Décima entrega de la serie protagonizada por el comisario Kostas Jaritos en una Grecia devastada por la crisis pero que empieza a superarla gracias a las ingentes cantidades de dinero que llegan al país. Lo que para todo el mundo es algo bueno que es mejor no cuestionarse, para Jaritos es motivo de preocupación e interés por llegar al fondo de tres asesinatos que parecen tener relación con el resurgimiento económico heleno, hasta el punto de plantearse poner en riesgo su propio trabajo. Como siempre Márkaris escribe una historia pegada a la realidad social y económica de su país, y como siempre es interesante y entretenida, lo único que queda sin desvelar es la receta de los famosos tomates rellenos de Adrianí.
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