Reconozco que soy muy ignorante en cuanto a textos teatrales, sobre todo me doy cuenta especialmente mientras los leo y una vez que han pasado unos días desde que los he finalizado, ya que necesitan un tiempo de aproximación y asimilación muy diferentes a la novela o al ensayo. No es la primera vez, sin embargo, que leo a Wajdi Mouawad, escritor y director de teatro de origen libanés y canadiense. Ya en la universidad tuve la suerte de poder acercarme a su obra, precisamente en un momento en el que la mayoría de las lecturas académicas me resultaban caducas y soporíferas y que fue el germen del tipo de literatura que me apasiona actualmente. Años después, en el marco del reto literario que estoy haciendo con mis amigos, me reencuentro con su obra: una obra que representa todo lo dulce y emotivo que puede ser el horror de la intolerancia. Todos pájaros nos cuenta la historia de Eitan y Wahida, una pareja de enamorados (él alemán de origen israelí y ella árabe de origen marroquí) que sufre la incomprensión y el rechazo de sus familias. Tras sufrir un atentado terrorista, será en el reencuentro a las puertas del terror donde estos dos linajes condenados a repelerse deben tomar la decisión más difícil: la aceptación del otro o la separación definitiva. Haber leído este texto justo después de Contra el fanatismo de Amos Oz me ha dado contexto suficiente para entender la profundidad del conflicto que acarrean en sus espaldas generaciones y generaciones de seres humanos cuya aspiración es simplemente poder ser y estar. Si bien llega un momento más o menos a mitad de la obra en que la intensidad y la emoción comienzan a descafeinarse, cuando nos acercamos al final hay algo en la palabra que se sublima, se pone en carne viva ulcerando la tristeza y trayendo consigo un silencio de imágenes que no nos permite soltar la página, aun intuyendo cuál es su desenlace. No es un texto que nos haga permanecer en la superficie: algunos de sus fragmentos, especialmente aquellos que dan voz a los pensamientos de los padres de Eitan, son bestiales y profundamente humanos. A estas alturas ya solo puedo decir una cosa: leedlo. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
La séptima edición del Festival Canarias Artes Escénicas, organizado por la Fundación CajaCanarias y la Fundación “la Caixa”, se inauguró el 16 de enero de 2024 con la celebración del tradicional Encuentro CAE, actividad de diálogo y debate a cargo, en esta ocasión, del actor lagunero Alex García, que ofreció su visión acerca de las artes escénicas en España a partir de su trayectoria y experiencia vital y profesional como actor.
Álex García (La Laguna, 1981) inició su carrera colaborando con una televisión local tinerfeña en su adolescencia y más tarde se trasladó a Madrid, donde estudió interpretación con Cristina Rota y participó en diversas obras teatrales, destacando en Los Hijos de Kennedy donde compartió escena con Maribel Verdú y Emma Suárez bajo las órdenes de José María Por; Otelo dirigida por David Boceta; El burlador de Sevilla de Darío Facal o la versión de Salomé de Miguel Narros. Incendios, con texto de Wajdi Mouawad y dirigida por Mario Gas, le llevó a estar nominado como mejor actor de reparto por la Unión de Actores y Actrices.
Su debut en televisión fue en 2001 en la serie Compañeros, alcanzando la popularidad a nivel nacional con series como Sin tetas no hay paraíso, Amar en tiempos revueltos y Tierra de lobos. Entre sus trabajos recientes se encuentran las series Un asunto privado (Prime Video); Antidisturbios y El Inmortal (Movistar) y Sagrada Familia (Netflix). En el cine, ha participado en numerosas películas, destacando La Novia (2015), película basada en las Bodas de Sangre de Federico García Lorca, en la que compartió protagonismo con Inma Cuesta, papel por el que obtuvo una nominación al mejor actor revelación en los Goya. Otras películas destacadas en su filmografía son Seis puntos sobre Emma; Kamikaze; La Punta del Iceberg; Kiki, el amor se hace; Gernika; Litus; Una vida no tan posible y Fatum.
Además de su carrera actoral, García incursionó en la producción teatral con la exitosa El amante (2017), de Harold Pinter, con la que agotó todas las localidades del Teatro Pavón Kamikaze de Madrid. Debutó como director con el cortometraje documental Incendios: Más allá del teatro (2020).