Hierba mora

Qué difícil me resulta hablar de un libro que, sobre todo, me ha hecho sentir. Hierba mora es un abrazo a todas las mujeres.

A estas alturas todos sabemos la cantidad de mujeres relevantes que se han quedado en la sombra de la historia, que no han recibido el reconocimiento que merecían. A estas alturas, sabemos lo que significa la sororidad aunque siga costándonos alcanzarla. A estas alturas, reconocemos nuestra valía más allá del género, aunque a veces nos sople el viento en contra. Y a estas alturas, son muchos los libros que respaldan el feminismo y forman parte de esta lucha que tantas batallas ha ganado ya, pero a la que aún le quedan muchas por lidiar.

Hierba mora logra lo que tanto se necesita para tomar conciencia de todo esto, volver al origen. A las invisibles, a todas esas mujeres que supieron estar ahí, que fueron sostén y sabiduría más allá de la doméstica y popular, que también. A todas esas que filosofaban al calor del puchero envueltas en el aroma de especias y plantas, que compartían remedios y recetas, consejos, aspiraciones, amores y sus males. A todas esas mujeres que estaban y a las que siguen estando ahora.

Con una prosa que roza la poesía y en la que todo tiene más sentidos que el aparente, Hierba mora entreteje la historia de tres mujeres, aunque en realidad habla de mí, de ti si eres mujer y me estás leyendo, de las que hubo y de las que vendrán y que tanto tenemos que ofrecer por nosotras mismas.