El circo de la noche

Cuando pienso en la experiencia de lectura de The Night Circus, sólo puedo describirla como exquisita: es una historia perfectamente construida y bien elaborada que tiene un sólido desarrollo de personajes, evita clichés y construye un mundo de sensaciones, sentimientos, olores y emociones como muy pocas historias contemporáneas hacen hoy en día, en mi opinión.

La novela sigue las vidas de Marco y Celia, dos magos que vivieron a fines del siglo XIX, cuyos mentores les plantearon un desafío, donde solo uno quedará en pie. Desde su primera infancia, ambos son preparados para el desafío, aunque ninguno de ellos sabe ni de la existencia de dicha contienda ni el uno del otro -Marco nace y crece en Londres, mientras que Celia se cría en los Estados Unidos. Además de su habilidad como ilusionistas, ambos también compartían un sentimiento común: la soledad.

Marco es encontrado en un orfanato por el Sr. Alexander, un hombre muy elusivo, quien se lleva al niño para enseñarle todo lo que hay que saber sobre el mundo mágico, pero sin brindarle algún tipo de afecto; Celia es criada por su padre, Prospero el Mago, que es un ilusionista muy famoso, pero rara vez le muestra afecto a su hija. Será más tarde en la vida que el camino de Marco y Celia se crucen en le Cirque de Reves o en el circo nocturno, pero cada acción, cada personaje que aparece en el libro verá su destino ligado a las vidas de Marco y Celia.

Es importante señalar que la descripción del libro podría ser engañosa: la historia no es tanto sobre la relación de Marco y Celia, sino que es la historia del circo en sí: la verdadera magia es la que se encuentra en este circo que solo funciona por las noches, que viaja por el mundo llegando a nuevas ciudades sin avisar y saliendo sin previo aviso, cuyo aire huele a caramelo, chocolate y ensueño, y que cuyo cielo está lleno de estrellas y esperanzas al tiempo que es el escenario donde Mario y Celia debe enfrentarse entre sí y demostrar cuál es el mejor.

Creo que este libro estuvo a la altura de mis expectativas porque siempre quise leer una historia sobre el circo, pero no de un circo tradicional, con payasos, animales y personajes espeluznantes. de hecho, me preguntaba si eso sería posible: escribir sobre otro tipo de circo. Esto también es extraño para mí, ya que no era particularmente aficionada a los circos cuando era pequeña. Sin embargo, lo que siempre me llamó la atención y también mi imaginación fue pensar en las vidas de aquellos que trabajan en el circo: viajando todo el año, de un lugar a otro, actuando varias veces al día, lo que me llevó a pensar que podría ser una existencia muy solitaria, llena de nostalgia y anhelo. ¿Qué pasaba con aquellos a quienes dejaron los artistas? ¿Qué sucedía si algunos de ellos venían de diferentes países, cuándo volverían a casa?

En cierto modo, siempre he pensado en el circo como un lugar solitario para quienes viven allí: una semana en un lugar y la siguiente en otro. Sorprendentemente, este libro llenó un espacio de mi imaginación y me dio respuestas en las que nunca había pensado.

Además de satisfacer mi nostalgia infantil, también disfruté este libro porque creo que todos los personajes y anécdotas existen para construir la trama principal y aportan al circo: no hay acciones o personajes innecesarios. Cada pieza está ahí por una razón y funciona para que el lector empiece a sentirse inmerso en le Cirque de Reves. al leer, podía sentirme caminando por las tiendas del Circo en una tarde de otoño, buscando dulces y bebiendo cacao, mientras veía un camino lleno de estrellas.

Además, me gustaron todos los personajes, en el sentido de que todos se sintieron reales: desde Prospero y Mr. AH que parecen interesados solo en un juego de poder, pasando por Marco como un hombre solitario y Celia como una mujer prudente y valiente, hasta Mr . Thiessen, el relojero, Madame Padva, las hermanas Burgess, Isobel, los gemelos Poppet y Widget, y Bailey. Cada uno despertó mi interés, en su vida que no estuvo totalmente contadas pero que podemos adivinar mediante detalles perfectamente colocados por la autora. Particularmente, sentí una conexión extraña con Isobel, quien es la compañera de Marco por más de una década y con Tsusikko, el contorsionista del circo. Todos son personajes memorables que recordaré con cariño siempre.

Por último, disfruté de todas las descripciones: de cómo se sentía visitar el circo; de las solitarias noches de Marco sumergido en sus libros y en el estudio; de la infancia solitaria de Celia viajando por el mundo; de la primera interacción de Bailey con el circo; de las cenas exóticas organizadas por Chandresh; de Isobel leyendo en un café de Budapest a punto de descubrir su destino a través de las cartas ... hay muchas escenas memorables que me hicieron suspirar, cerrando los ojos y sintiéndome transportada allí.

También debo confesar que disfruté mucho del romance porque ... bueno, soy una romántica ¡y no me avergüenza decirlo! Siento que la literatura contemporánea a menudo evita el romance: la mayoría de las relaciones (incluso en la ficción histórica) parecen ser inexistentes o estar basadas en la atracción y el sexo y muy poco en la construcción de la relación en sí. Y no lo juzgo, de hecho, creo que es muy difícil escribir historias de amor sin caer en clichés o ser cursi o cosas por el estilo. Y, en mi opinión, The Night Circus es capaz de recrear una verdadera historia de amor que parece honesta y no se basa en la atracción, sino que crece con el paso de los años y el conocimiento que Celia y Marco obtienen mutuamente con el tiempo. No es un amor instantáneo, sino más bien una pasión que crece poco a poco y a la cual la distancia fortalece. Podía sentir el dolor de Marco por no estar con Celia y, al mismo tiempo, las dudas de ella sobre amar al hombre que se suponía que era su oponente.

La relación entre Isobel y Marco también merece una mención especial, aunque desde el principio sabemos que Isobel no será su verdadero amor, no pude evitar sentir tristeza cuando finalmente su relación concluye. Pero como dice el refrán ... el corazón quiere lo que quiere. En cualquier caso, dejando atrás la magia, esta relación simplemente muestra lo que les sucede a muchas parejas, cuando un día simplemente se separan. Uno de los capítulos más memorables para mí será siempre la tarde en que Marco e Isobel se encuentran y cómo él crea una ilusión únicamente para ella, de un lugar hermoso antes de besarla por primera vez.

Como es evidente, me encantó The Night Circus. Si no le doy 5 estrellas es porque tuve dos problemas, que, aunque no son cruciales, tampoco me permitieron darle la calificación más alta: en primer lugar, honestamente, todo el tiempo estuve esperando por el gran desafío entre Marco y Celia y eso no pareció suceder, lo cual está bien una vez que entendemos que el personaje principal es en realidad el circo. Sin embargo, esta fue la parte que me pareció que carecía de más desarrollo o una explicación más convincente. En segundo lugar, creo que el uso del tiempo presente para la narración estaba bien, pero hubiera sido más poderoso si estuviera escrito en tiempo pasado. He leído un par de reseñas que mencionan que el ritmo del libro es lento y lo es, así que, si se busca una lectura más atrapante, este libro no lo será. No me molestó particularmente, pero creo que la narración podría haber ganado mucho en un estilo de escritura diferente.

Pero en general, The Night Circus es una historia muy poética y evocadora que se siente y lee como un sueño nostálgico.