No te enamores de Rosa Santos

Las mujeres Santos cargan con una maldición: sus amores mueren con en el mar. Eso es lo que su abuela y su madre siempre creyeron. Toda su vida vivió en Puerto Coral junto a su abuela, mientras que su madre artista va y viene. Rosa se siente atrapada entre su cultura heredada, sus creencias y sus elecciones: pese a todo lo que su familia siempre le dijo, Rosa está decidida a conseguir un curso de intercambio en Cuba, la isla de que la nunca habla su abuela. Mientras intenta luchar por su sueño, aparece en su vida Alex, un chico que lleva el mar tatuado en la piel.
Me costó bastante engancharme con la historia, casi hasta la mitad del libro. Después me enganché y se hizo más ligero. Sin embargo, la historia no me deslumbró.
Lo que más me gustó fue Mimí, la abuela de Rosa, fue un personaje que disfruté leer. Su personalidad, su historia y su pasado está muy bien reflejado, la autora prestó atención a revalorizar la cultura cubana y el exilio que sufrieron muchxs.
Es una historia que combina varios géneros, y ninguno prevalece: ni el romance, ni la intriga, ni los toques mágicos. Es una combinación equilibrada, que te lleva por varios caminos. Me gustó eso y, a pesar del cliché del romance a primera vista, después la historia de los protagonistas crecía más lento.
Aunque me costó engancharme, fue una historia entretenida, sobretodo por la presencia de la cultura cubana y latina en la trama, la importancia de la familia y los recuerdos. (En relación a esto, me hizo acordar a Coco, salvando las distancias, claro)