Yo antes de ti

Este libro fue un regalo de mi amigo invisible en Navidad, y he de decir que sí, fue U N R E G A l'O. Jojo Moyes nos cuenta en esta fantástica historia la anodina vida de Lou, una muchacha que, por cosas del destino, ve como su vida se está desmoronando ante sus ojos al perder su trabajo, y al ver día tras día que la persona con la que, supuestamente, va a compartir su vida no es exactamente lo que ella querría. Pero se conforma. Su vida es normal, dentro de lo que cabe, y no necesita grandes cosas para ser feliz. Poco después conocerá al inolvidable Will Traynor, un hombre deprimido y huraño que necesita algo que le haga salir de su burbuja de dolor y tristeza. Y Lou es justamente eso que necesita.

He de confesaros que cuanta más repercusión tiene un libro, más me cuesta leerlo. Y, normalmente, esa repercusión de la que os hablo hace que me eche un poquito para atrás incluso cuando lo estoy leyendo. Las expectativas, en una gran mayoría de casos, me hacen perder las ganas de continuar porque ninguna persona es capaz de sentir exactamente lo mismo y de la misma forma que otra. Y cuando te lo cuentan, crees que sí, que podrás sentir eso mismo, aunque en el fondo sabes que no. El caso es que tardé un montón en leer este libro por esta misma razón; había salido la película, el libro ya tenía su edición con el poster como portada (GRACIAS @DeBolsillo porque hicisteis una edición en la que el poster se puede quitar de la portada :') ), y muchísima gente hablaba de él. Todos los ingredientes para que yo no me dignara a leerlo.
El día que empecé a leerlo ya no pude parar. Me leí un tercio del libro del tirón, me dieron las tantas, y ahí estaba yo filosofando sobre la vida con mi prima dormida en la cama de al lado. “Uff, con el libro no sé, pero con la película lloré muchísimo”, me dijo. Y luego se durmió. ¿Os lo podéis creer? Yo tampoco.
El caso es que unos días (pocos) después, terminé el libro y miré a mi prima. “Hoy no voy a poder dormir”, le dije, llorando.
No es que sea una historia de estas en las que continuamente están pasando cosas importantes que te hacen querer seguir leyendo sin parar, sino una historia “sencilla”, en la que el día a día es lo más importante, en la que una vida rutinaria se convierte en una aventura sin apenas salir de casa. Eso, amigos, me parece simplemente fascinante. La facilidad de esta escritora para transmitirte tan bien la importancia de los detalles hace que Jojo Moyes sea hoy en día una de mis autoras favoritas. El hecho de narrar una historia sencilla y hacerla brillante es una cualidad de la que pueden presumir bien pocos, y esta autora puede hacerlo, os lo digo yo.
Y no solo eso. Los personajes. Dios, los personajes son casi palpables. Son tan reales, tan humanos, que realmente son impredecibles. Esta mujer debe haber pasado horas y horas creando una Lou que te transmita esa sonrisa radiante, o un Will que te haga reír con su humor retorcido. O llorar. O las dos cosas a la vez.
Es uno de esos libros que hay que compartir para que nunca se pierda, porque la historia es bellísima, la forma de narrar de la autora es sencilla, fácil de leer, pero a la vez destila por cada letra una capacidad asombrosa de convertir lo corriente en extraordinario, y el personaje de Lou es lo más achuchable que os vais a encontrar en la literatura actual.