Salvar la boda

Charlie es nuestra protagonista, la hija menor de cinco hermanos y la única que sigue viviendo con sus padres. El resto de los hermanos Grant ya dejó el nido por motivos de trabajo o estudio. Ha pasado mucho tiempo desde que toda la familia estuvo junta y a la que más le duele es a Charlie. de hecho, en cuanto surge alguna ocasión para estar con sus hermanos, Charlie se olvida del mundo real y hace planes para no desperdiciar un solo segundo con ellos. ¡La buena noticia es que su hermana se va a casar! Eso significa que sus hermanos van a regresar a la casa familiar para pasar el fin de semana completo, ya que ahí es donde se celebrará la boda. Sin embargo, puede que no todos tengan ganas de volver. Los Grant siempre habían sido una familia muy unida, hasta que cierto día uno de los hermanos fue traicionado y eso lo estropeó todo. Charlie pensaba que su hermano mayor no asistiría a la boda… pero, ¿y si lo hiciera? Ella ya tiene la cabeza hecha un lío por culpa de su vecino Jesse, el chico del que ha estado enamorada desde que era pequeña. Su relación parece haber dado un paso importante. ¿Vivirá Charlie un romance clandestino durante el fin de semana de la boda? ¿Y qué hay de Bill, el adorable organizador de bodas que se está dejando la piel para que no todo termine siendo un desastre?

Dejadme que aclare algo: Esta es una novela de personajes. La premisa de la que parte es muy sencilla, por no mencionar que una vez abres el libro te das cuenta de que se trata de una sucesión de escenas dramáticas, cómicas e incluso surrealistas en las que todo lo que podría salir mal durante una boda, sale mal. No obstante, si hay algo que caracteriza a Salvar la boda es que el lector nunca pierde de vista el hilo conductor: el amor que se profesa esta disparatada familia. Durante la lectura, se puede palpar el cariño que se esconde tras cada gesto o broma absurda y, especialmente si tenéis hermanos como yo, os aseguro que este libro os ablandará el corazón con lo familiares que se sienten sus personajes. Los Grant se quieren y se cuidan los unos a los otros, pero eso no quiere decir que sean perfectos. Porque a veces no somos capaces de ser objetivos cuando se trata de la familia, nos vemos cegados por la añoranza y la admiración, y esta es una lección que aprenderemos junto a Charlie.

Si bien ella es una muchacha muy sincera, dulce y avispada, a lo largo de la novela podemos ver que Charlie emocionalmente es bastante frágil. Tiene varios frentes abiertos en su vida, entre ellos que no sabe a qué universidad ir, y no sabe cómo resolverlos. Finge que todo va bien y está dispuesta a hacer cualquier cosa para que la boda de su hermana sea memorable y especial, pero en el fondo está sufriendo. Los Grant deben dejar a un lado el rencor de una vez por todas ahora que se han reunido, o si no puede que sus lazos se rompan para siempre. Charlie es la que más lo necesita, puesto que sigue aferrándose al pasado, a su infancia feliz, y no acepta la realidad. Personalmente, me he sentido identificada con ella en varias ocasiones, más que nada por lo bien que se lleva con sus hermanos y lo vulnerable que se siente al darse cuenta de que a veces es demasiado dependiente y confiada. En general, debido a que sus personalidades están muy perfiladas gracias a esas manías y muletillas tan particulares y divertidas que tienen, es muy fácil empatizar con los personajes de esta novela.

Hasta la fecha, no había leído nada de Morgan Matson y debo admitir que, aunque al principio de la novela me dio la sensación de que se excede dándonos detalles sobre los personajes que perfectamente podríamos descubrir nosotros más adelante y de forma más natural, tengo muchas ganas de seguir adentrándome en sus libros. La autora ha sabido reflejar a la perfección lo caóticas que pueden llegar a ser las familias numerosas. Además, aborda temas importantes como el primer amor, la confianza en la familia, la necesidad de perdonar o el miedo a lo desconocido. La autora casi siempre recurre al humor para transmitir sus mensajes, pero es evidente que mima y respeta a sus personajes como la que más. Salvar la boda es el claro ejemplo de lo que significa querer, reír, equivocarse, llorar y crecer.
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