Tierra

Tierra ha sido, sin duda, el libro que más me han recomendado en los últimos meses, quizá por eso tenía unas altísimas expectativas frente a esta lectura. Antes de leerlo, no tenía ni idea de qué me iba a encontrar puesto que no me gusta leer sinopsis, e incluso la parte trasera del libro tampoco nos da pistas sobre su argumento. Además, el autor se excusa en una pequeña nota en el doblez de la portada, de no explicar de qué trata el libro para no romper su magia. al leer esa frase, sentí alegría de llegar “sin contaminar” a la lectura, no tenía ni idea de qué me iba a encontrar. Y voy a continuar con el juego porque no os voy a contar de qué va el libro, pero sí me gustaría dejar mi opinión sobre el mismo. Aunque no vaya a hacer spoilers, si no lo has leído, y tienes pensado hacerlo, te recomiendo dejar de leer aquí.
 
Para ser completamente sincera, debo decir que Tierra me ha generado sentimientos encontrados. Por un lado, es un libro que se lee solo. Tiene más de 500 páginas y da la sensación de que son 100, si te descuidas te ventilas medio libro en una tarde. (Es cierto que hubiera preferido una edición con menor interlineado y menos márgenes, y por tanto menos páginas y más ligero de transportar, pero eso es cosa mía). Por otro, la temática me atrae, soy gran fan de las distopías y en este caso, se nos presenta una tan cercana a la realidad que asusta e inevitablemente te lleva a la reflexión, lo cual que me encanta y creo que es el gran objetivo del libro, incluso por encima de entretener. Me gusta el acercamiento que hace a temas tan fundamentales como el cambio climático, la manipulación de las masas, la falta de pensamiento crítico de la sociedad, las fake news, el poder de las redes sociales… La narración paralela de dos historias relacionadas me parece un recurso bien utilizado y que le va como anillo al dedo a la historia, que junto con los capítulos cortos son la clave para esa lectura tan dinámica.
 
Entonces, ¿qué no me ha gustado? Me parece que abusa hasta el extremo de los cliffhangers, me atrevería decir que el 80% de los capítulos terminan con uno. Realmente, la historia sucede tan rápido que siempre están pasando cosas por lo que el lector ya está dentro y quiere saber qué va a pasar, en mi opinión se hacía pesado la constante sensación de “y no te imaginas lo que pasó después” al final de cada capítulo. Como cualquier recurso literario, el abuso provoca que pierda su impacto.  Por otro lado, el argumento base como ya he dicho, me gusta, sin embargo, creo que no ha sido explotado suficientemente bien. Me explico, el 50% de la historia es una aventura, un juego, una búsqueda… donde realmente a los personajes se les da todo hecho, no se encuentran en dificultades en ningún momento. Se echa en falta cierta pausa, una mayor dificultad para los personajes, que les obligue a parar, a hablarnos más de ellos o del mundo en el que viven. O quizá trabajar más las relaciones personales, dar más profundidad a los personajes que en la mayoría de ocasión se nos presentan demasiado planos y con un único registro. Además, una lectura atenta, te permite fácilmente adivinar la mayoría de las cosas que vienen después y te quedas sin la emoción de cualquier tipo de revelación final. Me ha faltado una mayor originalidad en algunos enfoques de la trama, demasiados clichés e historias que es fácil prever como acabarán.
 
Conclusión: no puedo decir que no me haya gustado, porque me ha entretenido. Me ha parecido una lectura “disfrutona” pero a la que me atrevo a pedir más. Quizá por ello estaré atenta a su autor para ver sus próximas publicaciones y ver si su estilo evoluciona. En mi caso, no es un libro que dejará huella, pero me quedo con lo bueno, la crítica social y las reflexiones que ha despertado en mí.