Jojo Moyes hace de lo cotidiano magia, solo puedo describirlo de esa manera. Porque este libro no tiene trama y tiene muchas páginas, pero no siento que ninguna de ellas sobrara, no siento que se me hiciera pesado en ningún momento y sí que he sentido la magia dar vueltas por cada uno de los personajes, contándome sus días al oído y haciéndome parte de sus rutinas. Tanto Lou como Will me han ganado a su manera, por la manera que evolucionan, por sus personalidades fuertes, por la manera que se cambian el uno al otro, lo que se aportan y la conexión que hay entre ellos desde el primer momento. Jo, ha sido tan bonito verles crecer en sí mismos: ver a Lou conociéndose a sí misma, ver a Will encontrando y aceptando pequeños rayitos de luz dentro de la oscuridad que se ha convertido su vida. A pesar de conocer el final desde antes, eso no ha hecho que duela menos, pero lo siento totalmente necesario y real. Gracias a esta historia por mecerme entre sus páginas y romperme después. |