El verano de las segundas oportunidades

El amor no es todo lo que necesitamos; es todo lo que hay.

Ahora que sabía que el tiempo que nos quedaba estaba limitado, me aferraba a él tratando de estirarlo, y deseaba haber apreciado antes lo que tenía.

El amor no es todo lo que necesitamos; el amor es todo lo que hay.

La inmersión ya no me desconcertó, no fue hasta que lo bajé y subí por el otro lado que miré hacia atrás y me di cuenta de lo lejos que había llegado.

No fue hasta ahora, cuando todos los días que tenía con mi padre fueron contados de repente, que me di cuenta de lo preciosos que habían sido. Mil momentos que había dado por sentado, principalmente porque había asumido que habría ser mil más.

-"¿Quieres saber algo sobre gimnasia?" Preguntó Lucy, dando un paso a mi lado.
-"Siempre", le dije, inexpresiva, y ella me sonrió.
-La cuestión es que las personas solo se lastiman, realmente lastiman, cuando intentan ir a lo seguro. Ahí es cuando las personas se lesionan, cuando retroceden en el último segundo porque están asustadas. Se lastiman a sí mismos y a otras personas.

—¿Una sorpresa? —pregunté,no muy capaz de ocultar la emoción de mi voz—. ¿Qué es?
—Deberias pedirle a Warren que te cuente cuál es la definición de «sorpresa»—replicó mientras yo me notaba sonreír—. Tiene algo que ver con no revelar las cosas.