El viaje de Cilka

Esta novela es muy, muy dura, ya que recrea las condiciones reales a las que sometieron a las personas encerradas en gulags durante años. Resulta desalentador que una persona como Cilka lograse escapar de la muerte en Auschwitz para verse atrapada en un lugar muy similar durante tantos años de su juventud, señalada por colaborar con los nazis cuando únicamente sufrió violaciones y humillaciones. Aunque esta novela se está vendiendo un poco con la idea de que el amor salvó a la protagonista, si bien es cierto que la joven se enamora en un momento dado en el libro y este hecho le insufla nuevas esperanzas, para nada es determinante en el devenir de Cilka a lo largo de las páginas de este libro. “El viaje de Cilka” marca al lector, quien nunca puede estar preparado para conocer más sobre los horrores e injusticias que esconde la historia y la mísera condición humana capaz de aplicar sobre sus semejantes tales vejaciones. Pero también es una historia de luz en medio de la más absoluta oscuridad, de valor y de la otra cara del ser humano, capaz de dar lo que no tiene por ayudar a las personas que quiere.
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Cilka es un personaje secundario de El tatuador de Auschwitz, que a mí me gustó mucho, y es la historia de una mujer que existió realmente. Aquí nos cuenta lo que tuvo que soportar en el campo de concentración nazi, y cuando ya parecía que no podía existir nada peor, llegaron los rusos y la internaron en un gulag
Es una historia de supervivencia, superación, horror, amistad… Cilka no perderá su humanidad a pesar del ambiente que impera a su alrededor.
“Tuvimos que enfrentarnos a decisiones imposibles”

Leer sobre aquella época es difícil sin importar el personaje o el campo de concentración o el país. Fue una época convulsa en la que mucha gente sufrió, cada uno a su manera.
Pero, en este caso, la lectura me ha resultado más dura si cabe aún.
Basada en hechos reales con partes noveladas.
La autora pone la piel de gallina contando lo que tuvo que sufrir Cilka.
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Para aquellos que habéis leído #eltatuadordeauschwitz seguro que os sonará el nombre pues Lale y Cilka se conocían del campo y ella era amiga de Gita.
Decir que la parte que está basada en hechos reales es gracias al testimonio de Lale y a los amigos y otros prisioneros que convivieron con Cilka.
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La parte que más me ha gustado, por ser ignorante del hecho, ha sido descubrir los gulags. No he sido gran amante de la historia y desconocía de estos campos de trabajos forzados que tenía el gobierno soviético repartido por su patria.
Sinceramente, el primer capítulo del libro ya te deja sobresaltada.
¿Cuándo acabará el sufrimiento de Cilka?
¿Todavía más?
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Sólo puedo decir que fue una persona con una fortaleza fuera de lo normal porque aguantar todo lo que aguantó y ser capaz de vivir con todas esas experiencias rondándote la cabeza no debe ser fácil.
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Gracias a todos aquellos supervivientes que dejan testimonio de aquel horror para abrir los ojos al mundo. (Aunque algunos se resisten y otros miran directamente para otro lado.)
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Una lectura muy recomendable.
Esta autora no me decepciona nunca.
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Este libro se podría decir que sigue a El tatuador de Auschwitz, de la misma autora y el cual reconozco que no he leído pero que, por lo visto, está relacionado en cierta manera con él. Si bien es verdad que no es necesario leer el primero para entender este segundo, o al menos a mí no me ha parecido que haga falta.
Un libro que realmente me ha sorprendido.
Cilka es una chica que ha pasado dos años en los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau. Pero, cuando por fin la liberan los rusos, su final no será tan feliz como podría esperarse.
Obligada a soportar violaciones en los campos de concentración y con los "beneficios" que esto conllevaba sobre los demás presos, los rusos consideran que ella estaba con el enemigo y la condenan a 15 años de trabajos forzados en un gulag ruso en Siberia.
Debo reconocer que no sabía absolutamente nada sobre estos campos de trabajo pero, desde luego me he quedado horrorizada. Si los campos de concentración nazis eran duros, no os penséis que los gulags se quedaban atrás y la vida en ellos no era mucho mejor.
Seguiremos la historia de Cilka, una mujer que existió realmente aunque su historia no sea únicamente la suya en sí, sino que está basada en varias personas reales que vivieron este horror.
Contado en primera persona por el propio personaje de Cilka, el libro nos narra tanto el presente como diversos momentos del pasado de la protagonista, que nos ayudan a entender su forma de proceder.
Y creedme cuando os digo que la autora ha creado un personaje muy fuerte, muy valiente y definitivamente maravilloso. Sinceramente, las víctimas de estas historias, que por desgracia no pertenecen a la ficción, tienen el cielo ganado, esa capacidad de supervivencia que tenían es realmente elogiable.
Sin duda es una lectura que recomiendo porque creo que es una historia que merece ser conocida.

Os traigo la segunda parte de El tatuador de Auschwitz, aunque realidad se trata de un personaje secundario de la primera novela que acaba protagonizando su propio libro. A pesar de que la protagonista existió, la historia está más próxima a la ficción que a la realidad. El libro se lee bien, pero a mí se me ha hecho un poco largo. Y eso que lo leí a contrarreloj tratando de llegar al plazo estipulado del club de lectura, pero no llegué.

El viaje de Cilka tiene cierts relación con el primer libro que leí de la escritora (El tatuador de Auschwitz).

El viaje de Cilka es un libro que se lee muy rápido. Asimismo, no es el típico libro de campo de concentración; en este libro aparece los gulag, otro tipo de campo de trabajo donde la supervivencia es muy complicada, no solamente por la falta de comida, sinó por las condicionas extremas del ambiente y de la desprotección de las presas.

El amor, la superación, la amistad y el sufrimiento están presentes en todo momento.

Una historia triste pero intensa que merece ser recordada.

Como ya mencioné en la reseña pasada, esta semana la he dedicado a los libros de Heather Morris. No es necesario, pero creo que es conveniente leer antes "El tatuador de Auschwitz". La obra que reseño hoy es una novela de ficción, se basa en la desgarradora historia de Cecilia Klein, "Cilka". Quien, tras ser liberada del campo de concentración de Auschwitz, donde pasó tres años, fue acusada de colaboracionismo y condenada a quince años de trabajos forzados en Siberia.
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No se, y realmente sigo sin saber, como comenzar esta reseña, y es que, yo no soy de novelas históricas no nos vamos a engañar, pero como todos, he oído hablar de los holocaustos y el daño que hicieron los nazis a la humanidad, así que el libro merecía sin duda una oportunidad, y no defrauda, el contenido y su profundidad, la historia que cuenta, su forma de comparar situaciones y momentos, te hacen un nudo en la garganta y te ponen la piel de gallina.

Esta novela esta escrita de una manera sencilla, con un ritmo ameno en el que mezcla situaciones pasadas con momentos de su presente que nuestra protagonista ha vivido. Algunos de esos momentos son realmente duros y te parten el corazón.

Pero, en medio de toda esa miseria y dolor, prevalecerá siempre la amistad, el amor y el espíritu de supervivencia.

Curiosamente, a pesar de considerarlo un libro duro, el sentimiento final, cuando llegué a la última hoja, fue de esperanza. No es una historia que deje un recuerdo amargo ni desagradable, sino que es, después de todo, un canto a la vida y a la memoria de una mujer fuerte, valiente y con un gran corazón y que tuvo que luchar con uñas y dientes para sobrevivir.

Es sin lugar a dudas, una novela desgarradora que da al lector una idea de la vida y las experiencias de una mujer judia durante la II Guerra Mundial. Una historia de supervivencia y coraje que necesitaba ser leída para que no repitamos los mismos errores que antaño.
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Me animé a leer este libro tras leer uno de la misma autora. Trasmite en todo momento la fortaleza de la protagonista y todo el transcurso de acontecimientos que tiene que vivir nuevamente tras haber pasado tres años en un campo de concentración. Demuestra la capacidad humana de hacer frente a todo tipo de adversidades.

Viajamos de Auschwitz-Brikenau en 1945 a Siberia junto con nuestra protagonista Cilka: una joven de dieciocho años Checoslovaca a la que conocimos un poquito en la entrega anterior "El tatuador de Auschwitz" contada por Lalo Sokolov.

Partimos de una historia basada tristemente en hechos reales donde una joven vivió un calvario durante años en el campo de concentración de Auschwitz y tras varios años allí, cuando todo acababa, fue juzgada por los rusos por "colaborar" con los nazis, mandándola a los llamados Gulags en Siberia.

La fuerza de la protagonista, su evolución es completamente admirable y gracias a la pluma de la autora resulta muy sencillo empatizar con ella algo que ha conseguido que me emocione en varias ocasiones.

La nota final de la autora pone el broche a esta historia además de añadir datos sobre los diferentes personajes que han hecho que la lectura sea redonda.

Sin duda este libro se coloca en mis mejores lecturas de este año y aún con sus partes duras lo recomiendo muchísimo.