La última carta de amor

Una de las características más destacadas de la narrativa de Jojo Moyes es el abordaje de temas polémicos. Incluso cuando la trama tiende al romance, la autora nunca deja de discurrir sobre tópicos contradictorios y reflexivos. En la última carta de amor, una historia sobre el amor y sus representaciones a lo largo del tiempo, el lector es incitado a reflexionar sobre la traición, el prejuicio social, la disparidad financiera, el divorcio, la independencia femenina y, sobre todo, el papel de la tecnología en el proceso de transformación de la verbalización del amor. al unir la historia de amor de dos parejas completamente diferentes, Jojo Moyes lleva al lector a repensar el significado del matrimonio, la pasión y el tipo de amor capaz de durar décadas.

La trama une dos narrativas: la de Jennifer (una esposa trofeo de la década de 60) y la de Ellie (una renombrada periodista de los tiempos actuales). Ellie está pasando por una fase delicada; desde que empezó a salir con un hombre casado las cosas se salieron de control-después de todo, todo lo que hace es pensar en su pareja y en el futuro en que finalmente podrán estar juntos sin el fantasma de su esposa. Ellie tendrá que batallar para garantizar su empleo. Y es precisamente en ese momento, cuando ella necesita nuevo material para la revista en la que trabaja, que la carta de amor enviada a Jennifer décadas atrás cae en sus manos. Intrigada con esa carta, Ellie comienza a investigar la vida de Jennifer y buscar indicios de que ella y el gran amor de su vida tuvieron un final feliz. de esta forma, mientras Ellie intenta descubrir más sobre esa historia, nos sumergimos en la narrativa del pasado y en el romance vivido por Jennifer.

Jennifer es una mujer casada, vista como esposa trofeo de uno de los empresarios más famosos de Londres de 1960, que se enamora perdidamente por otro hombre. Por un largo tiempo esa pasión se mantuvo a través de cartas de amor intercambiadas secretamente. Pero todo parece haber cambiado ya que Jennifer sufrió un accidente, perdió la memoria, y no recuerda más de ese gran amor. Por lo tanto, el encanto de la obra es que ella intercala: el pasado lejano, con Jennifer narrando cómo conoció su verdadero amor; el pasado cercano, con Jennifer sin memoria tratando de juntar las piezas del rompecabezas que es su vida; y el presente, con Ellie esforzándose para equilibrar su historia de amor con sus descubrimientos sobre las cartas de Jennifer.

Sinceramente no me gustan las historias de amor que empiezan con traición; siento que el sentimiento pierde el brillo cuando se inicia de esa manera. Sin embargo, en la última carta de amor la talentosa Jojo Moyes se enfoca exactamente en esta cuestión: ¿Cuando una traición, en nombre del amor, realmente vale la pena? En mi opinión, no me fue fácil aceptar este enfoque, pero me gustó cómo la autora trajo el tema y cómo unió a Ellie y Jennifer, dos mujeres con relaciones extramatrimoniales, y desde su historia nos hizo reflexionar sobre las innumerables facetas del amor. Ellie ve en las cartas de Jennifer la posibilidad de resolver su propia vida; ella quiere encontrar un motivo para justificar el amor que ha vivido, por eso usa las cartas de Jennifer como si fueran un bote salvavidas. Y me gustó mucho, de cómo la joven va a encontrar en el pasado las respuestas a sus dudas. Además, me encantó el amor vivido por Jennifer. Ella es de una época en que las mujeres no debían pensar u opinar, apenas agradar a sus maridos con su compañía, alegría y belleza. Así, cuando Jennifer encuentra el amor - aquel verdadero, tórrido e irracional - todo cambia. A partir de ese sentimiento Jennifer, una mujer fuerte en un período de subyugación femenina, se embarca en una batalla gigante en nombre del amor. Y eso es hermoso, emocionante y extremadamente conmovedor. Fue a causa de Jennifer, de sus cartas y de su determinación, que este libro ganó un pedacito de mi corazón.

Uno de los puntos negativos de la historia es que la narración es extremadamente lenta. Son muchas idas y venidas, información compartida por la mitad, y datos que parecen no tener ningún nexo. Tanto es que hasta la mitad de la obra no entendemos la conexión entre pasado y presente y, principalmente, no sentimos el amor de que la autora tanto habla. Pero, desde el medio en adelante la autora comienza a unir algunos puntos sueltos, la lectura se vuelve más instigadora y fluida, y pasamos a sentir el amor descrito, alentar por él, y emocionarnos con los dolores, las pérdidas y el proceso de superación vivenciada por esas dos protagonistas. Fue en el medio en que la lectura realmente me prendió y encantó.

En líneas generales, la última carta de amor es el tipo de libro que nos conquista a los pocos. No me pareció el mejor de los libros que he leído de Jojo, pero independientemente de las comparaciones es imposible no terminar la lectura con la sensación de que aprendemos a amar un poco más.

Desde que leí Yo antes de ti, Jojo Moyes se ha convertido en una autora que me encanta leer. Con sus historias, logra transmitirme gran sentimiento y una sensación de que, a pesar de las adversidades, merece la pena luchar para seguir viviendo.

Con La última carta de amor, Moyes nos trae una bonita y desgarradora historia acerca de dos personas que se aman pero no pueden estar juntas.
Los años 60 no daban apenas libertad a muchas mujeres, y la sociedad no veía bien que buscasen independencia alejadas de sus maridos, mucho menos plantearse un divorcio.

En dos épocas diferentes, Jennifer (1960) y Ellie (2003), van a mostrar cómo han cambiado las relaciones amorosas entre hombres y mujeres y cómo las infidelidades destruyen más allá de lo que la verdad podría llegar a dañar. Pero, ¿qué pasa cuando quieres dejarlo todo y no se te permite? ¿Qué ocurre cuando tu sinceridad te lleva a permanecer encerrada en una relación que detestas?

Lo que más me ha gustado de esta obra es la sensibilidad con que se narra cada historia, cómo se mencionan temas controvertidos como las infidelidades o el machismo, y cómo el amor toma una parte importante sin ser empalagoso o reiterativo.

Una historia amena, sencilla, con el don de entretener al lector, contada con una gran sensibilidad, con originalidad a través de las cartas y con un misterio por resolver.

El amor imposible es lo que une a Jenny y Ellie, a pesar de los 40 años que las separan. Relaciones con matrimonios de por medio y en las que saber qué es lo que la persona casada está dispuesta a ofrecer resulta importante para que funcione.
Pero también hay diferencias, no solo por la época, sino por lo que lleva a las infidelidades: un matrimonio en el que no hay amor, o la necesidad de una gran pasión.

Otro punto que me ha sorprendido ha sido la forma de mezclar las dos historias. Esperaba que fuesen intercalándose los capítulos de Jennifer y Ellie (tal como suele suceder en novelas de este estilo), pero primero nos han presentado a Ellie y las cartas perdidas de Jenny, para pasar a la historia de Jennifer Stirling de seguido y, finalmente, descubrir un desenlace con Ellie. Me ha gustado este desarrollo y creo que ha funcionado a la perfección dentro de la obra.

Si hay una pega que pondría a esta historia, es no haber sabido más de algunos personajes secundarios como Rory o la señora Cordoza. Ambos suponen una parte importante en la vida de las dos protagonistas, y me he quedado con ganas de saber más de ellos.

Sin duda, esta ha sido para mí una lectura muy disfrutable y de las que da gusto releer en un futuro.

Pienso que uno de los secretos en los libros de Moyes para que sean tan atrapantes es la capacidad de transformar las situaciones mas cotidianas en momentos significativos para el lector, ya que, en su gran mayoría, estas situaciones son las que más abundan en neutras vidas, y que un suceso extraordinario ocurra es algo que casi nunca se espera. Logramos conectar, y una vez que eso sucede, no hay nada que nos detenga.

Moyes vuelve a su fórmula de dos línea históricas que de cierto modos se ven relacionadas. En La Chica que Dejaste Atrás funciona estupendamente gracias a las pistas que conectan con el pasado y futuro. Aquí la diferencia es de 40 años en donde establece la época clásica de los 60 y la del nuevo milenio.

Este es la sexta obra que leo de la autora, con ese estilo único para escribir de manera tan inteligente y elegante, tenía una idea de lo que me esperaba. No me equivique, sino que superó mis expectativas.
La última carta de amor es una fantástica lectura, nada más que eso. Y esto se debe gracias a los protagonistas que son (como en casi todos los kibrks se la autora) muy humanos, llenos de errores, frustraciones, sueños y esperanzas. No se disfrazan nunca para el lector, nosotros, que vemos sus mentes y sentimientos, los conocemos y empatizamos fácilmente, en especial con Jennifer, un personaje bien desarrollado y que evoluciona de muy buena manera a pesar de las increíbles circunstancias en mas que se envuelve. Demuestra a la perfección como es vivir atrapada, condenada y humillada todo para después, surgir como un Ave Fénix buscando el rumbo de su propia historia.

La conección entre los enamorados es muy fuerte y está justificada gracias a los fantasmas del pasado que cada uno tiene. En sus palabras hay dolor auténtico por estar juntos y el detalle de las cartas te deja un gran vacío por la sinceridad que tienen y lo detalladas que son. Además de que uno está a la expectativa si lograrán salir del hueco en el que están, quienes hayan leído otras obras de la escritora sabrán que el final puede ser lo más increíble e inesperado de la humanidas o por el contrario, de lo más esperado. Esto ayuda a la motivación del lector por seguir, y desear terminarla.

El plano del presente también está bien escrito, con una historia que nos habla sobre salir adelante y reconocer los terribles errores que solemos cometer, tambien expuesto con una relacion cok um hombre casado. Es más difícil conectarte con la historia de Ellie ya que su situación no es tan ruda como la de Jennifer, pero igual uno puede sentirse con el deseo de que está logre arreglar su vida. Podría salir de su situación con mucha más facilidad, pero aquí yace otro mensaje, como nuestra mente nos hace creer que somos débiles, torpes e incapaces de creer en nosotros. Y todo esto con mucha inteligencia.

No diré más. Otra obra de Jojo Moyes que funciona magistralmente para los fanáticos del género. A pesar de algunas partes tal vez innecesarias y cierta redundancia en algunos arcos, siempre se deja leer, siempre e sorprende y siempre esperas más.

Magnífico, muchas gracias, Moyes, por volverme a complacer.

Quiero ser completamente honesta desde el principio diciendo que ya con la sinopsis, este no habría sido un libro que yo escogería como próxima lectura. Así que es evidente que ya de inicio no empecé bien. Si me decidí a darle una oportunidad fue por que me lo recomendaron y pensé que a veces está bien abrirse a opciones diferentes, probar estilos nuevos y nunca se sabe, pueden descubrirse tesoros que no hubieras disfrutado si no te lanzas. No ha sido así en esta ocasión, pero la cosa era intentarlo.

Este libro nos cuenta dos historias con puntos en común pero que ocurren con 40 años de diferencia. Esto me ha gustado, me ha resultado interesante ir viendo las diferencias, los estilos de vida, de comportarse, de reaccionar ante ciertas situaciones. Son cosas que se saben, pero verlas en la trama con tu perspectiva y pensando no hagas esto, haz lo otro, ¿por qué vas a dejar a tu amiga tirada?, hace que te metas dentro de la historia.

Reconozco que me ha gustado más la historia antigua que la actual, tengo opiniones muy claras respecto a ciertos temas que esta novela trata muchiiiiiiiisimo (¿no hay más tramas, en serio?) pero al menos en los años 60 podía ser más paciente o generosa con la protagonista, apartando mis propios sentimientos eso sí, de lo que podía serlo con la protagonista de la actualidad. Con Ellie no he empatizado en ningún momento, ha sido imposible, y me parece que acaba bastante mejor de lo que merece.

He leído muchas comparaciones con Mad men y esta novela y mientras leía me ha parecido que era totalmente acertado. Así que si eres de esas personas que disfrutan de ese tipo de series, con esas tramas, la parte del pasado de este libro creo que va a evocar precisamente eso. Enfatizo más sobre esta parte del libro porque creo que es la que más ocupa y más importancia tiene, al final la parte actual también trata sobre cerrar la historia antigua.

Sobre el estilo de la autora reconozco que me ha sorprendido, me ha parecido muy diferente al que suelo estar acostumbrada. No ha sido mi favorito, pero no rechazaría a la autora por esta razón.

En definitiva, es evidente que no es mi estilo de libro y que no será una historia a la que volveré para disfrutarla más veces, pero creo que este tipo de reseñas también hacen falta. No a todo el mundo nos gustan las mismas cosas y eso está bien. A veces saber lo que no le gusta a alguien y por que, ayuda a decidir si será algo que nos llamará la atención o no.

Solo os voy a decir una cosa antes de empezar con la reseña en sí y es que hace un buen rato que lo he terminado y aún sigo con los sentimientos a flor de piel.

En este libro se nos presentan dos historias. En primer lugar, y la que considero más importante, la de Jennifer y Anthony, un amor prohibido en la década de los 60 en el que ella era una mujer casada que dependía por completo de su marido y él un periodista mujeriego que, según dice, siente que su mundo se pone patas arriba por primera vez en su vida debido a una mujer. Una historia de amor llena de subidas y bajadas de la que no sabremos como termina hasta el final del libro, lo que hace que te mantengas enganchada. Por otra parte, conocemos la historia de Ellie, una periodista que en 2003 revisa el archivo de su periódico buscando material para un reportaje y descubre una carta de amor que de un modo u otro la hace sentirse identificada: ella está teniendo una aventura con un hombre casado.

¿Soy la única que siente nostalgia por el hecho de que las nuevas tecnologías han hecho que la mayoría de nosotros nunca vayamos a recibir una carta de amor? El arte del papel y el boli se ha ido perdiendo y, que deciros, este libro me ha hecho sentir un poco de pena por ese mismo motivo.

Las palabras que Anthony le escribe a Jennifer son preciosas y he de admitir que en alguna ocasión he sentido pena y rabia por cómo se iban desarrollando las circunstancias.

El libro está dividido en tres partes, aunque cada una de las partes está dividida en varios capítulos. Las dos primeras se centran en la vida de Jennifer, intercalando los capítulos entre su vida después del accidente y el modo en que se fue forjando su amor por Anthony. al principio es un poco lioso, pero luego lo acabas entendiendo todo perfectamente. La tercera, en cambio, va mezclando ambas historias hasta conseguir dar un desenlace a ambas.

Eso sí, he echado en falta una especie de epílogo con el que el final quedara un poco más cerrado ya que me he quedado ganas de un buen broche final para las dos historias.

Este es el libro perfecto para los fans de las historias de amor, con una mezcla de pasado y presente muy bien narrada. Con gritos a la sociedad, para que nos dejen vivir nuestra vida como queremos y no como se supone que debemos hacerlo. Una pequeña muestra de que quizá el destino sí que exista y ciertas personas están destinadas a estar juntos.

Es la primera historia que leo de esta autora, aunque sí que es cierto que vi la película de Yo Antes de Ti, y debo decir que después de este, no voy a dejar pasar sus otros libros.
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