Esta tercera y última novela de la serie sigue la marca de las dos anteriores: es una historia bonita, divertida y familiar. Tyler y Brenna, los protagonistas, cumplen con el cliché 'de mejores amigos a pareja' (mi segundo cliché favorito) y son maravillosos. Se vuelve al ambiente navideño, cosa que creo que hace ganar mucho a la historia, y se le da más protagonismo a un personaje genial (Jess). Sarah Morgan siempre me hace pasar un muy buen rato y me deja el corazón calentito. Me repito con lo que he dicho en las otras reseñas: me encanta la importancia que se le da a la pasión por el trabajo. Posiblemente esta sea mi favorita de las tres.
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