Salvar la boda

Esto..., todos nosotros, aquí mismo, juntos, esto era lo que había estado esperando y había echado de menos durante tanto tiempo. Pero no se trataba solo de eso, había tantas cosas más que no estaba segura de poder expresarlas con palabras, no estaba segura de si veintiséis cartas podrían plasmarlo.

Parecía que en el segundo en que trataste de decirle a alguien por qué amabas a otra persona, le quitó el brillo, como sujetar una mariposa en un estuche, nunca lo capturó del todo.

No pude evitar notar lo agradable que se sentía, no intentar que todo fuera perfecto. No intentar encajar en alguna imagen preconcebida. Todos los miembros de la familia Grant estaban finalmente, frente a todo el país, siendo reales.

¿Cómo fue que solo te diste cuenta de lo que tenías cuando se fue? Y sabía que habría nuevos amigos, nuevas experiencias, tal vez incluso aventuras asombrosas por delante de mí. Pero sentí que necesitaba, por un momento, aprecio lo que estaba, lo que todos estábamos, dejando atrás.

La realidad nunca está a la altura de la fantasía, donde todo es perfecto y nunca tienes hambre ni te duelen los pies

Los cinco intercambiábamos secretos como si fueran cromos de béisbol: era la moneda más valiosa de la que disponíamos.