El ático de la Quinta Avenida

En este libro conoceremos a Eva, una joven romántica empedernida que tiene su propia empresa de organización de eventos y asistencia personal en Nueva York. Eva, que siempre ha adorado la Navidad, va a pasar la segunda de su vida sola ya que su abuela falleció un año atrás. Cuando una clienta habitual (y amiga) la contrata para que decore el apartamento de su nieto, el cual debería estar en Vermont escribiendo y buscando inspiración, no pierde la oportunidad de quedarse un par de días en ese ático de Manhattan y disfrutar de las vistas nevadas de la ciudad.

Lo que menos espera Eva es encontrarse con Lucas Blade, el nieto de su clienta, en el apartamento cuando llega para decorarlo. Aislado y escondido del mundo (especialmente de su familia), Lucas busca frustrado la inspiración para su nuevo libro, pues su editor y su agente esperan un manuscrito en breves. En esa época del año le es imposible escribir palabra pues su mujer falleció tres años atrás en esas fechas.

Él solo quiere inspiración y terminar (empezar) el libro y cree que le será imposible conseguirlo cuando una chica hipnotizantemente bonita, charlatana y de un corazón enorme invade su apartamento. Pero se equivoca mucho. Lo que Eva traerá no será distracción, sino magia. Eva será su musa.

Este libro me ha fascinado. Ha sido el mejor de los tres que llevo hasta el momento, sin duda alguna. Vamos a hablar un poco más de él.

Los personajes, sin duda alguna, son mi factor favorito del libro. Eva es una de las mejores chicas que he conocido nunca en años (en cuanto a personajes de ficción se refiere). Es una romántica empedernida que odia los finales infelices, es generosa, lista, charlatana como nadie y con el corazón más bondadoso que este planeta. Además, debo admitir que me he reído mucho con ella. Y Lucas es un escritor de suspense partidario de no dejar vivo a nadie en sus libros y de finales tristes y desgarradores (todo lo que detesta Eva). Es muy inteligente, algo serio pero con un trasfondo de lo más tierno y tiene una percepción muy distinta del amor que Eva, especialmente porque su mujer falleció y cree que para él no hay segundas oportunidades. Pero, ojo, ya está Eva aquí para hacerle cambiar de opinión.

No quiero dejarme a mencionar al resto de personajes como Paige, Frankie, Matt y Jake, los cuales ya conocí en los libros anteriores, también a la abuela de Lucas, el portero del edificio (Albert), entre otros. Ellos son los causantes de que la historia acabe como acaba y transcurra como transcurre.

La trama es maravillosa. Sin hilos sueltos y con un amor verdadero, como a mí me gusta. He disfrutado de lo lindo viendo como Lucas y Eva se conocían, como él se iba contagiando un poco de Eva y como ella se contagiaba de Lucas, como evolucionaban sus silenciosos sentimientos... Y, una de las cosas que más me han gustado, es ver el punto de vista de ambos ante la soledad. de verdad, necesitaba una historia así. Necesitaba un amor como el que siente Eva por Lucas y viceversa.

Y en cuanto a la pluma de Sarah, ¿qué voy a decir? Es de mis autoras de romance favoritas. Tiene una forma de escribir tan preciosa que es imposible no emocionarse en algunos momentos. Mis dieces para ella; espero leer mil historias más suyas.

En resumen, es un libro precioso y emotivo, con unos personajes que no solo te enamorarán sino con los que también aprenderás muchísimas cosas. Un libro lleno de luz, rápido de leer y que te arrancará más de una sonrisa. Lo recomiendo a todo amante del romance.
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