de lo que ven nuestros ojos. Este es un libro que nos hace sentir empatía, entusiasmo por cambiar las cosas, motivar a los niños a que logren cosas e incluso a que nosotros mismos logremos aquello que tanto nos atemoriza. Un excelente libro para aquellos que son maestros o trabajan con niños.

Ally es una niña que constantemente se mete en problemas al no saber leer pero ni sus maestros ni sus familiares saben que Ally tiene dislexia. Una historia bonita y bien contada.

Aún no leo el libro