¿Qué sería de nuestra vida si viéramos desde nuestra tierna e inocente infancia algo que nadie más parece ver? ¿Qué sería de nuestro día a día si ese algo fuese absolutamente terrorífico y nos hiciese gritar de puro dolor? ¿Cómo aguantar cada hora, minuto, segundo, siendo conscientes de que no estamos viviendo en la locura más absoluta? ¿Cómo convencer a nuestro entorno que nada está en nuestra cabeza, que este terror que sentimos al salir es de verdad? ¿Cómo superar el dolor, el miedo y la incomprensión que vemos en la mirada de nuestros seres queridos? Sobre todo, ¿cómo deshacernos de Mumu? Laura tiene que enfrentarse a cada una de esas preguntas. No tiene escapatoria. No sabe cómo tener una vida normal. Y nos lo cuenta todo. En unas pocas páginas, la autora nos obliga a vivir en la mente de Laura, a ver con sus ojos, a recordar con su memoria, a sentir toda su angustia. Pero al menos nosotres tenemos escapatoria. ¿No? |